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Noviembre en Guerrero: Narco(y)política, un viejo maridaje

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Atrás de la aparición de grupos de autodefensa en 40 de 81 municipios de Guerrero, México, está la acusación de la población de que el narco opera a sus anchas. Así ocurrió en Huamuxtitlán en junio de 2012; en Olinalá en octubre y Temalacatzingo en diciembre de ese mismo año; en Ayutla y Tecoanapa en enero de 2013, luego en Tierra Colorada, en marzo y en Xaltianguis, municipio de Acapulco en junio, también de 2013. Y a principios de 2014, en enero, en los pueblos del valle de Chilpancingo.

Desde mediados de 2012 las autodefensas se han expandido por las siete regiones del estado y en cada uno de ellas al menos un presidente municipal ha sido señalado de tener nexos con los grupos locales de narcotraficantes. 

El gobierno ha tenido conocimiento de eso. Y debe saber más. El gobernador con licencia Ángel Aguirre Rivero declaró desde mayo de 2013, que los alcaldes de la región Norte tendrían que deslindarse de la delincuencia organizada porque tenía informes de que había presidentes municipales ligados al narco. Luego, el 22 de febrero pasado, el entonces vocero del gobierno del estado José Villanueva Manzanarez acotó que no sólo los de esa región sino que los 81 alcaldes estaban siendo investigados por el gobierno federal.

Hay una investigación abierta para todos los alcaldes de los ayuntamientos de Guerrero —dijo Villanueva a reporteros en Chilpancingo—, para saber si están involucrados con el crimen organizado. Esa investigación es permanente. A los presidentes municipales de los 81 municipios se les investiga”.

 

De los 16 alcaldes de la región Norte, a la que hizo alusión Ángel Aguirre el año pasado, siete han tenido algún tipo de roce con grupos del narco, o al menos son de los casos que se han conocido. El más sonado fue (antes que el de Iguala) el de Teloloapan, cuyo alcalde, Ignacio de Jesús Valladares Salgado, fue levantado y sometido para que se comprometiera a nombrar a un jefe policiaco a modo del grupo criminal La Familia Michoacana. De lo contrario, lo amenazaron, iba a arder Teloloapan.

El pacto fue grabado y subido a la página de YouTube. Aquí algunos extractos:

La razón por la que está aquí —le dijo uno de sus captores— es porque queremos tener al pueblo tranquilo de Teloloapan, y todo eso está en sus manos. Entonces, hoy queremos que se comprometa con nosotros a poner a un director (de la policía) como quedamos. Explíqueme cómo quedamos.

Si este... —respondió el alcalde— pues yo por mi parte tengo que hacer el compromiso, con ustedes y con toda la ciudadanía, de poner un director de Seguridad Pública que sea una persona que sea ajena a los intereses de otras personas; que sea neutral y que se dedique a trabajar, al igual que yo lo pienso hacer, por el beneficio de toda la ciudadanía.

¿Usted hace ese compromiso con nosotros?

Yo hago este compromiso el día de hoy con ustedes.

Con nosotros, Familia Michoacana —lo interrumpieron.

Con ustedes... Familia Michoacana... —concedió en voz baja Ignacio de Jesús.

Más adelante, Valladares acepta conocer a uno de los capos locales. Uno apodado El Pez.

Usted tiene mucha amistad con los apás de nosotros, con los papás de nosotros. ¿Ha tenido amistad con ellos?

Este… tengo una relación de amistad...

¿Con quién exactamente?

Pues desconozco su nombre…

¿Apodo?

Este… con El Pez —confirmó el alcalde.

¿Muy amigos?

Este… pues no somos tan amigos pero...

Igual, igual como nosotros pues, amigos.

Sí, señor —asentó el alcalde.

Ándele… aquí más que nada por la amistad que lleva con el señor Pez, con el patrón… le estamos dando la atención.

Ajá…

Después de eso Ignacio de Jesús sacó a su familia del municipio y desde entonces gobierna con un séquito de escoltas asignados por la Procuraduría General de la República (PGR). El pacto no fue cumplido, y por ese motivo una célula de Guerreros Unidos, aliados a la Familia Michoacana —según la fiscalía federal— atacó en mayo de 2013 la comandancia de la policía municipal y mató a dos agentes. Ahora, es la Policía Federal y el Ejército quienes se hacen cargo de la seguridad en el municipio.

En una entrevista en su despacho, se le preguntó sobre la advertencia de Villanueva Manzanares de que se les está investigando.

¿Y no teme que lo vinculen con algún grupo criminal?

De hecho, nos están vinculando.

¿Lo dice por lo que dijo José Villanueva?

