NUESTRA APARENTE RENDICION

Alejandro Vélez

Alejandro Vélez

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I. La ola actual de populismo punitivo trae una nueva embestida contra el paradigma acusatorio de justicia penal, encabezada por figuras de gran visibilidad, que van instrumentalizando como nunca a medios corporativos y periodistas, aprovechando su habitual incomprensión del tema y su histórico alejamiento del bien común.

Por eso no hemos de olvidar que:

  • El alto grado de impunidad no llegó con la reforma de justicia y derechos humanos, sino que esta surge precisamente como la búsqueda de una respuesta integral.
  • El uso político del sistema penal es un arraigado mecanismo autoritario que el sistema inquisitivo heredó al acusatorio.
  • El sistema acusatorio no es panacea contra la violación de derechos, el abuso de poder, el burocratismo, la ineptitud institucional, la corrupción y la consecuente impunidad, ni su origen. ¡Esto también lo heredó del obsoleto sistema inquisitivo, que se niega a morir!
  • El sistema acusatorio surge de una fascinante lucha social de casi tres décadas, de las orillas al centro del poder ―geográfica y socialmente―, motivada, por ejemplo, por los feminicidios sistemáticos en Ciudad Juárez desde inicios de los noventa, y contiene apenas las bases normativas para iniciar la democratización del sistema de justicia.

II. ¿Estoy «defendiendo al sistema»? Tal reproche, paradójicamente, suelen hacérmelo colegas periodistas que participan y lucran con los «tribunales paralelos», considerándolos aceptables y hasta necesarios para combatir la impunidad.

Solo resumo lo constatable, que esa es la función de un/a periodista. Y añado que si hoy nos aterran e indignan las decenas de miles de víctimas de la violencia criminal y la violación de derechos humanos, y que entre estas se cuenten más de 130 periodistas asesinados ―varios de formas atroces―, y al menos 35 que sufrieron desaparición o desaparición forzada, tal paisaje desolador podría ser opacado por lo que vendría.

III. Si los partidos que se distribuyen el poder público consiguen la aprobación de Ley de Seguridad Interior y la nueva miscelánea penal, permitiendo además que la Fiscalía Anticorrupción sea una pantomima y la Fiscalía General de la República ―que por mandato constitucional [Artículo 102] sustituirá a la Procuraduría General de la República a más tardar en 2018― no sea más que un clon de esta, ese paisaje que nos descorazona empeorará, agudizando la crisis humanitaria que ya viven regiones completas del país.

Medios y periodistas, mayoritariamente, hemos contribuido de algún modo con este estado de cosas.

Entre los intensos debates sociales que hoy se entrecruzan relativos a la política criminal del Estado, hay uno que lxs periodistas debiéramos considerar vital para nuestra sobrevivencia y el derecho a la justicia: el de la #FiscalíaQueSirva

IV. Además, desde principios de la década anterior, de forma paralela a la exacerbación de la violencia contra la libertad de expresión, vivimos una inédita precarización laboral y profesional que hoy se expresa en pésimas condiciones de trabajo, de vida y de seguridad, agudizadas por el sexismo, la brecha salarial, la hiperjerarquización de las redacciones y la falta de independencia. Si éramos mano de obra barata, hoy vamos siendo ya mano de obra barata desechable. Además, como solemos vender en noticias a personas víctimas de la violencia, somos luego vendidxs en noticias cuando se nos ataca ―muchas veces por los propios medios para los cuales trabajamos.

Por todo esto, entre los intensos debates sociales que hoy se entrecruzan relativos a la política criminal del Estado, hay uno que lxs periodistas debiéramos considerar vital para nuestra sobrevivencia y el derecho a la justicia: el de la #FiscalíaQueSirva.

Este creciente movimiento social formado por activistas, académicos y periodistas propone: 1) Que la Fiscalía General de la República que sustituya a la inepta, corrupta, opaca y arbitraria PGR no sea su copia fiel; 2) que sea una institución independiente del Poder Ejecutivo, autónoma, que investigue, actúe con respeto a derechos humanos, funcione con altos estándares de probidad pública y rinda cuentas; 3) que el nuevo fiscal general no sea Raúl Cervantes ―con su cauda de conflictos de interés―, el actual procurador general; y 4) que la FGR ejerza un liderazgo sostenible para las fiscalías estatales.

En lo que a nosotrxs como periodistas corresponde, si ni siquiera el 10 por ciento de los asesinatos y desapariciones contra nuestro gremio ha sido resuelto judicialmente, una de nuestras escasas posibilidades realistas es que la FGR funcione, lo cual es una poderosa e incuestionable razón para asumir un compromiso por la #FiscalíaQueSirva.

Lo demás son negocios ―que también dañan a nuestro gremio― y una indeleble traición a nuestra comunidad cuando más nos necesita.

“Conocemos el hambre, estamos acostumbrados al hambre: sentimos hambre dos, tres veces al día. Pero entre ese hambre repetido, cotidiano, repetida y cotidianamente saciado que vivimos, y el hambre desesperante de quienes no pueden con él, hay un mundo de diferencias y desigualdades”. El Hambre por Martín Caparrós.

En un par de horas cuando termine de escribir este artículo, saldré a trotar una hora, luego me sentaré a la mesa, desayunaré y como todos los días; caminaré un par de cuadras, tomaré un bus, llegaré al trabajo, prenderé el computador, revisaré el correo, haré algunas tareas atrasadas y pasado el tiempo, volveré a buscar otro alimento y así seguiré hasta terminar la jornada. Nada excepcional, todo hace parte de la vida cotidiana. Cada acción que realizo tiene la energía suficiente por la provisión de alimentos y líquidos.

En estas mismas horas, 1.546 prisioneros exguerrilleros de las Farc -Ep, de los cuales 148 son adultos mayores y 49 mujeres, entre ellas Mayerli Becerra Muñoz madre lactante de un bebé de cuatro meses de edad, están en estado de cetosis, luego de 11 días de huelga de hambre. Esto quiere decir, que sus cuerpos llevan varios días comiéndose a sí mismos para obtener la fuente de energía necesaria para vivir, dañando de manera severa los órganos vitales y el sistema inmunológico. En este estado la probabilidad de morir es muy alta.

No alcanzo a dimensionar lo que pueden estar sintiendo esos cuerpos, no me puedo poner en los zapatos de ellos, no tengo una experiencia de dolor que me permita describir lo que significa morir lentamente mientras el cuerpo es devorado por sí mismo, teniendo la cura a una decisión de distancia. Lo que tengo claro es que la posibilidad más alta para estas personas es que no pase nada, que lleguen a un punto donde la muerte sea inminente y no exista ningún tipo de solución.

