NUESTRA APARENTE RENDICION

Octubre en Chihuahua: Trick or treat

En octubre cayeron 42. Asesinados con arma de fuego. Octubre es el segundo mes más violento en lo que va del 2104, un año en el que volcamos todas nuestras esperanzas para no volver a ver un solo homicidio más. El peor fue mayo con 50 asesinatos.

 

Trick.

En 2013 las autoridades locales y estatales nos prometieron que las cosas irían mejor. Que por eso las fuerzas federales y los militares habían partido de Ciudad Juárez y de todo el estado. Nos enseñaron unas gráficas, en los medios de comunicación, en eventos públicos, en eventos privados, con el número grande: 90. 90% en la disminución del delito de homicidio.

Para el próximo año podremos decir que Ciudad Juárez se ha recuperado. Así nos dijeron. Creímos en la promesa de un truco final que nos llevaría de La Ciudad Más Violenta Del Mundo a la ciudad del progreso, de la inversión y la paz.

Y nadie se puede quejar, así decimos aquí. Efectivamente ya no son 3 mil 100, como en 2010. Ni 2 mil 900 como en 2009. Ahora solo son 43, máximo 50, así decimos aquí.

 

Treat.

¿Cuántos son 50 frente a 3 mil?, nos pregunta el PRI, el local y el estatal. Y esa cifra a veces es como un dulce, la ponemos en nuestra canasta, la llevamos a casa, le quitamos la envoltura, la saboreamos. Hasta que se acaba. 50 asesinatos son 50 familias llorando, unas aquí en Juárez –aquí al lado de mi casa-, otras allá en “el sur”, ese imaginario que siempre nos da la distancia necesaria para pensar que no fuimos nosotros, que a nosotros no nos toca hoy.

Y así seguimos llenando nuestras canastas de cifras envueltas en papelitos alegres: 3 mil 100 en 2010, un dulce amargo que igual chupamos –así decimos acá. 90% menos en 2013, un caramelo que saboreamos y que no queríamos que se acabara. 50 en mayo, 42 en octubre. Elegimos el dulce al truco, porque el truco suena a promesa, el dulce al menos podemos clavarle los dientes por un rato. En lo que se acaba.

 

Fantasmas.

En 2010 alguien apuntó su arma a mi nuca. Este octubre el novelista César Silva Márquez lo escribió en un libro. “Por favor, dijo Luis Kuriaki, pero eran fantasmas y los fantasmas no escuchan. Se dio cuenta de que esas serían las últimas palabras que pronunciaría en vida”, escribió cerca de la mitad de su última novela La Balada de los Arcos Dorados. Me ha tomado 4 años entender que los fantasmas no escuchan.

Nos dijeron que los fantasmas son los muertos. Como los 3 mil 100, o los 42 de octubre. Y con el cañón en la nuca me preparaba para ser un fantasma. Pero tras leer la novela me di cuenta que los fantasmas no son los muertos, sino los que no escuchan. Los que no escuchan que 50 -¿Qué tantos son 50?- son muchas lágrimas y mucho terror. Que 43 son menos, pero el dolor se escucha igual que 3 mil 100. El terror.  

 

Información adicional

NUESTRA APARENTE RENDICION | 2010

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