El 28 de febrero por la noche la sombra del miedo cae sobre Hermosillo. En las redes sociales se pide a la gente que no salga de sus casas si no es estrictamente necesario, mientras que en las calles se escuchan los operativos y las balaceras por toda la ciudad. Si Hermosillo, del supuesto estado más seguro de la frontera vive una noche como si estuviera en un estado de sitio.
Desde viernes 27 en las calles de la capital sonorense se ven operativos de la policía federal y fuerzas militares, pero no es hasta el sábado que el terror comenzó a invadir la ciudad. En San Pedro aparecen descabezados y en las principales arterias de la ciudad se dan balaceras.
En las redes sociales también se habla de levantones y operativos en zonas residenciales. Pero aun más que todo lo anterior, la gente de Hermosillo comienza a expresar su miedo, su horror y terror por la violencia que en menos de un fin de semana comienza a dejar en estado de shock a los hermosillenses.
En cambio, para las autoridades, el brote de violencia sigue pareciendo una exageración. Al día siguiente en El Imparcial, el rotativo más importante de la entidad, el Procurador del Estado, Carlos Navarro Sugich, y el Secretario de Seguridad de Sonora, Ernesto Munro, minimizaron los hechos y el sentimiento de inseguridad de los hermosillenses afirmando que a través de las redes sociales se dio un brote de sicosis e incluso se atrevieron a asegurar que dicho brote lo generaron los partidos de oposición. La realidad es que el miedo está presente en las redes y que la supuesta sicosis tiene un motivo y un origen. El origen está en la foto de los descabezados en San Pedro, el video de la balacera en el parque de Las Bugambilias, así como en los operativos y los balazos que se escucharon por toda la ciudad; mientras el motivo se encuentra en que aunque las autoridades se esfuerzan por presumir que somos una entidad segura, la gente no lo siente así.
#JusticiaYaquis
El 16 de febrero en Hermosillo la Tribu Yaqui y varias organizaciones de la Sociedad Civil como SERAPAZ, RED TDT, Amnistía Internacional México y el Sindicato de trabajadores académicos de la Universidad de Sonora lanzaron la campaña #Justicia Yaquis; que tiene como objetivo la reivindicación de la Tribu, así como la liberación de Mario Luna y Fernando Jiménez, los voceros yaquis que han sido criminalizados por defender el agua y territorio de su etnia. La campaña que se lanza está enmarcada en la presentación del informe de la Misión Civil de Observación de la Consulta Yaqui en el cual se críticamente la sentencia del Supremo Tribunal de Justicia de la Nación que determino su fallo a favor del Gobierno del Estado de Sonora. Seguramente la lucha del pueblo yaqui llegara a instancias internacionales como la Corte Interamericana de Derechos Humanos, pero por ahora se deben sumar esfuerzos para liberar los presos políticos de la causa yoreme.
La buena noticia
Hace como un año escribí un artículo sobre Martha Solorzano, una mujer que en San Luis Río Colorado comenzó a exigirle a la policía municipal el respeto de los derechos humanos, a no sembrar pruebas a ciudadanos para criminalizarlos, pero sobre todo a que hagan su trabajo. Martha obviamente se puso en su contra al cuerpo de policías de San Luis y como reprimenda le encarcelan a su hijo por un crimen que no cometió.
Para escribir el artículo sobre la aprensión ilegal del hijo de Martha leí el expediente completo de su caso, encontrando una serie de irregularidades e incoherencias que a todas luces indicaba la inocencia del hijo de la activista y la complicidad entre los policías y testigos. El hijo de Martha estuvo en la cárcel más de dos años y durante ese tiempo su madre no dejo de luchar por su liberación pero también, no dejo de señalar los atropellos de la policía en San Luis Río Colorado.
La lucha de Martha por fin tuvo frutos en este febrero cuando liberaron a su hijo sin ningún cargo. En un país lleno de tragedias, las perlas de esperanzas como puede ser la historia de Martha, tal vez no se ganen ningún titular, pero aquí les damos un lugar muy especial porque son las que nos hacen creer que lo que hacemos tiene un buen fin.