El hambre como lo ha afirmado el periodista Martín Caparros “es el mayor fracaso del género humano” y sucede con la precisión de un reloj. Cada hora mueren en el mundo alrededor de mil personas, principalmente porque son cuerpos, vidas que no importan lo suficiente.

En este caso, la decisión de los prisioneros de la exguerrilla más grande de América, luego de entregadas todas las armas, ha sido utilizar sus cuerpos presos como mecanismo para que su libertad importe. Contradiciendo de la manera más elemental el debate leguleyo en el que nos hemos incrustado como nación para conseguir la paz. Esos cuerpos que cada día pierden más capacidad de acción están dejando un mensaje que debería ser evidente para el país. Más allá de los acuerdos, las leyes y los decretos, -la vida, la muerte, la libertad- depende de las decisiones y las voluntades de otros.

Seguramente, al terminar de leer esta columna, no suceda nada pero por lo menos se debe dejar constancia que mientras unos leemos, andamos, escribimos, caminamos y somos indiferentes, otros se alimentan de esa indiferencia para “hacer vivir y dejar morir”.  

Me llamó ayer por la tarde. Si su tono de voz era la dificultad de vivir, mi reacción al escucharlo era la reconstrucción de su tortura.

Lo levantaron a principios del 2002, lo trajeron desde la frontera donde trabajaba en un taller mecánico. Había que fabricar culpables para un caso que hacía mella en la imagen del gobernador.

Pidieron descripción de un perfil que viviera cerca del lugar donde se cometió el crimen: madre e hijo apuñalados en el interior de su hogar. En ese tiempo Augusto vivía a dos cuadras de allí. Me contó en uno de sus recuerdos, cuando ya lo visitaba en la cárcel, que al mirar pasar las patrullas, las ambulancias, todos los chavos corrieron para enterarse qué estaba pasando. Dejaron de jugar con la pelota para encontrarse con la noticia de los asesinatos.

Augusto cumplió a cabalidad con el perfil que buscaban para incriminar. Un tío de él, madrina de la policía, dio referencias, santo y seña, los datos del lugar donde localizarlo. Habían pasado apenas un par de meses de que Augusto viajara a Tijuana a propuesta de un trabajo donde la promesa era que al aprender el oficio, se quedaría como encargado de taller.

Augusto con su escaso peso físico, pelo corto, y mirada taciturna, miró descender de una camioneta a dos vatos altos, vestidos de civiles, con armas fajadas en sus cinturas. Fue a él a quien le preguntaron si conocía al de la foto. Con la inocencia, la sorpresa de lo inesperado, sonrió y respondió: “El de la foto soy yo”. No tenía nada que ocultar.

El camino de Tijuana a Guaymas se lo aventó con los ojos vendados. Algunas escalas como entrenamiento de resistencia: golpes en el pecho, gritos, y los nombres de todos los integrantes de su familia desde los policías. “Lo sabemos todo, ya te llevó la verga. También sabemos que tienes una hija, ¿sabes dónde duerme, con quién vive ahora?”

Lo más cabrón lo vivió en el acantilado del mirador de San Carlos, cuando lo ataron de los pies vía una cuerda que pendía de la defensa de la camioneta. Allí lo tuvieron por horas. Uno de los policías encendió la cuerda, mientras le gritaba que ya le faltaba menos para irse al agua.

Luego lo desataron, le pusieron una bolsa en la cabeza, le quemaron los testículos. Fue allí cuando les dijo que sí.

“Acepté todo, me dijeron que me llevarían con un Ministerio Público, que el jale era fácil, que estaba todo hecho, que solo debía denunciar a un cómplice y poner mi firma. Apenas así dejaron de golpearme”.

Luego vino el ingreso a la cárcel, un penal al cual no debía acceder porque aún no tenía mayoría de edad. Pero su cuerpo estaba pactado: el mayor de los infiernos, la violación inminente. “Para que aprenda”, sugeriría el comandante.

Fila india le llaman cuando la orden está de por medio. Los presos con mayor tiempo de estancia en el penal, toman al inculpado como una fiesta de complacencia, para ellos, para quien ordena. Servido su majestad.

A los tres años con tres meses, Augusto abandonó la cárcel de menores, a la que semanas después de su aprehensión, fue enviado. Salió absuelto porque la familia del supuesto cómplice contrató un abogado de renombre. Ambos la hicieron porque no había delito qué perseguir contra ellos. Ya para ese tiempo el gobierno tenía otro capitán.

Augusto me llama ahora, catorce años después, con su voz temblorosa, con la dificultad de articular oraciones, para decirme que no le alcanzó para comprar el medicamento, que tuvo que rentar un cuarto, que parece que el cuerpo y la cabeza le estallarán en cualquier momento.

“El siquiatra me dijo que debo pagar la consulta, que no me puede esperar más, que necesito tratamiento de por vida. Y ya estaba muy bien, muy bien, me sentía al chingazo, pero mira, tuve que rentar un cuarto, se me acabó el medicamento. No, carnalito, solo te hablo para saludarte. Solo fue que me confié, nunca pensé que podría recaer”.

El silencio súbito me hizo recorrer las frases aquellas en las que tantas veces Augusto me ha llamado para despedirse de mí, y en las cuales me describe el escenario puesto para su muerte. Me ha dicho que me agradece la amistad, me ha dicho que me ama, pero que ya no puede más.

“Ahora, sí, Carlitos, ya no la hago, ahora sí”. Luego el silencio como un trinche en las sienes.

La llamada de ayer por la tarde fue distinta. Augusto me habló de su familia, de su madre, del deseo de vivir. Pero el temblor en las palabras estaba allí, como una dificultad de respirar. Tiene ganas de vivir, es verosímil. Antes de despedirse, ayer, me dijo la querencia. Fue tierno y agradecido con la atención dispuesta.

Horas después de esa llamada, he vuelto a vivir esas horas de tristeza que en un tiempo viví por la situación de Augusto. Y cada vez que suena mi celular, una sensación de angustia se me atora en la garganta, las preguntas se me vuelcan quizá similitud de ese ardor que él experimenta en su cabeza, en su cuerpo.

Los policías que lo detuvieron, pronto escalaron el organigrama. Es más, ahora están cesados, por diversas circunstancias. El taladro de la tortura en la mente de Augusto, ¿cuándo habrá de ceder?

¿Qué lecciones deja el embate de El Universal contra un grupo representativo de la generación de la transparencia?

