NUESTRA APARENTE RENDICION

No creo en la versión fantástica de un espacio público dividido entre "buenos" y "malos". Cuando el Estado produce incentivos para violar la ley. Cuando desde las instituciones y los medios se denigra a ciertos ciudadanos por su estatus ante la ley, se legitima la violencia oficial indiscriminada y se desprestigia a los derechos. Cuando a los ojos de muchos las propias víctimas se vuelven "sospechosas" y responsables, tantas veces, de su destino atroz. Cuando perdimos o no desarrollamos la capacidad para dirimir nuestros conflictos por vías distintas a la violencia. Significa que, más que "buenos" o "malos", somos una sociedad claudicante e iniciativas ciudadanas como NAR constituyen uno de los caminos esenciales para con humildad asumir que somos corresponsables de lo que está sucediéndonos y que debemos construir desde la base formas dignas y sostenibles de estar juntos.

NUESTRA APARENTE RENDICION | 2010

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