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Comisionados en fuga. Breve historia de indolencia y cobardía dentro de la CEAV

-“¿Señor Trujillo, se van a quedar?- se acercó a preguntar uno de los policías que custodian el edificio de la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas (CEAV) al ver que el grupo de familiares de personas desaparecidas permanecía en las oficinas después de la hora de cierre. 

-Si, estamos esperando que bajen- contestó Juan Carlos Trujillo, con una pizca de confianza, pues algunos funcionarios de la CEAV, incluido el secretario del Comisionado Presidente de la CEAV, habían prometido intentar solucionar la situación por la que llevaban esperando más de 6 horas: la asignación de los viáticos para que los familiares pudieran regresar a sus lugares de origen después de dos arduos días de trámites y negociaciones en la Unidad de Búsqueda de Personas Desaparecidas de la Procuraduría General de la República (PGR).

Pero la poca confianza que le quedaba a Juan Carlos se esfumó cuando el policía le informó que no quedaba nadie en las oficinas, que todos se habían marchado ya. La decepción mutó en rabia cuando el policía le explicó que los funcionarios se habían marchado por la puerta de emergencia. Pero no sólo huyeron al final de la noche, durante la tarde también se pertrecharon en sus oficinas para evitar encontrarse con poco más de una decena de familiares, tristes y cansados que sólo querían regresar a sus casas en Veracruz.

Es en estos momentos de honda decepción donde la dignidad suele hincharse como un gran globo aerostático y aplastar la cobardía como la que mostraron los funcionarios de la CEAV el jueves 11 de julio de 2014. Lo peor del caso es que no huían de un plantón o de una manifestación, ellos mismos fueron los que plantaron a los familiares siendo que ganan mucho más que un médico o un maestro para realizar su trabajo de atención a víctimas. Con esta dignidad, los familiares tomaron la decisión de quedarse a dormir en las oficinas de la CEAV “hasta que alguien les resuelva alguien y den la cara”.

-Parece mentira que el reto principal era que los familiares tuvieran entrada a la PGR, pensamos que lo de la Comisión era solamente un trámite- nos cuenta Juan Carlos que ya llevaba varios días acompañando a las familias y trabajando con la CEAV para que no hubiera ningún problema con los viáticos. Sin embargo, se encontró con una respuesta que no esperaba por parte del secretario del Comisionado Presidente, Jaime Rochín: -No estamos facultados a darles los viáticos-. Esto a pesar de que el artículo 39 de la Ley General de Víctimas (LGV) sea más claro que el agua del Caribe:

Cuando la víctima se encuentre en un lugar distinto al de su lugar de residencia y desee regresar al mismo, las autoridades competentes de los diversos órdenes de gobierno, pagarán los gastos correspondientes, garantizando, en todos los casos, que el medio de transporte usado por la víctima para su regreso es el más seguro y el que le cause menos trauma de acuerdo con sus condiciones

Es aquí donde comenzó un ejercicio de interpretación legislativa que más bien parecía de exegesis bíblica.  La primera argucia que intentaron esgrimir los funcionarios de la CEAV para no gestionar los viáticos era que las víctimas en cuestión no se habían registrado en la CEAV antes del 9 de enero de 2014, por lo cual no podían acceder a ese servicio. ¿Y por qué esa fecha? Nos preguntamos todos. El 9 de enero de 2014 fue publicada en el Diario Oficial de la Federación (DOF) la Ley General de Víctimas, y según Rubén Vasconcelos Méndez, Asesor Jurídico Federal, solo se atendería a las víctimas que estuvieran registradas antes, es decir, cuando la CEAV todavía se llamaba PROVICTIMA y era la apuesta calderonista para reparar parte del daño psicosocial, médico, y económico ocasionado por esa ficción llamada “Guerra contra el Narcotráfico. De hecho, según algunos familiares del MPJD, la idea de los comisionados de la CEAV era “cerrar la ventanilla de atención” y centrarse solamente en la creación de políticas públicas.

