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Crónica de grandes tristezas

Crónica de grandes tristezas karar.com

“İyi değilim, iyi olmayacağım, iyi olmayın”.

(No estoy bien, no estaré bien, no estés bien).

Consigna en Turquía ante los atentados de Suruç y Ankara.

 

Hace casi tres meses estaba del otro lado del mundo y todo se sentía muy distinto. Los problemas reales, grandes, lo que duele cada día en México, se veían para mí a través de una bruma y una memoria traicionera. He vuelto, y el país me pega en la cara. Sin embargo, no quiero hablar de él hoy. Hoy quiero hablar sobre otra tierra que nos queda muy lejos, porque me unen ahora a ella, también, las redes del cariño.  

A principios de agosto estaba con mi amigo Emre en una manifestación en Colonia, preguntándole qué significaban todas las banderas. Aprendí ese día, y en muchas conversaciones posteriores, sobre Kurdistán y los kurdos, Suruç y Kobane, Gezi, Armenia, y la lucha de las minorías en Turquía. Una mujer tomó ese día el micrófono para hablar de internationale Solidarität y la frase me persigue desde entonces.

Emre siempre habla de su país con nostalgia y tristeza: algo sabrá de patrias agridulces. Me dijo entonces que no quería volver. Debía hacerlo dos meses más tarde que yo, que me fui a México en agosto: el 9 de octubre. Una semana antes le escribí para pedirle ayuda en un proyecto de la universidad. Tengo que hacer una revista y pensé en recolectar en ella crónicas de mis amigos de distintos lugares del mundo. Me comentó entonces que pensaba asistir a una manifestación en Ankara al día siguiente de su regreso, el 10 de octubre; yo le dije que sería interesante tener la crónica de este evento. Le deseé un feliz viaje de regreso y eso fue todo.

Desperté hoy en la mañana con una serie de mensajes de él y el texto ya en mi correo. Éste último se titula Atentado en Ankara el 10/10/15. Los mensajes empezaban diciendo: “Lucía, aquí la vida es cada vez más difícil…” Me sentí pequeña con mi proyecto de la revista escolar. Por eso quiero hacer el intento, al menos, de compartirles esa crónica.

Atentado en Ankara el 10/10/15

Empezó todo después del resultado poco exitoso del partido en el poder AKP (Partido de la Justicia y el Desarrollo) en las elecciones parlamentarias del 7 de junio del 2015. En resumen, la elección significaba una clara derrota para el gobernante AKP. Éste había perdido no sólo su objetivo a largo plazo de una mayoría que le permitiera cambiar la constitución, sino también, en parte, la mayoría absoluta en escaños parlamentarios que había mantenido desde las elecciones de 2002. Además, el HDP (Partido Democrático del Pueblo) había sido elegido por los votantes en un 13,12%, y ahora debía tomar un lugar en el parlamento. Como en el plazo de 45 días después de este hecho no fue formada ninguna coalición, se llamó a nuevas elecciones para el 1 de noviembre del 2015.

Lo más importante aquí es, sin embargo, que después de que el AKP hubo perdido la mayoría en el parlamento empezaron a llegar las peores noticias: la explosión de una bomba durante el atentado en Suruç el 20 de julio del 2015, en la ciudad turca de Sanliurfa, aproximadamente a diez kilómetros de la frontera con Siria. Ahí murieron 34 personas, en su mayoría jóvenes, y al menos 76 fueron gravemente heridos. Y el día de hoy fue detonada una bomba en la capital de Turquía, Ankara. En esta protesta contra la propaganda del gobierno actual murieron más de veinte personas. El número calculado de muertos sigue subiendo [en el momento presente ya supera el centenar de víctimas].

Estoy acostumbrado a decir: ‘Las personas que provienen de distintas culturas  viven juntas en un mismo mundo’. Sin embargo, ¿es realmente así?

Quisiera responderle que sí. Que quizás hoy no lo parezca, pero que vendrán tiempos distintos. Que, dirían los zapatistas y los marchantes de Ayotzinapa, las víctimas de los atentados serán semillas. Que, diría Salvador Allende, caminará de nuevo el hombre libre por las calles. Que, diría Chaplin en su rol de El gran dictador, vendrá un mundo donde se unirá la gente por el futuro, la seguridad y la libertad.

Pero no sé. Es difícil darle sentido a tanta muerte.

 

Emre y Lucía

 

 

 

 

Información adicional

  • Por: : Emre y Lucía
  • Fecha: 16 de octubre de 2015

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