Ojalá que nos investiguen y digan “aquí se requiere reforzar la seguridad”, hijuela chingada —dijo y dio un golpe en el escritorio—. Estamos dispuestos a someternos a las investigaciones que ellos quieran.

 

Otro de los alcaldes de la región Norte que han sido vinculados con grupos del narco es el ex alcalde de Iguala, José Luis Abarca Velazquez. Desde que mataron al síndico de ese municipio, Justino Carvajal Salgado, en marzo de 2013, pasando por el asesinato de tres miembros de la organización Unidad Popular, entre ellos al dirigente Arturo Hernández Cárdona, hasta el hallazgo de más narcofosas (y un laboratorio donde se fabricaba heroína) que en ningún otro lugar del estado, Iguala siempre fue parte de los titulares de la nota roja de la prensa local. Pero no más.

Tuvo que ocurrir la masacre de los tres estudiantes normalistas de Ayotzinapa y la desaparición de 43 de sus compañeros, así como el asesinato de otras tres personas más, entre el 26 y 27 de septiembre, para que el presidente municipal fuera obligado a dejar el cargo y el Congreso del estado le revocara el mandato para que sea arrestado y enjuiciado, acusado de delincuencia organizada, lavado de dinero, abuso de poder y desaparición forzada.

 

Los cinco alcaldes restantes de la región Norte que han tenido roces con grupos del narco son el de Huitzuco, Norberto Figueroa Almazo; Apaxtla, Efraín Peña Damacio; Cuetzala del Progreso, Feliciano Álvarez Mesino; Taxco, Salomón Majul González, y Gral. Canuto Neri (Acapetlahuaya), Eleuterio Aranda Salgado. Por ejemplo, el alcalde de Huitzuco, fue secuestrado en febrero de 2013, cuando junto con su chofer y el tesorero del ayuntamiento regresaban de la feria de la Bandera en Iguala. Hasta que esto ocurrió se supo que el alcalde había sido señalado, mediante mantas colocadas en la cabecera municipal, de proteger a los grupos de narcotraficantes Los Rojo y La Familia Michoacana.

Este fue el mensaje que colocaron:

Sr. gobernador: Ya estamos cansados de tanta violencia hacia nosotros, es hora de que pongan un alto hasta este día de violencia por parte de la delincuencia organizada, quien en la que dominan las bandas de Los Rojos y la Fam. Michoacana que encabezan Leonor Nava Romero alias el ‘Tigre’ y Jhonny Hurtado alias el ‘Pescado’, comandado por el ‘Pony’, quienes son amigos y protegidos de nuestro paisano Héctor Vicario Castrejón, José Rubén Figueroa Smutny, Héctor Ocampo Arcos, José Luis Ávila López y por nuestro presidente municipal Norberto Figueroa Almazo, quien se ve beneficiado de por el crimen organizado comprándose 1 casa de un millón y medio de pesos, teniendo como cómplice al director de Seguridad, Gerardo Montelongo de la 02. No queremos secuestros y extorsiones. Si no tenemos respuesta armaremos nuestra propia guerra en contra los delincuentes como se hace en otros municipios. Queremos paz y tranquilidad para nuestras familias y no para sus beneficios políticos”.

En Apaxtla se han armado grupos de autodefensa que han señalado, por lo menos, la indiferencia del alcalde para combatir la criminalidad y darle seguridad a los ciudadanos. En Cuetzala, el alcalde Feliciano Álvarez Mesino fue aprehendido por agentes de la PGR en abril de 2014, acusado de tener nexos con la banda La Familia Michoacana y de haber participado en al menos 15 secuestros cometidos en Arcelia, Teloloapan y Tecpan. Y en Taxco, donde gobierna Salomón Majul González se halló el mayor número de narcofosas con el mayor número de cadáveres hasta el primer semestre de 2014. El 9 de febrero comenzaron las excavaciones en un punto conocido como La Antena, en la comunidad de Mezcaltepec, donde hallaron una fosa con 12 cuerpos; al siguiente día encontraron una más con un cuerpo y al tercer día encontraron 10 cuerpos más en varias fosas descubiertas en el predio. En total fueron encontrados 25 cadáveres, tres de ellos mujeres y uno tenía uniforme de policía municipal. En 2010 Taxco ya había sido noticia cuando en la mina de Dolores encontraron 54 cadáveres arrojados desde un respiradero.

