NUESTRA APARENTE RENDICION

Puerto Rico

Un hombre colgaba de una palmera amarrado por una soga al cuello, mientras el tráfico fluía con su pesadez habitual a lo largo de una carretera que bordea la costa norte de Puerto Rico. Más de un conductor debió haberse percatado del morboso espectáculo del suicida columpiándose en el vaivén de la brisa salitrosa. No fue hasta casi dos horas después del desafortunado acontecimiento que las autoridades intervinieron y descolgaron el cuerpo. Dentro del ya casi permanente estado de realismo trágico, terminé por aceptar que la violencia se ha alojado en nuestro tejido existencial con invasividad parasitaria. La violencia en mi país ha pasado a ser anatema, la fruta podrida del paraíso: un impasible performance. En términos engelianos, la violencia,…
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Una lengua de cuero silbaba por los aires. Sus chasquidos sobre mi espalda escribían “furia” repetidas veces. Traducían lo que el puño de mi padre no sabía decir. Para esa primera vez, yo tenía cinco años. Rescato en la memoria a mi papá descansando en la butaca al poco rato, conmigo a sus pies. Me convenzo: los niños aprenden a actuar como los perros. Mi mamá era clarividente; él, espiritista. Un día de las madres, pai le tomó la cabeza entre las manos y restalló contra la pared aquella bola de cristal. Vidrios tintos chorreando por el muro, gotereando en un piso pulido de colores. Me desboqué a gritos por un camino donde nadie aparecía. De regreso a casa, la…
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Violencia

Publicado en Puerto Rico
Sobre nuestra aparente rendición Cuando Lolita Bosch me pidió unas líneas para este mapa de nuestro futuro no pude negarme. En otra ocasión me dijo: “el arte salva, tú estás de acuerdo, ¿no?”. Esa pregunta, ahora lo sé, es el germen de lo que sigue. Desde que tengo memoria no ha habido un año de paz en el mundo. Tras la Segunda Guerra Mundial se consolidó el “complejo militar industrial” en los Estados Unidos. La frase es de un militar, el presidente Dwight Eisenhower. Medio siglo después del discurso de Eisenhower, la economía de guerra es, en efecto, la industria principal de Estados Unidos. Lo más chocante es que la guerra -y las ganancias que la guerra produce- se validan…
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NUESTRA APARENTE RENDICION | 2010

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