Con la alternancia, la corrupción se extendió por todo el país. Ante la indignación de la ciudadanía consciente, las minorías que gobiernan hicieron algunas concesiones –más simbólicas que reales– y hace cinco meses aceptaron que figuras representativas de la sociedad civil entraran en el Sistema Nacional Anticorrupción.

Los ciudadanos pronto se hicieron incómodos y de las entrañas del poder salió una ofensiva para desprestigiarlos. El Universalse prestó para la maniobra y concedió las ocho columnas a un inconforme que denunció “trampas” y “cuotas” del grupo seleccionador. Para rematar la faena, el periódico dio otra nota principal a las declaraciones de un senador del Verde dispuesto a secundar la crítica. La inquina del diario resultaba incomprensible porque enlodaba a plumas que enriquecían sus páginas.

En México una posición ganada rara vez se abandona. Por ello sorprendió que seis columnistas y cuatro organismos civiles con espacios dentro del diario renunciaran sin inventar excusas. Hicieron a un lado la cortesía habitual y pusieron en duda la ética de El Universalque, dijeron, dejó pasar “notas imprecisas, sin sustento fáctico” lo que formaba parte de “un giro en la línea editorial y la disminución en el rigor periodístico”. El diario publicó sus inconformidades pero guardó silencio sobre los motivos tras un embate que deja la impresión de haber sido hecho por alguno de esos poderosos que mangonean al país.

La batalla deja buenas noticias. Una de ellas es que la transición ha ido dejando una reserva de excomisionados y exconsejeros comprometidos con la transparencia y la rendición de cuentas. En este caso la figura más representativa es Jacqueline Peschard, presidente del Comité Coordinador del SNA. Académica reconocida, estuvo asociada al IFE de José Woldenberg y fue comisionada presidente del IFAI. Es decir, estuvo en la época dorada de esas instituciones, antes de que fueran atrapadas por las miasmas de la partidocracia.

Además de Jacqueline, renunciaron tres líderes académicos: José Luis Caballero Ochoa que encabeza el Departamento de Derecho de la Universidad Iberoamericana, Sergio López Ayllón Director General del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE) y Pedro Salazar Ugarte Director del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM. Cargos y perfiles individuales evidencian como están metiéndose en la batalla por las libertades algunas instituciones educativas.

También abandonaron el diario líderes de la sociedad civil. Enrique Cárdenas Sánchez del Centro de Estudios Espinosa Yglesias y Edna Jaime Treviño de México Evalúa. Cuatro organizaciones en solidaridad dejaron los espacios que tenían: Alianza por la Salud Alimentaria-Actúa por la Salud, Fundar, GIRE y Oxfam México.

Los protagonistas del rechazo a El Universal representan a la generación de la transparencia que, basándose en los aciertos y errores de generaciones previas, hacen a un lado protagonismos, ideologías o filias para unirse contra la corrupción y la impunidad. En su mayoría jóvenes, están bien educados y saben negociar con el poder preservando su independencia y apoyándose en las transformaciones que, pese a todo, vive México. En este caso aprovecharon el final de los monopolios informativos. Dejan un diario importante pero tienen la posibilidad de incorporarse a empresas periodísticas que basan su éxito en la independencia y el rigor.

Termino la disección mencionando las grandes ausencias. El Comité Editorial de El Universal ha guardado un incomprensible silencio. Los partidos, por el contrario, han sido leales a su esencia: condenan en el discurso la corrupción pero se paralizan cuando les cae esa gota fría que presagia la pérdida de privilegios y canonjías y el fantasma del desempleo. Los organismos públicos encargados de proteger a quienes defienden derechos se ausentaron como siempre.

La guerra contra la corrupción seguirá. Acompañemos a los ciudadanos y organizaciones que desde el SNA están buscando cómo frenar y desenmascarar a los corruptos que, enquistados en el poder, pregonan como chachalacas su falso compromiso con la honestidad.

 

 

 

En un puente algo que parece una narcomanta cuelga con un mensaje dirigido al gobierno del Estado. No está escrita con sangre ni la acompañan cabezas o cuerpos mutilados. Las letras las escribieron con pintura y describen la inseguridad que se vive en Yecora, un municipio de la sierra sonorense, pero quizá uno de los menos violentos de la entidad en comparación con Cajeme que es una de las ciudades más peligrosas del mundo o Machetillo –como ahora nombramos a Hermosillo-  que es ya la cuarta capital más violenta del norte de México.

Mediáticamente los ataques con machetes en Hermosillo se convirtieron en el centro de atención de la agenda de seguridad durante el mes de mayo, pero más allá de eso en toda la entidad los índices de criminalidad se dispararon, así como también las historias de horror. Ahora las notas de ejecutados en el corredor de Empalma-Guaymas, levantones en las principales ciudades de Sonora y hasta las confesiones de huachicolers que también secuestran se han vuelto de lo más común.

Sonora está en la peor crisis de seguridad desde los tiempos de Bours, cuando los Zetas intentaban  entrar a la entidad y estaban los mata policías, a quienes únicamente pudieron controlar con un pacto entre el Cartel de Sinaloa y el gobierno del Estado. Hoy la situación es otra, la ciudadanía está asustada por los macheteros y se debate entre si es o no es correcto que la policía municipal mate a individuos pobres y drogados que toman machetes hechizos para robar en casas, así como transeúntes. El fiscal general, Montes de Oca ya autorizó que los oficiales disparen sus armas si alguien desenfunda un machete y con esto ha instalado un estado sin Ley, donde manda el más fuerte, quien tenga mayor capacidad de fuego. En este sentido es que podemos creer que el gobierno permite que se violente el estado de derecho para así justificar su lucha por recuperar el monopolio de la violencia que había perdido tanto frente al crimen organizado, como con los famosos machteros, quienes no son más que adictos al cristal que desde la marginación se armaron con machetes para robar y causar el terror.

Una muerte anunciada

Para entender cómo varios marginados adictos al cristal se convirtieron en el terror de Hermosillo es necesario conocer la historia de Martín Pacheco, un enfermero del Isssteson quien fue ultimado días después de haber denunciado públicamente que había sido atacado con machetes por un grupo de menores de edad. Las fotos de las heridas que les dejó el primer ataque se volvieron virales e hicieron arder las redes sociales por el hartazgo general que los hermosillenses ya sentían por tanta inseguridad. La indignación en redes inmediatamente llamó la atención de los medios de comunicación y en el noticiero de radio de Juan Carlos Zuñiga el enfermero contó su historia, dando detalles de cómo fue el ataque así como del trato que recibió por parte de las autoridades.