De todo los alcaldes de la región Norte que han sido vinculados con el narco, el caso más folklórico, por así decirlo, es el del municipio de Gral. Canuto Neri (Acapetlahuaya). Antes de ser presidente municipal Eleuterio Aranda Salgado era cantante de música grupera que se hacía llamar El Solitario del Sur y en más de un baile dedicó al respetable canciones dedicadas a La Familia Michoacana. En un video alojado en la página YouTube puede verse a Eleuterio mandando saludos y dedicando uno de los narcocorridos a algunos de los presentes.

Dedicada a los amigos que porai nos acompañan. Órale pues, y nos vamos, el tema dice:

La Familia Michoacana es la banda más famosa, / no le tienen miedo a nada, pura gente poderosa / sus integrantes que tiene, saben hacer bien las cosas. / Sus contrarios los envidian/a esa banda tan pesada, su gente bien decidida, para todo organizada, / siempre que se han enfrentado, nunca les han hecho nada.

El gobierno federal, a ellos mucho ha buscado / yo no sé si tengan suerte; nunca los han encontrado / si se encuentran les pelean, son puros gallos jugados.

(...)

El Cinco cinco y El F, de las plazas encargados. / Teloloapan y Apaxtla las tienen bajo su mando y también en otros pueblos todo está bien controlado”.

Según datos de la Procuraduría General de la República (PGR) el 5-5 es identificado como Bartolo Viveros García, un lugarteniente de La Familia Michoacana que operaba en el sur del Estado de México y la zona norte de Guerrero, detenido en Galerías Metepec y asesinado el 17 de junio de 2012 en el penal federal El Altiplano, en Almoloya de Juárez.

El F, es identificado por la PGR como Felipe Viveros García, hermano del 5-5, y junto con El Pez o El Mojarro, Johnny Hurtado, pasó a la fama internacional luego de que integrantes de la Familia secuestraron al alcalde de Telolopan para hacer un pacto referente a quien sería el nuevo jefe de la policía en ese municipio una vez que asumiera el cargo y según datos difundidos por la Agencia Proceso (Apro), es buscado por el Ejército, luego de la difusión de este video.

La misma agencia señala a El Pez o El Mojarro como sustituto de El 5-5 y trabaja para Leovigildo Arellano Pérez, El Pony, identificado como operador de La Familia Michoacana en el sur del estado de México.

 

El resto de los alcaldes que han sido señalados de tener algún tipo de nexos con el narco son la alcaldesa de Tierra Colorada, Elizabeth Gutiérrez Paz; Huamuxtitlán, Johnny Saucedo Romero; Olinalá, Eusebio González Rodríguez; Marquelia, Javier Adame Montalván; Tixtla, Gustavo Alcaraz Abarca; La Unión, Crescencio Reyes Torres; y Chilpancingo, Mario Moreno Arcos. El primer caso puso en crisis al municipio de Juan R. Escudero cuando la autodefensa liderada por el dirigente de la Unión de Pueblos y Organizaciones del Estado de Guerrero (UPOEG), Bruno Plácido Valerio, entró a hacerse cargo de la seguridad luego del asesinato del comandante regional Guadalupe Quinoñes Carbajal.

El crimen ocurrió el 25 de marzo de 2013, y al día siguiente los retenes de la autodefensa detuvieron al jefe policiaco Óscar Ulises Valle y a 12 de sus policías, a quienes acusaron de trabajar para el narcotráfico. En una operación similar detuvieron la camioneta donde viajaba la alcaldesa, sometieron a los policías que la resguardaban y la revisaron. La alcaldesa se inconformó y dijo que la UPOEG estaba llena de delincuentes y responsabilizó al comandante Ernesto Gallardo Grande de lo que pudiera pasarle a ella o cualquiera de su familia. Ernesto, por su parte, ya había dicho que Elizabeth era la líder de Los Rojo en aquella zona.

Meses después, Bruno declaró que estuvieron a punto de detener a la alcaldesa, “la salvo el que haya tenido fuero. Qué si no”.

El caso generó una controversia en la que tuvo que intervenir el Congreso local.

En Huamuxtitlán, Johnny Saucedo Romero llegó con el estigma de ser el sobrino de Soledad Romero Espinal a quien la autodefensa que surgió en junio de 2012 acusó de ser parte de la banda de Los Rojo. Los pobladores que estaban conformados como Frente Ciudadano de Huamuxtitlán rescataron a 17 secuestrados que estaban escondidos en un paraje por el basurero municipal, tomaron la alcaldía que para entonces ya estaba en manos del ex jefe policiaco Juan Carlos Merino González, porque Soledad se había separado del cargo para buscar una diputación en las elecciones de julio siguiente.

Para quienes integran la autodefensa en aquel municipio, el actual alcalde, Johnny Saucedo, sigue cubriendo los intereses de su tía. En la misma región Montaña, pero en Olinalá, pasó lo mismo con el alcalde Eusebio González Rodríguez, a cuyo síndico, Armando Patrón Jiménez, detuvo la autodefensa liderada por Nestora Salgado García.

