El día 1 de noviembre del presente, la décima Caravana de Madres Centroamericanas “Puentes de Esperanza” visitó las instalaciones del Centro de Internamiento y Reinserción de Juchitán de Zaragoza, Oaxaca.
Después de dicha visita, en la cual se obtuvieron algunas informaciones sobre migrantes centroamericanos que resultan hasta la fecha desaparecidos, la caravana visitó la fosa común de esta ciudad, ubicada detrás del panteón municipal “Domingo de Ramos” de Juchitán, Oaxaca, en un área limítrofe al cementerio dado que se había recibido noticia de una fosa común con los restos de algunos migrantes indocumentados. Nos encontramos con un lugar invadido de basura y situado afuera de la barda que protege al panteón municipal. En el lugar, sólo se observa una gran cantidad de desechos sólidos y en la barda aparecen anotados un sin fin de letras, los cuales indican la no identificación de cuerpos (NN), la fecha de sepulcro y el año.
“Esta es la política del gobierno mexicano hacía los migrantes”, fue el primer comentario de Rubén Figueroa, integrante del MMM, al encontrarse en este terreno abandonado, un basurero donde todavía fuman restos quemados de plástico, flores secas y llantas. Todo lo que queda de las personas que fueron enterradas en este lugar es una fecha, un número de expediente y una letra que indica el sexo del fallecido.
No hay cruces, no hay velas, ni siquiera hay nacionalidad.
El Movimiento Migrante Mesoamericano y las asociaciones organizadoras de la Caravana de Madres Centroamericanas denunciamos enérgicamente el trato hacía los migrantes indocumentados que cruzan el territorio mexicano, a quien no sólo se les falta asistencia y apoyo mientras están con vida sino también se les desprecia cuando, a causa de un país incapaz de protegerlos, se vuelven cuerpos desconocidos que nadie reclama y que son abandonados sin ningún intento de identificación ni de resguardo protocolario de evidencias para identificaciones futuras, tanto en las numerosas fosas clandestinas que nadie busca, como en las fosas comunes de los cementerios mexicanos.
Las madres Centroamericanas, exigen al gobierno de México una política oficial para la búsqueda e identificación de migrantes desaparecidos en territorio mexicano, exhumar los cuerpos, practicarles la prueba de ADN y tener una base de datos que concentre la información de todas las agencias y de todos los estados que pueda ser consultada por quienes, sin desistir, buscan a sus familiares desaparecidos en México.
