Para evitar polémicas, la Unidad de Comunicación de la Semar aseguró que en esta serie “no se invirtió un solo peso” porque fue la propia Tv Azteca la que ofreció hacerla como un “homenaje” a la Armada. ¿Será Tv Azteca una empresa tan noble para no hacer un negocio de la urgencia que tiene Calderón por cambiar la imagen de sus fuerzas armadas? ¿Habrán aprendido la lección y en lugar de llamarla una “producción educativa” (con valor de 118 mdp) ahora la llaman “homenaje”? ¿Qué hay detrás de esta ficción?
La comunicación social del gobierno federal por todas las vías posibles está construyendo una versión maníqueista de la llamada guerra contra el narcotráfico, ya que a través de este tipo de series, en los spots del V Informe de Gobierno o en el Talk Show “Diálogos Ciudadanos” (que conduce el propio Presidente) se está marcando un discurso político donde se busca separar a “buenos” y “malos”, pues erróneamente se piensa que es más fácil minimizar la complejidad de la violencia que realizar una crítica constructiva a la fallida estrategia gubernamental.
Si esto es así ¿cómo entender que en la trasmisión de un partido de futbol (Santos vs Morelia) se haya tenido que suspender porque a las afueras del estadio había una balacera? ¿cómo puede minimizarse esa realidad cuando la televisión la muestra en vivo?
La Teniente, dentro de este entramado, se presenta como un panorama deseable donde el gobierno y las televisoras quieren mostrarnos que la verdadera realidad no es esa donde aficionados del futbol corren tras las detonaciones sino aquella donde héroes detienen a los narcotraficantes que atentan con nuestra seguridad ¡No lo habían visto así, ¿verdad?!
El tipo de comunicación que ahora se construye para informar las acciones gubernamentales contra el narcotráfico no sólo es errónea sino perjudicial porque asume que todos los mexicanos somos ciegos e ignorantes. No obstante, si miramos con detenimiento estas estrategias, como las ficcionales, podremos ver que existe una fuerte ruptura entre las instituciones que encabezan la lucha contra el narcotráfico, pues en la narrativa de la serie El Equipo, los policías federales se quejaban constantemente de que el ejército estorbaba las acciones de la policía.
¿Será que en La Teniente veremos ahora la queja de la Armada contra la Policía Federal? ¿El supuesto homenaje se convertirá en un pretexto para enfatizar que en la lucha contra el narco son “más buenos” los soldados que los policías?
La ficcionalización de la realidad preocupa no sólo por la evidente derrocha de recursos públicos sino también porque en ella se están diluyendo el mensaje maníqueista con el cual el gobierno de Calderón busca colocar a sus fuerzas armadas como mártires, todo en compañía o en contubernio con unas televisoras a las cuales no les importa formar parte del maquillaje de la realidad mientras sus negocios u homenajes se conviertan en futuros arreglos políticos, como la aprobación de la unión comercial entre Televisa y Tv Azteca a través de la empresa de telefonía celular Iusacell.
Aquí va un nuevo “equipo” ficcional y yo me pregunto hasta cuándo las audiencias seguiremos tan pasivas y acríticas con este tipo de producciones que no hacen más que reducir nuestra compleja realidad a una lucha de buenos contra desgraciados, donde –por cierto- las bajas colaterales son justificadas.