Desde que la autodefensa surgió en este municipio sustituyó la función de la policía municipal. En la cabecera municipal se cuenta la proeza de Nestora cuando le quitó una patrulla a los municipales, sus armas y sus arneses y fue a rescatar a un chico que estaba secuestrado por delincuentes que operaban en el poblado. Meses después Nestora contó que al poco rato de llegar al lugar llegó también el síndico y recogió todo lo que había, armas, chalecos antibalas, droga e identificaciones de los delincuentes, pero que éstos jamás fueron llamados a cuenta. Por eso ella tenía la convicción de que el alcalde tenía arreglos con los capos de la región.

En Marquelia ocurrió una situación diferente. Aquí el alcalde Javier Adame Montalván fue acusado de tener vínculos con el narco por el periódico local El Faro de la Costa Chica. El caso no quedó en un simple señalamiento y Adame contraatacó acusando al director del rotativo de ser él quien tenía relación con el narco. El dueño de El Faro, Fernando Santamaría Cruz, reviró: el 14 de febrero de 2013 el alcalde “trajo sicarios de Acapulco para que me levantaran, acusándome de ser un extorsionador que le cobraba 50 mil pesos por dejarlo trabajar”.

En Tixtla también fue la autodefensa que comandaba Gonzalo Molina González, antes de ser detenido, la que acusó al alcalde Gustavo Alcaraz Abarca de mantener relaciones con el narcotráfico vía su medio hermano, José Luis Ortega Abarca, director del Servicio Municipal de Agua Potable y Alcantarillado . Los señalamientos se hicieron más recurrentes en la medida en que escaló la confrontación del ayuntamiento contra la autodefensa que, contrario a lo que quizá se pensó, ocurrió una vez que Gonzalo fue detenido. En marzo pasado, los efectivos de la autodefensa se enfrentaron a balazos con policías municipales en la casa del alcalde. Gustavo Alcaraz se defendió y acusó a los comunitarios de tener nexos con la guerrilla y que lo que quieren es desestabilizar su gobierno no defender a los ciudadanos.

Al alcalde de La Unión, Crescencio Reyes Torres, fue el líder de la banda Los Caballeros Templarios, Servando Gómez Martínez, La Tuta, quien lo señaló, junto con su hermano, el todavía presidente de Comité Ejecutivo Estatal del PRD, Carlos Reyes Torres, en un video subido a YouTube, de tener vínculos con grupos delincuenciales que operan en la franja Michoacán-Guerrero.

De entre todos los casos en que los presidente municipales han sido relacionados con grupos del narcotráfico sobresale el de Chilpancingo. Mario Moreno Arcos fue acusado de forma directa por el dirigente de comerciantes Pioquinto Damián Huato de cuidar los intereses de Los Rojo al dejar trabajar a sus anchas a vendedores ambulantes protegidos, según él, por los narcos. El problema se agudizó cuando la autodefensa encabezada por la UPOEG entró al valle de Chilpancingo y se hizo cargo de la seguridad pública en El Ocotito y otra decena de poblaciones.

A partir de ese momento Pioquinto se reunió con Bruno Plácido Valerio, comandante de la autodefensa y analizaron la posibilidad de que la autodefensa entrara a la mera capital de Guerrero. Mario Moreno descalificó las acciones de la autodefensa y de sus aliados, Pioquinto entre ellos, además del dirigente de la Coparmex, Jaime Nava Romero, y aceptó asistir a una asamblea en El Ocotito el 28 de enero. En la reunión Pioquinto confrontó a Mario Moreno y lo acusó, a él y a su hermano Ricardo (un ex diputado local del PRI), de tener vínculos con la delincuencia. De regreso en la noche, un convoy de cuatro camionetas se le cerraron al vehículo en el que viajaba Damián Huato y le dispararon con rifles AK-47. La mujer de su hijo Walter, que viajaba con ellos, murió en el lugar a causa de las balas, mientras que Walter quedó herido.

El episodio recrudeció la disputa y Piquinto no quitó el dedo del renglón: Mario Moreno Arcos gobierna bajo el manto del narcotráfico en Chilpancingo y fue él quien mandó matarlo, denunció hasta el último momento.

 

Información adicional

  • Por: : David Espino
  • Nombre del / de la periodista: : Reportero, catador de mezcal y de café. Tres veces premio de declamación en la secun… Mayor información: davidespino.flavors.me / Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo. / @reporteroerrant
  • Fecha: 9 de diciembre de 2014

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