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Agosto en Jalisco: Los “no localizados” de la Fiscalía

Agosto en Jalisco: Los “no localizados” de la Fiscalía Darwin Franco

La Fiscalía General de Jalisco ha asegurado, una y otra vez, que en este estado las personas desaparecen, en su mayoría, por cuestiones personales pero no así por la violencia que padecemos; por ello, han preferido denominarlos “no localizados” ignorando, así, no sólo el delito sino su responsabilidad detrás de las 3 mil 071 desapariciones que aquí existen desde el año 2006 hasta el 31 de julio de 2015.

Donde también evade su responsabilidad la Fiscalía es todo lo relacionado con la violencia, pues ésta aumentó en forma y fondo con el número de muertes violentas que se generaron en todo el estado. Estas muertes sucedieron con el sello del crimen organizado, pues de nuevo se hicieron visibles los decapitados, encajuelados y embolsados. Estas vidas que terminaron de forma cruenta son para la autoridad sólo hechos aislados.

¿Quién se responsabiliza de los hechos aparentemente aislados?

La mañana del 4 de agosto, dos hombres decapitados fueron localizados en la carretera que une al municipio de Lagos de Moreno (Jalisco) con el de León (Guanajuato). Como el hallazgo sucedió a pie de carretera rápidamente se dijo que ellos (dos seres humanos con vida e historia), fueron asesinados en otro lado y que aquí sólo los vinieron a dejar.

Cuatro días después, el 8 de agosto, en el municipio de Teuchitlán, dos hombres fueron localizados en estado de descomposición en un barranco. Ambos habían sido reportados como desaparecidos desde el 29 de julio pues se dejó de saber de ellos cuando viajaban en la carretera Ahualulco-Etzatlán. La Fiscalía informó que con esta labor confirmaban “su compromiso de actuar con diligencia y al límite de sus capacidades para localizar a las personas que han sido denunciadas como no localizadas”. Sí, como no localizadas.

El 15 de agosto en el municipio de Jesús María se encontraron cuatro cadáveres en el basurero municipal. La vida de estas cuatro personas fue arrebatada por la tortura y los balazos que eran visibles en sus cuerpos. La Fiscalía no dio detalles ni de la identidad de las personas ni de quiénes pudieron haber perpetrado el terrible crimen.

Lo mismo sucedió con un hombre que fue hallado en un canal en Tlajomulco de Zúñiga. Este hombre tenía las manos encadenadas a una viga, los signos de tortura en él eran evidentes. La autoridad dijo desconocer las razones de su asesinato. En el mismo municipio, el 17 de agosto, localizaron a otra persona que murió de la misma manera.

Al parecer, no hay conexión entre ambos hechos ni entre éstos y el hallazgo que sucedió el mismo día de tres cuerpos en el municipio de Degollado. Estos tres hombres también estaban atados de sus manos. Todos estos hombres aún no han sido identificados.

Un día después en el Valle de la Misericordia, municipio de San Pedro Tlaquepaque, se localizó, en un lote baldío, el cuerpo de una persona dentro de una bolsa. El 20 de agosto, en la frontera entre Jalisco y Michoacán, en el municipio de La Barca, se localizó a un hombre igualmente desmembrado. La autoridad dijo que no sucedió en Jalisco. Sin embargo, al otro día, en San Pedro Tlaquepaque, un hombre fue hallado de la misma manera detrás de la nueva central de autobuses. No hay conexión entre estos hechos.

En lo que va del año, en Jalisco se han iniciado 537 averiguaciones previas por homicidio; sin embargo, el Instituto Jalisciense de Ciencias Forense contabiliza 767 autopsias por este mismo delito. 433 de las 767 muertes sucedieron por el uso de arma de fuego.

Hoy Jalisco es el cuarto estado a nivel nacional con mayor número de homicidios en los últimos tres años con 3 mil 492. La Fiscalía dice que trabaja para reducir la violencia.

Las excepciones de la regla

Para Fiscalía General de Jalisco es simple la explicación de los móviles que hay detrás de la desaparición de personas, ya que éstas: “se van de fiesta, con el novio o huyen por disgustarse con la familia”; por ello, su situación es la de una persona “no localizada”, al menos así lo volvieron a manifestar tras las conclusiones generadas luego de la localización con vida del joven Gabriel de la Peña Díaz, quien desapareció el 20 de agosto en la colonia El Colli Urbano en el municipio de Zapopan.

Gabo, como le llaman sus familiares y amigos, se ausentó 10 días de su familia porque, según la Fiscalía General, éste tenía miedo de la reacción que tendrían sus padres cuando se enteraran que había reprobado tres materias. Si, por haber reprobado tres materias siendo que Gabriel es un joven de 19 años que trabaja para pagarse parte de sus estudios.

Todo esto se dio a conocer tras la rueda de prensa que el Fiscal General, Eduardo Almaguer, realizó para informar de los tres operativos que la institución a su cargo realizó para localizar a Gabriel; sin embargo, no fue el operativo de la Fiscalía lo que lo regresó con sus familiares sino la llamada que éste mismo hizo desde el Estado de México para decir que quería que fueran por él porque no sabía en dónde estaba.