La historia narrada de viva voz por la víctima hizo que los radioescuchas se identificaran de inmediato. En esa semana hubo una incipiente manifestación de indignación por la inseguridad en las escalinatas del museo biblioteca Emiliana de Zubeldía, que si bien no fue numerosa, comenzaba a darle el rostro humano y ciudadano a la problemática, algo que necesitaban los medios para mantener en la agenda el tema.

El programa donde el enfermero contó sobre el primer ataque se transmitió el viernes 5 de mayo, dos días después del primer ataque y fue asesinado el 14 de mayo en la calle Cinco entre Reforma y Guadalupe Victoria en la colonia Jesús García. De acuerdo a un video de la Agencia Ministerial de Investigación Criminal (AMIC) de la Fiscalía General de Justicia del Estado (FGJE) los implicados en el homicidio de Martín fueron tres menores de edad y un mayor de edad, que al igual que en el primer ataque usaron machetes como armas. Aunque en el video de la fiscalía, el Lic. Rodolfo A. Montes de Oca Mena, Fiscal General del Estado de Sonora, asegura que el móvil del asesinato de Martín son rencillas personales, las circunstancias que le permite a esos tres menores y a un todavía adolescente mayor de edad tomar machetes y matar a una persona en las calles, es la indolencia y la permisividad de las autoridades que no hacen nada para proteger a ningún ciudadano.

A Martín los policías de tránsito lo dejaron sólo cuando lo atacaron por primera vez, a merced de sus atacantes que estaban del otro lado de la calle. Las autoridades nunca se preocuparon por su integridad física ni le dieron auxilio, ya no hablemos de levantar un reporte y dar seguimiento. Pero cuando fue atendido los policías le dijeron literalmente que no podían hacer nada: “desgraciadamente no podemos hacer nada”. Esta respuesta que le dieron al enfermero la repiten constantemente todos los días en todas las colonias de Hermosillo y han hecho de la ciudad un pueblo sin ley. Los criminales han entendido a la perfección ese mensaje de la autoridad y han dado respuesta provocando el terror en las calles, pues saben que como le dijeron a Martín, los policías “no pueden hacer nada”. A lo anterior se suma para rematar que en el Hospital donde fue atendido el enfermero herido, tampoco se levantó el reporte que debió haber sido de oficio porque eran heridas que tardarían en sanar. Tantas omisiones por parte de las autoridades generaron las condiciones perfectas para que ese grupo de adolescentes armados con machetes volviera a atacar a Martín, esta vez con las consecuencias mortales.

Lo anterior deja claro que en Hermosillo, denunciar te puede dejar a merced de los criminales porque el sistema de repartición de justicia no está preparado para atender, proteger y garantizar la seguridad de los ciudadanos.

Los campeones caídos

Días después del asesinato de Martín el enfermero, también en la colonia Jesús García, mataron a dos jóvenes. Fue una ejecución en la que usaron armas de alto calibre para darles más de 7 disparos mientras los tenían esposados. Una ejecución. Lo particular en este caso fue que los dos jóvenes ultimados por el crimen organizado eran de la clase media hermosillense, Eduardo Carvajal y Javier Reyes.

Tanto a Javier como a Eduardo nunca se les relacionó con alguna actividad delictiva, en especial a Javier que era famoso por ser un excelente deportista, campeón en artes marciales y un excelente amigo. En lo personal a mí me toco conocer a Javier en capoeira, conocí a varios de sus amigos más cercanos y puedo dar fe de la su calidad como ser humano. Sus muertes han conmocionado a la clase media hermosillense porque en el clima de terror e impunidad que genera la inseguridad tanto por los macheteros como por el crimen organizado, la ciudadanía queda en la completa vulnerabilidad.

#NoAlSilencio

El miércoles de la semana pasada entre como colaborador a Proyecto Puente y en el mismo día, como si fuera augurio eso de aparentar la rendición, a Luis Alberto Medina y a su programa de radio lo sacan del aire en Radio Formula de Grupo Larsa. Ya anteriormente lo habían sacado cuando las criticas ya habían incomodado demasiado a la hegemonía priísta en momentos donde la credibilidad del gobierno estatal caía, pero en esta ocasión su salida fue ya definitiva.

A la hora de su salida Luis Alberto twitea los motivos y anuncia que ha puesto una denuncia en Artículo 19 en la que da nombres de empresarios del beltronismo que han sido los que han estado intimidando y orillando a que lo retiren del aire. A partir de ese punto es que comienza una avalancha de apoyos a Proyecto Puente y a Luis Alberto Medina, desde muchos puntos del país, así como de los Estados Unidos. 

La respuesta de los empresarios beltronistas o del mismísimo gobierno, es difícil saber, fue la de crear cuentas en Facebook y ejércitos de bots en Twitter para golpear la credibilidad del periodista con historias ridículas, irrisorias, carentes de lógica, argumento, pero sobre todo desde el cobarde anonimato. Afortunadamente la reacción de los usuarios de la red en Sonora ha sido la de no dejarse engañar y reiterar su apoyo a la libertad de expresión y a Proyecto Puente.

No está de más volver a refrendar el apoyo a los compañeros de Proyecto Puente, porque sabemos muy bien de lo que es capaz el poder hegemónico cuando quiere volver a restaurar sus prácticas represoras. Hoy Sonora es un estado sin Ley donde se censuran medios de comunicación y ante esa amenaza debemos unirnos y levantar la voz para dejar en claro que #NoAlSilencio.

 

 

 

 

Para su información, el 17 de mayo 2017, se entregó a los presidentes del Senado y Cámara de Diputados la siguiente petición para que se deje de exponer a la contaminación transgénica a los cultivos nativos, y en particular al maíz, base de la cultura y alimentación de los mexicanos (esta contaminación pone en peligro a las especies y razas y nativas y, por ende, a la soberanía alimenticia de los mexicanos que estarían a la merced de los titulares de Certificados de Obtentor sobre Variedades Vegetales).

                                                                        ASUNTO: SOBERANÍA ALIMENTICIA.

 

MAURICIO AVILA MEDINA, General de Brigada Diplomado de Estado Mayor Retirado, por mi propio derecho y en pleno ejercicio de mi garantía Constitucional de petición, consagrada en el artículo 8º de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, con el debido respeto DIGO:

 

En términos de los artículos 1º, 2º (apartado B fracción I), 4º, 9º, 16º, 25º, 26º, 27º, 28º, 35º y demás relativos de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, solicito la abrogación de los siguientes ordenamientos:

 

1.1        LEY DE BIOSEGURIDAD DE ORGANISMOS GENÉTICAMENTE MODIFICADOS, publicada en el Diario Oficial de la Federación el 18 de marzo de 2005.