No estamos negando que las políticas públicas no deban ser parte importante en el proceso de justicia redistributiva pero, dada la magnitud de la crisis humanitaria que vive México, es imperdonable obviar las necesidades acuciantes que tienen miles de familias que sufrieron una desaparición. Estas necesidades van desde lo más básico como puede ser la alimentación, el hospedaje y el transporte hasta algo más complejo como una declaración de ausencia. Y para eso es precisamente para lo que fue creada la CEAV: “para establecer modelos de atención a las víctimas, para garantizar más de 30 derechos que ya se reconocen en nuestro país”, aseguró la comisionada Susana Pedroza en una entrevista a medios.

La justificación de que sólo las víctimas registradas antes del 9 de enero de 2014 podían acceder a los viáticos cayó rápidamente por su propio peso, ya que solamente estaba planteada en una circular de trabajo y, como bien saben los juristas, una circular jamás podrá estar sobre una Ley General, por más que se esfuercen algunos funcionarios en que así sea. Es más, aunque le intentaron echar la culpa a la Plataforma de Víctimas de MPJD, el punto siempre había sido cuestionado de la circular.

Pero quien quiere poner excusas las encuentra hasta debajo de las piedras y esto sucedió cuando el Comisionado Carlos Ríos llegó a la mañana siguiente. Con toda la amabilidad del mundo, el Comisionado se excusó por lo que habían pasado los familiares, pero se escudó en su propia interpretación de la LGV para que no se les hubieran dado los viáticos. Según Carlos Ríos, la CEAV tiene que evaluar a las víctimas para verificar su condición de víctimas y a partir de eso ofrecerle los servicios que según la LGV les corresponden.

-¿Cómo se evalúa a una familia que tiene un hijo y un yerno asesinados y otro hijo desaparecido?- Preguntaron, justamente encolerizados, Maricela y Gerson, padres Gerson, estudiante de arquitectura  de 19 años que fue secuestrado en Medellín de Bravo, Veracruz en marzo de este año. Al intentar negociar su rescate con el comando que lo privó de su libertad, fueron asesinados su hermano Alan y su cuñado de Miguel Eliacim. Por lo que esta familia sufrió una desaparición y dos homicidios en lapso de pocos días.

Dice Jean Paul Sartre que los cobardes son los que se cobijan bajo las normas y eso es precisamente lo que intentaron infructuosamente los funcionarios de la CEAV que afanosamente buscaban en los ejemplares de la LGV pruebas de esa dichosa evaluación que comentó el Comisionado Carlos Ríos. Parece mentira, pero fueron los familiares, no los funcionarios –algunos con ostentosos títulos en Derecho- los que citaron el Artículo 4 donde afirma que:

La calidad de víctimas se adquiere con la acreditación del daño o menoscabo de los derechos en los términos establecidos en la presente Ley, con independencia de que se identifique, aprehenda, o condene al responsable del daño o de que la víctima participe en algún procedimiento judicial o administrativo.

A pesar de que la LGV no da lugar a dudas, todavía se negaron a aceptar esa interpretación. Incluso el Comisionado Carlos Ríos comentó que estaba dispuesto a cambiar si opinión siempre y cuando lo convencieran, como si se tratara de un concurso de oratoria o un debate universitario. Al verse claramente cuestionados y con miedo de que el problema escalará a más, lso funcionarios ofrecieron a los familiares llevarlos hasta la puerta de sus casas en camionetas fletadas por la CEAV. Lo que no parecen entender es que los familiares no quieren dádivas, sino que exigen que sus derechos estipulados en la LGV se cumplan y que para la próxima vez que tengan que venir a la PGR puedan hacerlo sin la preocupación que representan los viáticos. Por eso, ninguna persona aceptó el transporte fletado y prefirió buscar ver otras formas –más dignas- de volver a sus comunidades.

Según algunos testimonios, después de que los familiares gestionaron su propio transporte, incluso saliendo a botear en la calle, algunos funcionarios especularon de que entonces los que se fueron ya no volverían a la CEAV. Lo que no saben es que no sólo vendrán familiares de Veracruz, sino que ciudadanos de todos los rincones presionaremos para que la CEAV cumpla con su mandato, por que como dicen algunos familiares de personas desaparecidas: habrá que enseñarles a hacer su trabajo.

 

 

 

Información adicional

  • Por: : Alejandro Vélez
  • Fecha: 15 de julio de 2014

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