Mientras este “gran operativo” se realizada, en el municipio de Teuchitlán, nadie estaba investigando la desaparición del joven Jorge Luis Partida Almaraz, quien desapareció tres días después que Gabriel. Ese 23 de agosto, Jorge Luis como muchos otros domingos salió a pasear en su Tsuru 99 color rojo; sin embargo, ya no regresó a casa.

Su familia dos días después, el 25 de agosto, presentó la denuncia y el ministerio público de la Fiscalía General de Jalisco que los atendió les dijo que no se preocuparan porque “su muchacho seguro estaba bien” y que él les llamaría en cuanto supiera algo de Jorge Luis.

Ninguna llamada han recibido ni ningún operativo se ha gestado para buscar a este joven de 21 años originario del municipio de Teuchitlán. Esto a pesar de que el Fiscal, Eduardo Almaguer, informara que la misma estrategia que se siguió con Gabriel de la Peña se aplica para todos los casos. Quizá, Jorge Luis y los 3 mil 071 desaparecidos de Jalisco son la excepción a esta regla.

Como también lo son 73 expedientes que la Fiscalía dio de baja al corroborar en su  “operación confirmación” que éstas personas lograron regresar a casa, cuestión que supieron no por sus acciones periciales sino porque fueron a los domicilios que aparecían en las denuncias a preguntarles a los familiares si ya habían encontrado a su desaparecido.

Lo anterior, sin embargo, era algo que ignoraban tanto la Fiscalía General como su Agencia del Ministerio Público 12/C siendo que ambas instancias debieran saber esta información, ya que en ellas recae la investigación y búsqueda de los desaparecidos. Cuestión que no sabían porque al visitar 158 domicilios se dieron cuenta que 73 personas ya habían regresado, lo que no informaron es cómo regresaron ni cuáles fueron las causas que propiciaron su desaparición.

A través de la solicitud de información (LTAIPJ/FG/832/2015) realizada a la Unidad de Transparencia de la Fiscalía General de Jalisco, se preguntó cuáles fueron los motivos de la desaparición y el regreso de estas 73 personas, así como el género y el año en que sus familias interpusieron la denuncia por desaparición. En relación al primer punto, la Fiscalía dijo que no cuenta con una base de datos de los motivos por los cuales desaparecen las personas en Jalisco.

En lo referente al género de las personas que ya habían regresado a casa se precisó que fueron 40 hombres y 33 mujeres, los cuales fueron denunciados por sus familiares como desaparecidos entre los años 2007 y 2015. Es decir, la Fiscalía tenía en esos casos un rezago que, incluso, rondó los 8 años, ya que en todo este tiempo su personal fue incapaz de corroborar que muchas de estas personas ya habían regresado a casa.

Desde la Fiscalía se responsabilizó de esto a las familias que simplemente “no avisaron” que su ser querido había aparecido siendo que su labor pericial debía obligarlos a saber cuántas personas (no expedientes) siguen desaparecidas.

Dentro de la “operación confirmación” se localizaron a un total de 73 personas, 25 de ellas habían sido reportadas como desaparecidas en el año 2014; 13 en 2001; 12 en 2013; 6 en 2010, 4 en los años 2007, 2008 y 2012; 3 en 2015 y 2 en 2009.

En Jalisco, desde el año 2006 hasta el 31 de julio del 2015, hay 3 mil 071 desaparecidos.

¿Y la alerta de género?

Ana Sara Bertha Córdova Espinoza y Ana Karina Gómez de la Torre no sólo compartían el primer nombre y la edad, 24 años, sino que ahora ambas terriblemente murieron por su condición de género.

Ana Sara Bertha Córdova Espinoza fue hallada sin vida el 15 de agosto, se le encontró en su propio domicilio ubicado en la colonia centro en Guadalajara. Las marcas y las huellas de la violencia eran evidentes, el responsable de su muerte fue su esposo. Así pasó también con Ana Karina Gómez de la Torre, quien el 27 de agosto, en Tepatitlán perdió la vida al ser agredida por su propio esposo con un arma blanca.

En lo que va del año, en Jalisco han sido asesinadas 97 mujeres pero si esta situación se contabiliza desde el 1 marzo de 2013 en que inició la actual administración de Aristóteles Sandoval hasta el 31 de agosto de 2015, las mujeres asesinadas son 339.

Este nivel de violencia es tan grave que el Comité de América Latina para la Defensa de los Derechos de la Mujer (Cladem), ha exigido al gobierno de Jalisco que emita una alerta de género, cuestión que –a decir del gobernador- está siendo analizada y podría activarse en algunos municipios del estado. Hasta la fecha sólo dos estados del país han emitido esta “alerta de género”, el Estado de México y Morelos.

Sin embargo, este mismo colectivo advierte que la “alerta de género” debe estar acompañada de medidas judiciales que de verdad permitan que los agresores de una mujer sean debidamente consignados, ya que en Jalisco sí está tipificado el feminicidio pero no muchos de los homicidas son encarcelados por este delito.

Esto fue agosto en Jalisco.

 

 

 

Información adicional

  • Por: : Darwin Franco
  • Fecha: 7 de septiembre de 2015

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