1.2       REGLAMENTO DE LA LEY DE BIOSEGURIDAD DE ORGANISMOS GENÉTICAMENTE MODIFICADOS, publicado en el Diario Oficial de la Federación el 19 de marzo de 2008.

 

Exposición de motivos.

 

Estos dos ordenamientos han sido la base para la proliferación de las semillas transgénicas en nuestro país. Concretamente, mi petición es para erradicar del territorio nacional la adquisición, el uso en los terrenos de siembra, la cosecha, la experimentación, la comercialización y el consumo doméstico de las semillas transgénicas, por poner en riesgo los cultivos nativos y, por lo tanto, la soberanía alimenticia de los mexicanos; y porque cuando hay peligro de daño grave o irreversible a la biodiversidad, la falta de certeza científica absoluta no deberá utilizarse como razón para postergar la adopción de medidas eficaces  para impedir la degradación del medio ambiente[i].

 

Seis empresas ostentan el 58% del mercado de semillas y el 100% del de transgénicas. Todos los transgénicos están protegidos bajo derechos de propiedad intelectual. Reproducirlos y usarlos sin permiso de los titulares de estos derechos constituye un delito.

 

La siembra de transgénicos en territorio nacional, así como su venta, pone en peligro las semillas nativas por contaminación.

En el caso del maíz, pero no exclusivamente, México es un centro de origen: está al origen de 59 razas de maíz. Esta variedad corresponde a una adaptación a los diferentes tipos de suelo y climas del país: existe un tipo de maíz agrícolamente sustentable para cada tipo de suelo. La contaminación del maíz nativo por el transgénico implica su desaparición, la pérdida de 10 000 años de trabajo de los agricultores que lo desarrollaron, la contaminación genética de las redes alimenticias, así como la pérdida de la soberanía alimenticia.

A pesar de la moratoria para su cultivo, la contaminación transgénica del maíz nativo se documentó desde 2001 en Oaxaca[ii]. En 2005 hubo otro estudio que declaró las muestras libres de contaminación, pero sus resultados fueron puestos en duda por el conflicto de intereses en que incurrían las instituciones que lo realizaron[iii].

 

Desde 2012 la importación de maíz estadounidense batió el récord con 9 millones 515 000 toneladas como resultado lógico de 5 años de eliminación de los aranceles comerciales a ese producto[iv].

La introducción de maíz importado a bajo precio (dumping[v]), junto a la eliminación de subsidios al cultivo del maíz en México, al tiempo que en Estados Unidos los subsidios[vi] se incrementaban (ver Bill Farm de 2008), socavó la producción maicera nacional.

Para ese mismo año el 88% de la producción de maíz en Estados Unidos era transgénica[vii]. El maíz que se importa no tiene clasificación, las tiendas Diconsa lo venden sin etiquetado, la falta de información sobre el tipo de maíz y su distribución nacional arman el escenario para la contaminación genética del maíz nativo, lo que ocasionaría su desaparición.

(La importación que actualmente se promueve del maíz de Sudamérica adolece del mismo problema, Argentina es productor de maíz transgénico[viii].)

 

En Oaxaca, en la Nota del 1º de marzo de 2012, el Redactor Especial de Naciones Unidas sobre el Derecho a la Alimentación, Olivier De Schutter, recomendó reinstalar de manera urgente la moratoria a la siembra de maíz transgénico en México[ix].

México es un reservorio genético del maíz y del conocimiento para cultivarlo, y tiene la responsabilidad de conservarlos.

 

La invasión de las semillas transgénicas se ha estado preparando con el apoyo del Gobierno, en beneficio de las corporaciones que las crearon y las comercializan y en perjuicio de los pequeños y medianos productores nacionales. La introducción de semillas transgénicas responde a una estrategia que sólo puede tener por objetivo el control del mercado de semillas, con la subsiguiente pérdida de la soberanía alimenticia.

 

 

ANTECEDENTES.

1) Concepto de equivalencia sustancial de un producto transgénico con su equivalente natural.

A pesar de sus limitaciones el concepto de equivalencia sustancial fue introducido por la OECD en 1993 y reconocido por la FAO y OMS desde 1996.

“Para alimentos e ingredientes alimenticios con origen en organismos desarrollados por aplicación de la biotecnología moderna, la manera más práctica de determinar es considerando si son sustancialmente equivalentes a productos alimenticios similares…”

La equivalencia se basa en la “similitud” entre las composiciones químicas de ambos. Pasando por alto el hecho que los efectos bioquímicos, inmunológicos o toxicológicos sobre las personas que los consumen no pueden deducirse a partir de la pura composición química del alimento[x].

 

2) Auspiciados por la FAO y OMS, se preparó también el arsenal de protección legal para los nuevos organismos desarrollados por las industrias biotecnológicas.

Se alegó que: aunque los transgénicos eran lo suficientemente “similares” a sus equivalentes naturales como para eludir los estudios sobre la dosis diaria aceptable (ADI, aceptable daily intake) que se impone a cualquier compuesto químico destinado a herbicida o alimentación (previamente a su introducción al mercado); sí eran lo suficientemente diferentes de sus análogos naturales para requerir la protección de la variedad vegetal transgénica[xi].

La base para su protección serán las Actas de la Unión Internacional para la Protección de Nuevas Variedades de Plantas, organismo intergubernamental con sede en Ginebra, mejor conocido como UPOV y cuyos lineamientos reflejan los intereses no agrícolas de sus miembros fundadores: Holanda, Gran Bretaña y Alemania.

Existen dos versiones vigentes de las Actas UPOV, la de 1978 y 1991.

 

3) En 1994 el GATT y, en el 1995, la Organización Mundial del Comercio (OMC) coadyuvan a la privatización de los derechos de propiedad intelectual[xii] al adscribir al ADPIC (Acuerdo sobre los Aspectos de los Derechos de Propiedad Intelectual Relacionados con el Comercio) y volver obligatorio el Artículo 27, inciso 3b de la Sección 5 del Anexo 1 del ADPIC:

“… los miembros deben proveer protección a las variedades vegetales por medio de patentes o por un sistema sui generis eficaz o por una combinación de ambos.”[xiii]

 

3) En 1996, se expide en México la Ley Federal de Variedades Vegetales [xiv](LFVV) que permite el otorgamiento de certificados de obtentor sobre variedades vegetales.

