Viernes, mengua la luna
la rosa negra transmite el silencio de los iniciados
Rose-Emily Rothenberg
I. Lienzar
Llego al Museo a las 6:00 pm, al entrar, desde el segundo piso, se despliega una gran cortina de pañuelos bordados. Me siento mareada, recuerdo cómo aquel 1 de diciembre del 2012, signados por pisotones y manchas de sangre, recibieron refugio en el Museo Memoria y Tolerancia, a consecuencia de la violencia que se desató entonces… Ahora que los veo albos, serenos, iluminados, mis ojos hacen llanto.
Me acerco lentamente. Para mirarlos, tengo que echar la cabeza hacia atrás, como cuando en el mayor de los desesperos, se mira al Cielo implorando misericordia, milagro, justicia divina.
Cada pañuelo -narrador de su propia historia- es una letra, que se engarza con la siguiente, y que de manera sucesiva, termina por formar un texto colectivo -escrito con hilo y aguja-, en el que muerte, dolor y vejación se apersonan y nos miran fijamente, pero en el que también amor, esperanza, solidaridad y valentía, laten con vehemencia, nos exigen compromiso y conciencia despierta.
II. Izquierda -Mónica González-
Me adentro en el útero de la muerte.
Del cielo penden urnas escarlata, adentro de ellas,
el árbol de la ausencia, pare
orfandades, viudeces, sufrimiento e insomnio.
Postal a postal, la ruta del dolor, cartografía nuestras llagas.
III. Diestra -Isolda Osorio-
Obturas la luz con tu mirada de espejo
a muchos metros del suelo
un laberinto de sangre
pergeña el crepúsculo, se hunde en la carne
Desde tu trapecio de arena, ventanas el tiempo
alaridas la noche
* Inauguración de la exposición en el Museo Memoria y Tolerancia, en el marco del tercer aniversario del Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad.