NUESTRA APARENTE RENDICION

El tiempo de la resistencia Yaqui

En el evento de Facebook la cita era a las 10:00 am, pero la hora yaqui se impuso a la temporalidad occidental. En el mismo evento de Facebook, la investigadora Raquel Padilla, quien ha estudiado la cosmogonía, la historia y a la sociedad de la Tribu Yaqui, explica cómo el tiempo de ellos se mide diferente al de los yoris. Padilla explica: “La HORA YAQUI es el tiempo medido a la usanza yaqui. Se calibra por la salida del sol, por el canto del gallo o por el astro rey en el cenit... Luego entonces, el resonar del tambor yaqui no está marcado por las obsesivas manecillas de un reloj, aunque en nuestras palabras occidentales esto pueda llamarse impuntualidad. En fin, la manifestación de hoy por la libertad de Mario Luna y Fernando Jiménez Gutiérrez frente a Palacio de Gobierno, el Congreso y el Tribunal de Justicia, se cambia de las 10 am a las 12 del mediodía. Esperamos contar con su asistencia y apoyo.” Así muchos hermosillenses nos fuimos adecuando a las formas de lucha de una comunidad que lleva siglos en resistencia.

 

El tambor yaqui, la flauta y el resto de los instrumentos comenzaron a sonar afuera del Palacio de Gobierno. El tiempo de la resistencia lo comenzó a marcar la tribu. El venado y los pascolas comenzaron a bailar afuera del palacio mientras que representantes del Pueblo Mayor leían un comunicado dirigido a los pueblos indígenas de México y el mundo, pero también a quienes se hermanan en la resistencia contra el mal gobierno de México y del Gran Capital.

 

En este comunicado, el cual primero se leyó en yoreme y después en castellano, la Tribu critico los vínculos y los intereses de los tres niveles de gobierno con los del orden mundial. Criticaron como los gobiernos siguen las órdenes del gran capital que busca despojar a las comunidades originarias de sus recursos naturales, como lo hacen ahora con la Tribu Yaqui. El comunicado de la tribu es crítico con un sistema que los destruye todo y que cada vez deja más vulnerables a los más desprotegidos, a los indígenas, al campesino, a los pobres. Por eso la Tribu Yaqui se solidariza con la de los padres de los normalistas desaparecidos en Ayotzinapa. Cómo pueblo en resistencia saben muy bien que tienen al mismo enemigo, al Estado y al mal gobierno.

 

Terminado el comunicado la Tribu intento entrar al Palacio de Gobierno, pero les cerraron las puertas. En el interior había un concierto privado para el gobernador y su gabinete. Por eso los yaquis no pudieron entrar. Únicamente recibieron a dos para dejar un oficio y firmárselos como recibido. Al salir el vocero yaqui dice: “Como vieron no nos quieren a los yaquis en este palacio. Pero no importa, nosotros ya lo sabíamos.”

 

Frente a la puerta del palacio la madre de Mario Luna, uno de los presos políticos por los cuales se pide su pronta liberación,  reclama a los guardias el motivo por el cual no la dejan pasar. ¿Por qué le tienen tanto miedo a una mujer adulta e indígena?

 

La tribu decide ir ahora al Poder Judicial. Lo hacen juntos, acompañados por algunos ciudadanos de Hermosillo que comienza a solidarizarse con su causa y dejan atrás esa idea que el gobierno de Padrés a querido sembrar en los hermosillenses, la de que los yaquis son unos egoísta que no quieren compartir el agua. En una de las mantas que los yoremes llevan desmienten la versión del gobierno, y en esta se puede leer: “Hermosillo se merece agua sin odio y racismo contra la Tribu Yaqui.”

 

Frente al Poder Judicial los instrumentos vuelven a sonar, el venado y los pascolas vuelven a danzar mientras los voceros entran a dejar otro oficio en los tribunales. La resistencia yoreme sigue y seguirá hasta que se les respete su legítimo derecho sobre su territorio y sus aguas, la cual es su lucha de muchos siglos atrás. Y así, sin que les hagan mucho caso, los yaquis se van, sabiendo que el gobierno racista de Padrés no los quiere, pero con la dignidad y el orgullo bien puestos, como siempre lo han manifestado de tiempo atrás, desde ese tiempo yaqui que no se mide en años, días, horas y minutos, sino en el movimiento del sol, el canto del gallo y sus tradiciones ancestrales.

Información adicional

  • Por: : Hermes D. Ceniceros

NUESTRA APARENTE RENDICION | 2010

Top Desktop version