El 9 de julio de 1997 la Oficina de la UPOV recibe la notificación del Gobierno que “la legislación concerniente a los derechos de los obtentores aplica para todos los géneros y especies” y dos meses después pasa a ser miembro de la UPOV a través del Acta de 1978.

 

En 2012 buscó modificarse esta ley para alinearla con las directivas del Acta UPOV 91, reforma que por presión ciudadana se abandonó.  

El Acta UPOV 91 autoriza las patentes sobre la materia viva e introduce el concepto polémico de Variedad Esencialmente Derivada[xv] (VED). Según esta versión de la UPOV, en caso de contaminación transgénica de las semillas nativas, el agricultor afectado estaría obligado a pagarle al propietario de la patente transgénica al origen de la contaminación.

 

4) Ahora que está en puerta la renegociación del TLCAN, es urgente establecer estándares máximos de protección sobre la materia viva.

El TLCAN en su Cap. XVII establece estándares mínimos[xvi], pero no estándares máximos de protección sobre la materia viva, dejando abierta la puerta a todos los abusos en materia de derechos intelectuales por parte de los obtentores de variedades transgénicas.

 

 

 

Por lo antes expuesto, antes de que sea demasiado tarde, solicito a este Honorable Congreso de la Unión, se sirva estudiar y acordar favorable mi petición.

 

                                                Respetuosamente

                                    General de Brigada DEM Retirado

 

 

 

                                    MAURICIO AVILA MEDINA.

 

 

 

 

 

CAMARA DE SENADORES/ 2017 MAY 17/ AM 12:17/ Presidencia de la Mesa Directiva SECRETARIA TECNICA/ 008967

C.c.p. H. CÁMARA DE SENADORES/ 17 MAY 2017/ COMISIÓN DE DESARROLLO RURAL/ Recibió Ramiro Flores/ 17/05/17/ 12:25

PODER LEGISLATIVO FEDERAL H. CAMARA DE DIPUTADOS/ 2017 MAY 17/ PM 1:28/OFICIALIA DE PARTES RECIBIDO

PODER LEGISLATIVO FEDERAL H. CAMARA DE DIPUTADOS/2017 MAY 31/ PM 12:41/ PRESIDENCIA DE LA MESA DIRECTIVA/ 007530

 

 

 



[i] El principio precautorio es reconocido por el Convenio de Rio de 1992, así como el Protocolo de Cartagena del 2000, de los cuales es signatario México, pero no los Estados Unidos.

[ii] A. Alvarez Morales, “Transgenes in maize landraces in Oaxaca: official report on the extent and implications” in The 7th International Symposium Biosafety of Genetically Modified Organism, Meeting Proceedings, Beijing, 2002, p. 78.

[iii] Participaron científicos del Instituto Nacional de Ecología, pero sobre todo del Genetic ID North America y de la Universidad de Ohio.

[iv] Roberto Morales, “Rompen récord importaciones mexicanas de maíz” consultado el 15/5/2017 en eleconomista.com.mx/industrias/2014/01/07/rompen-record-importaciones-mexicanas-maiz

[v] Estrategia del dumping aplicada por el Gobierno mexicano contra sus propios agricultores.

[vi] En la forma de “…pagos de contrato de flexibilidad de producción, préstamos de comercialización, ayuda ante desastres, pagos de conservación y seguros de cultivo”, USDA/NASS 2012, Census of Agriculture in census.gov/acs/www/, citado por Arcelia González y Juan Fco. Ávila, El maíz en Estados Unidos y en México. Hegemonía en la producción de un cultivo, Argumentos, UAM-Xochimilco, México, 2014, p. 224.

[vii] Ibidem., p. 225.

[viii] Tan solo para 2015, 24.5 millones de hectáreas se dedicaron al cultivo transgénico en Argentina, de los cuales 2.9 millones para el maíz transgénico. Consultado el 16/5/2017 en isaaa.org/resources/publications/biotech_country_facts_and_trends/download/Facts%20and/20Trends%20-%20Argentina.pdf

[ix] Informe del Relator Especial sobre el derecho a la alimentación, Oliver De Shutter. Misión a México, Consejo de Derechos Humanos, 19° período de sesiones, Asamblea General de las Naciones Unidas, 17 de enero 2012, p. 21.

[x] Erik Mullstone, Eric Brunner y Sue Mayer, “Beyond ‘substantial equivalence.’ Showing that a genetically modified food is chemically similar to its natural counterpart is not adequate evidence that is safe for human consumption.” in Nature, vol. 401, 7 de octubre 1999, pp. 525-526.

[xi] Según quedó en evidencia en la primera reunión sobre los riesgos de los alimentos transgénicos que se llevó a cabo en 1990 en presencia de industriales y oficiales de FAO Y OMS, pero sin representantes de los consumidores, Strategies for Assessing the Safety of Foods Produced by Biotechnology, OMS, Ginebra, 1991 cit. supra ix.

[xii] “Members… Recognizing that intellectual property rights are private rights…Desiring to establish a mutually supportive relationship between the WTO and the World Intellectual Property Organization (WIPO) as well as other relevant international organisations…Hereby agree as follows…”, Agreement on Trade-Related Aspects of Intellectual Property Rights, OMC, 1994, p. 320.

[xiii] Ibidem., p. 331.

[xiv] DOF, n° 19, p. 23, del 25 de octubre de 1996.

[xv] Act of 1991. International Convention for the Protection of New Varieties of Plants, Cap. V (Sobre los derechos del obtentor), art. 14, inciso 5, pp. 10 y 11.

[xvi] Cit. supra vi, p. 226.

El primer reto que enfrenta quien se dedica a hacer periodismo en Michoacán son los bajos salarios que obtienen por su labor. Los ingresos pueden ir desde los 1,500 pesos por medio tiempo hasta los 9 mil pesos. Esta situación financiera es la primera vulnerabilidad, ya que forza a que el comunicólogo busque entradas extra, las cuales, a veces, pueden ser buscando otro trabajo, o a través del “chayote”; el problema es  que la relación entre ambos -entrevistado y entrevistador- se distorsiona, el material que se genera está viciado de origen y carece de cualquier investigación. La objetividad se ha sacrificado a nombre de la sobrevivencia. Lastimosamente, el lector desconoce el hecho y lo consume como si fuera algo real y no una publicidad.

