NUESTRA APARENTE RENDICION

En vista de las catastróficas consecuencias que la escalada de crímenes violentos en el territorio nacional ha generado para un amplio espectro de la población que depende de la actividad turística y sus derivados, he aquí algunas recomendaciones para los turistas que, por un gesto de solidaridad o cualquier otro motivo, todavía deseen explorar la geografía y la realidad de nuestro pequeño y accidentado país*[1].

1) Lo más importante, en todo momento, es mantener un ánimo positivo.  Cuando éste falta, es aconsejable hacer uso del sentido del humor.

2) No es aconsejable, y además puede parecer poco cortés, fijar la mirada en personas que llevan consigo cualquier tipo de arma de fuego, enfundada o no.  Lo mejor es mirar para otro lado.

3) Más allá de los impulsos o prejuicios humanitarios o de solidaridad, si el viajero observa a una persona o grupo de personas que golpean a alguien---sea éste un hombre, un niño o una mujer—es decididamente desaconsejable que intervenga. El linchamiento es, en ciertas regiones del país, un derecho colectivo**[2].

4) Para el turista ambicioso y amante de las emociones fuertes hay una serie de poblaciones en las que se producen linchamientos más o menos periódicamente--a razón de uno o dos por semana.  Este tipo de acto tiende a convertirse en un fenómeno casi tan frecuente como las tediosas fiestas religiosas o patronales. Existe una red de información acerca de estos procedimientos, y las comunidades suelen enterarse de determinado caso con cierta anticipación. Poder asistir a uno es, como suele decirse, cuestión de suerte y paciencia.

5) Para presenciar lapidaciones, azotes y otros castigos físicos menores como el consistente en obligar al inculpado a cargar sobre los hombros piedras o ladrillos mientras permanece, al sol y en plaza pública, hincado de rodillas sobre tapitas de botella (la parte afilada hacia arriba), el altiplano occidental tiene, de lejos, la mejor oferta.  Las cámaras de fotos o vídeo no están prohibidas para los espectadores y hasta son bienvenidas. Por otra parte, los organizadores suelen informar a los noticieros locales, de modo que algunos de estos eventos son difundidos por la prensa y la televisión.

6) Para turistas de la tercera edad sugeriríamos experiencias menos intensas y más seguras —como ver las cuadrillas de hombres enmascarados con pasamontañas o pañuelos y armados con garrotes, machetes y alguna que otra arma de fuego, que hacen rondas nocturnas en poblaciones tan grandes como San Juan Sacatepéquez o tan turísticas como Panajachel, Atitlán.

7) Si el viajero es un urbanita y la idea de incursionar en el paisaje le produce bostezos, la llamada Zona Viva de la ciudad de Guatemala es el sitio indicado, siempre que el budget lo permita.  Cientos o quizá miles de jóvenes han visto en la noche guatemalteca ejecuciones en vivo durante los últimos meses.  Los fines de semana son preferibles; las probabilidades de ser testigo de un tiroteo son en realidad halagüeñas.

8) Por último, si el viajero es atacado, no debe resistirse. Cuando, en su opinión, haya alguna esperanza, aconsejamos la rápida huída.

 

Cuéntele a la gente que se quedó en casa lo que ha visto entre nosotros.

¡Y vuelva con sus amigos!  Este país, este pueblo les necesita.

FIRMA: el Comité civil pro turismo solidario

 

Nota: Si mandas un correo a la siguiente dirección [censurada] te indicaremos algunos sitios donde puedes comprar armas y municiones para una gira más avanzada y otros donde venderlas o donarlas antes de salir del país.

 


[1] “Guatemala presenta indicadores de violencia de los más elevados de América Latina, que superan  al único país que continúa viviendo un conflicto armado interno en la región, Colombia. Guatemala viene experimentando un deterioro pronunciado en los niveles de violencia desde 1999, medidos con base en el crecimiento de los homicidios totales y la tasa de homicidios por cada 100,000 habitantes [52 en el 2009].”  De: Informe estadístico de la violencia en Guatemala. MAGNA TERRA EDITORES, Guatemala, 2007.

[2] Según estadísticas de la Corte Suprema de Justicia guatemalteca, en lo que va de este año se han registrado 110 casos de linchamiento.

Información adicional

  • Publicado originalmente en:: Rodrigo Rey Rosa
  • Biografía:

    Nació en Guatemala en 1958. Después de terminar sus estudios se dedicía a viajar durante una año por Europa.  Vivió algún tiempo en Nueva York, dedicado a escribir y a estudiar cinematografía. En 1980 visitó Tánger y conoció a Paul Bowles en un ciclo de talleres de creación literaria, y Bowles tradujo sus primeros libros de cuentos al inglés.  Rey Rosa ha publicado varias colecciones de cuentos y novelas cortas, entre ellos Ningún lugar sagrado, La orilla africana y El material humano.  Reside actualmente en la ciudad de Guatemala.

NUESTRA APARENTE RENDICION | 2010

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