El segundo hecho que deberíamos considerar, que impide el buen desarrollo de la libertad de expresión, es que la entidad no ha terminado de superar sus problemas de inseguridad. El Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) ha intentado infructuosamente controlar todo Michoacán; sus avances son significativos, pero no ha podido someter a los grupos criminales locales. Esto implica que no hay condiciones para realizar un periodismo de investigación que pueda establecer los vínculos entre criminales y políticos, los cuales son protegidos por la Procuraduría General de Justicia del Estado de Michoacán.  Su titular, José Martín Godoy Castro, está ahí por una herencia maldita de Alfredo Castillo Cervantes, ex comisionado para la Paz, Seguridad y el Desarrollo Integral de Michoacán.
 La impunidad con la que se maneja el funcionario la han sufrido los periodistas; en el caso de la desaparición del comunicólogo Salvador Adame Pardo, el pasado 18 de mayo, el procurador, sin prueba alguna, aseguró que el tema se trataba de un asunto de ‘faldas’.
Se tuvo que retractar, solo porque el gremio se movilizó el primero de junio a la Ciudad de México, a las Cámara Alta y Baja para denunciar las irregularidades del caso. Entonces Godoy Castro aclaró, de dientes para afuera, que la línea de investigación principal de la desaparición era por el trabajo periodístico que hacía Adame.
Si esto fuera cierto, el procurador de Michoacán tendría que investigar al presidente municipal de Nueva Italia, Salvador Ruiz Ruiz. Vale la pena recordar que el periodista había denunciado que el edil utilizaba su puesto para hacer “negocios” en todo lo que llevaba de su periodo.
 En este contexto, resulta lógico que los habitantes de Nueva Italia  señalen que el presidente  municipal  mandó desaparecer a Adame Pardo y que, independientemente de que esto sea verdad o no,  el  edil lo pagará con su vida.
Uno de los amigos del periodista desaparecido era el narcotraficante más importante de la región, Miguel Ángel Gallegos Godoy, El Migueladas, quien estimaba a Adame (era la niña de sus ojos) porque era muy bocón y decía siempre la verdad. Quien conoce a este criminal sabe que suele vengar la muerte de sus seres queridos y no suele tener piedad.
Ahora bien, la desaparición del periodista podría interpretarse de dos modos: el presidente municipal de Nueva Italia la operó, porque es muy irresponsable y no midió las consecuencias. El hecho implica que él está siendo protegido por el Cártel Jalisco Nueva Generación.
Sin embargo, esto no significaría que el fundador de la CJNG, Rubén Nemesio Oseguera Cervantes, alias El Mencho tenga un pleito con su amigo-socio, El Migueladas. Aunque todo es posible en Nueva Italia, hasta hacer periodismo.

 

 

 

Todavía amodorrado, después de haber sido despertado por el insistente timbre de mi celular los primeros minutos de la madrugada del lunes 29 de mayo, recibí una retahíla de datos incomprensibles en un primer momento: “Entre gitanos no nos leemos las manos. Lo que publicaste en Facebook es una difamación. Además, acuérdate que en El Universal también colabora Víctor López Jaramillo, el rector de la UAQ, otros universitarios y sabemos que tú estás en Radio UAQ”. En segundos mi ritmo cardiaco se alteró y mi corazón pasó a la fase del taka taka.

La voz de quien me llenaba de reproches, amenazas y peticiones era grave, masculina. Como en las llamadas de extorsión, en las que no te dan tiempo ni de respirar. En algún momento quien hablaba se identificó como José o Juan Antonio Gurrea de El Universal, no entendí bien debido a que el sueño del que fui arrancado, estaba colgado en mis pestañas.

Con dificultades intenté armar una defensa, en lo que mi adormilado cerebro se ponían al corriente de lo que estaba ocurriendo en mi entorno, que percibí como una situación de riesgo. Instintiva y discretamente me asomé por la ventana que da a la calle para ver si quien llamaba pudiera estar afuera, pero no, el lugar estaba en calma, sólo el ladrido agudo del perro de mi vecina se escuchaba de vez en cuando, como siempre.

Lo primero que alcancé a balbucear fue una pregunta, únicamente para tratar de hacer tiempo y acabar de comprender la situación en la que me encontraba “¿Qué quieres que haga?”, la respuesta fue inmediata, contundente, con la voz ya un poco elevada de tono, imperativa “Ya te dije que lo que posteaste en Facebook es una vil calumnia y quiero que lo borres”.

Hasta ese momento de la llamada, cuando no había transcurrido ni un minuto, mi cerebro hizo click y recordé que dos días antes, la noche del 27 de mayo publiqué en mi muro de Facebook lo que seguramente molestaba a quien interrumpía mi sueño y que transcribo tal cual: “De la censura en El Universal y cosas peores”. El columnista Fernando Corzantes denunció en su muro de Facebook que su colaboración "Bienvenidos a la pesadilla" (27mayo2017), le fueron censuradas en el Universal Querétaro las siguientes líneas en las que hacía alusión al mandatario panista de Querétaro: "El 1 de octubre de 2015, las palabras del gobernador Francisco Domínguez se mostraron proféticas, cuando señaló que “No cabe duda: La historia de Querétaro es también la historia de México. Así será, también, la historia del futuro”. Aunque los ciudadanos de a pie intuíamos que al gobernador no se le podía tocar ni con el pétalo de una rosa en los periódicos, ahora el Universal Querétaro, nos muestra de manera descarnada el férreo control que el gobierno ejerce sobre la prensa.

Hace dos días que el Fiscal de Querétaro, Alejandro Echeverría Cornejo declaró que en Querétaro existe la plena libertad de expresión”.

Esta opinión en mi muro de Facebook era la que estaba causando que la gente de El Universal irrumpiera en mi intimidad, de entrar en el lugar más sagrado de cualquier persona. Atiné a decir a mi interlocutor que yo únicamente había retomado lo que Fernando Corzantes había denunciado como censura de El Universal en su muro de Facebook. Contestó que ya había hablado con Corzantes que con él no había ningún problema que ya se le había explicado que se le recortó su texto porque se había excedido de caracteres.

José o Juan Antonio Gurrea dio por finalizada la llamada. Colgó y yo, aunque regresé a la cama ya no pude conciliar el sueño y tuve que esperar cinco horas más, hasta que diera la hora en la que normalmente me levanto por las mañanas.

Cuando pensé que el exabrupto habría pasado, al día siguiente, el martes 30 de mayo la presión y las amenazas por parte del mismo emisario de El Universal continuaron, ahora por Whatsapp a las 16:42 horas: “Ahí está tu “censura” (con el enlace del texto de Corzantes publicado sin censura en El Universal), “cómo te encanta calumniar, caramba” “Ya checaste el face de Corzantes??” (Corzantes borró de su muro la denuncia de censura) “Y el like que te dio?” (Corzantes borró también un “me gusta” en mi muro de Facebook).

Como no quise entrar en ninguna polémica con quien me agredía, únicamente pregunté “Ahhh, hola, me recuerdas tu nombre?” a lo que respondió, varias horas después, a las 11:05 de la noche: “No importa el nombre” “importan los hechos” “Ya checaste el face de Corzantes??” “Y el like que te dio?” “Ya no tienes argumentos para calumniar” “Ahí está tu censura” (otra vez con el enlace del texto de Corzantes publicado sin censura en El Universal) “Ahí está el artículo completo”.

Por supuesto que no he borrado de mi muro de Facebook lo que Fernando Corzantes denunció por el mismo medio como censura y, adelantándome a que él tal vez si lo quitara, hice una captura de imagen de su muro (que después borró). También tengo el número de celular desde el que me marcó José o Juan Antonio Gurrea.

Obviamente no borré de mi muro de Facebook la denuncia por censura y comenté la situación con uno de mis amigos, quien me recomendó que acudiera al Mecanismo de Protección a Defensores de Derechos Humanos y Periodistas de la Secretaría de Gobernación, puesto que era evidente la amenaza en mi contra, así como la irrupción de la intimidad de mi persona.

Y ya que hablamos de empresas periodísticas, cabe agregar un texto publicado por Julio Figueroa en Facebook (¿en dónde más?) el 2 de junio de 2017: “Al principio de esta semana se publicaron 8 planas de publicidad del gobierno de FDS en El Universal Q, medio donde colabora como articulista el maestro Juan José Arreola, y esa publicidad no llegó a los otros medios como Plaza de Armas, por ejemplo. ¿Cómo se puede interpretar este hecho? ¿Qué significa, Juan José Arreola de Dios?”.

 

 

 

Nos están matando Rulfo... No les basta hacer del territorio nacional un llano en llamas, quieren acabar con todos y con todo, dejarlo yerto, volverlo páramo... No les importan los gremios o los sectores sociales, les da lo mismo la edad, el género, la profesión o los anhelos, lo hacen lo mismo en plena luz del día que a duermevela... Nos están matando Rulfo... Tiran las balas a mansalva y echan a correr, agreden a puño limpio para luego esconder las manos con bajeza... Lo quieren todo Rulfo: la inocencia, la entereza, el clamor, la esperanza, la dignidad, los sueños... No saben, Rulfo, que cada asesinato es un grito a flor de piel, que cada desaparecido es un incendio, que cada mujer mancillada es una rebelión, que cada sinrazón la agitación de voluntades... No se imaginan, Rulfo, que las osamentas que esparcen en el anonimato de fosas escondidas son semillas para la acción, que los periodistas que asesinan ponen mayor foco en sus crímenes, que el espanto no nos hará callar, porque duele tanto que es imposible... Ay Rulfo, Juan, ya no podemos emularte y tener diálogos hirientes con los muertos... Sí Juan, Rulfo, nos están matando, pero sábelo desde ahora: floreceremos...

Está cabrón escribir sobre un compa muerto. Recordar las palabras que un día me dijiste.

Sentir la culpa de no haberte abrazado una vez más, pensar la pregunta aquella que  te hice y reprocharme el haberla hecho. Puta madre, Javier.

Si hubiera sabido cuan vulnerables estamos, créeme que mejor me lo callo. Pero no, así nos mostraste tú el camino, con la libertad del pensamiento, de poner sobre la mesa la transparencia, soltar las amarras porque en este tiempo de violencia no hay más alternativa que agarrarse de los huevos.

Todavía Javier, recuerdo tu cara de niño sorprendido. Tu respuesta certera: “No sé por qué no me han matado, creo que habría que preguntárselo a ellos”.

Me sorprendía tu constancia. Y ante la ola de crímenes contra los profesionales de la pluma, no hacía más que cuestionarme cómo es que con tanta investigación, tanto decir la realidad, continuaras gastándote las suelas de los zapatos en la talacha diaria.

Te sabía inmortal, intocable, con esa habilidad de perro sabueso que te caracterizaba. Tu mirada construía el testimonio de nobleza y destreza. El olfato afilado, la intuición a flor de piel.

Por eso, Javier, le ganaste las batallas, muchas veces, y documentaste lo que nadie, lo que a todos se nos antojaba impronunciable. Ahí ibas, con esa granada en la boca, desafiando la rabia que habita el intestino del narco, del gobierno.

Ahí fuiste siempre, a ponerte en los zapatos del otro, a sufrir la desolación de tantos desaparecidos, retratando la crueldad que encierra esa frase que una vez me subrayaste desde tu voz: “Es difícil contar una historia de muerte sin cadáver”.

Javier, cuánta oscuridad nos anda cegando a todos los que somos tus compas, al gremio en general. Qué vacío está esto de andar la pluma al enterarnos de las balas que te perforaron. ¿Cómo entender esto que pasa, cómo asimilar que ya tu sombrero nos estará más para abrazarnos de tu existencia?

Está muy gacho, bato. Con toda la enseñanza que podamos tener a partir del profesionalismo de tu nombre, con todas las veces que nos abrazaste de ternura, está cabrón, bato, despertar y no tener allí frente a nuestros ojos el recado siempre puntual para advertirnos en sinopsis el contenido de tu recién desempacada bomba que intitulabas Malayerba.

¿Con qué le vamos a salir a nuestros hijos cada vez que nos pregunten sobre el por qué matan a los periodistas? Cada vez que nos ven con el rostro hinchado de tanto pensarte y saber que no andarás más la vida con tu libreta en la mano.

¿Qué les vamos a decir a nuestras madres quienes saben que tú anduviste recolectando voces de las madres de las víctimas y en solidaridad buscando a sus hijos? ¿Con qué cuento las vamos a consolar? ¿Cómo nosotros mismos encontraremos consuelo?

Vale verga, Javier, me niego a aceptar este capítulo de la vida. Que no me vengan a decir que así son las cosas, que no me quieran dorar la píldora con que este es un país de mierda y esto pasa.

Vamos implorando al cielo, rogándole a Dios, que tu nombre jamás se nos caiga de la boca y que todos los días sea un estruendo para las conciencias (si es que la tienen) de los edificadores de tanta crueldad.

Javier, te espero a la vuelta de la vida, para volver a abrazar tu mirada de niño taciturno, para escucharte de nuevo y leer todas las letras que te llevaste ese lunes infausto en que el cielo culichi se despedazó.

 

 

 

NUESTRA APARENTE RENDICION | 2010

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