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Ayotzinapa: aquí se aprende a no agacharse

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"Si el gobierno quiere seguir cerrando escuelas rurales, el pueblo tendrá la última palabra". Es la bienvenida que se da al visitante de Tixtla, el pueblo de Guerrero donde está la Escuela Normal Rural de Ayotzinapa.

 

Bajo el anuncio panorámico en el cual está inscrita la leyenda, un par de jóvenes se resguardan en una improvisada caseta, donde hablan por radio entre tanques de gasolina, envases de Coca-Cola vacíos y periódicos viejos que reseñan en crónicas, reportajes y noticias las batallas de los normalistas en contra del gobierno estatal. Son centinelas con molotovs esperando algo.

 

A menos de dos kilómetros de este puesto de vigilancia empieza a verse lo que alguna vez fue una hacienda en la época de Porfirio Díaz y que hoy es el internado donde viven y estudian para maestros poco más de 500 campesinos, la mayoría partidarios de una educación de corte socialista.

 

Y también de una revolución del mismo tipo en México.

En el interior hay murales de jóvenes marchando y protestando, madres llorando, policías con perros, fosas comunes, un palacio de gobierno en llamas, velas encendidas y ensangrentadas. Murales del Che Guevara y el subcomandante Marcos, de Marx y Lenin. Paredes que más que oír, hablan.

El día que la visito, Ayotzinapa está cerrada, en huelga, por decisión de sus alumnos, quienes piden plazas para sus compañeros egresados y se oponen a una reforma educativa planteada por el gobierno estatal emanado del PRD. A lo largo de 81 años, esta escuela ha estado cerrada temporalmente en otras ocasiones por batallas contra las autoridades. La disputa actual no es una novedad. Estos edificios han visto pasar muchas de las luchas que se han vivido en el Guerrero bronco. Saben de qué se trata.

Sólo en una ocasión, Ayotzinapa, ha sido cerrada por el gobierno. “No queremos ver a otro egresado de aquí como Lucio Cabañas”, se cuenta que dijo un militar, cuando el Ejército entró al internado, en la época en que el egresado más famoso dirigía la guerrilla del Partido de los Pobres en la Montaña guerrerense. Después de eso, la escuela permaneció cerrada un año, antes de volver a ser abierta.

Otros famosos, como el compositor Álvaro Carrillo y el actor Héctor Bonilla, egresaron de aquí y son admirados, pero Lucio Cabañas, más que ser admirado, es un mito presente. Su imagen de campesino armado está por todos lados. También algunas de sus frases, usadas ahora como lemas de combate, o de vida: “Ser pueblo, hacer pueblo, estar con el pueblo”.

—¿Qué significa Lucio Cabañas aquí? —le pregunto a Víctor Santiago Peña.

—Significa saber defenderse, saber luchar, tratar de no hacer todo lo que el gobierno quiera nomás así porque sí, aunque sea poco justo. Lucio nos enseñó a no agacharnos y aquí en Ayotzinapa eso es lo que se aprende.

Víctor tiene 19 años, aunque parece quinceañero hasta que se le oye hablar. Es uno de los 51 integrantes del Comité Estudiantil que lleva el nombre del anarquista Ricardo Flores Magón. Este joven normalista no platica: adoctrina. Viene de una familia pobre de la Costa Chica. Su padre es campesino y su madre artesana. Aquí conoció el marxismo. Le gusta estudiarlo porque dice que se libera. También se sabe “Venceremos”, el himno de la Unidad Popular que en Chile encabezó Salvador Allende.

Al igual que sus compañeros, Víctor participa en las demás actividades de su formación, como la crianza de vacas y cerdos, la siembra de maíz y sorgo, o en los campos de cultivo que forman parte de las siete hectáreas en las que está asentada la institución. No le gustan tanto, en cambio, otras actividades que también hacen los estudiantes como las de la rondalla de la escuela —famosa en la región— y el taller de danza regional que el año pasado ganó reconocimientos nacionales. “Otra de las actividades que también me gusta de aquí es luchar”, sentencia Víctor.

Por ahora, la “lucha” de Víctor y sus compañeros es para exigir plazas de trabajo para 75 egresados, pero sobre todo para evitar que la Secretaría de Educación estatal se decida a aplicar una reforma que acabaría con la licenciatura en educación primaria, a cambio de una en educación preescolar. La administración de Zeferino Torreblanca decidió que ahora hacen falta más maestros de kínder para las comunidades marginadas de la Montaña de Guerrero, a donde se tienen que ir a trabajar los egresados de Ayotzinapa.

“Estos planteles fueron surgidos para las clases más desprotegidas. Vamos a defenderlos con nuestra propia vida. No es dinero del gobernador ni del secretario de Educación ni del Presidente. Es dinero del pueblo el que se usa aquí”, se exalta Amado Catarino Tizapa, padre de uno de los jóvenes.

Y es que, al igual que los estudiantes, los padres de Ayotzinapa también suelen participar en la lucha. En una marcha, uno cargaba una leyenda “Gobierno: no motives a dar nuestra siguiente estrategia de lucha”.

Intrigado por el mensaje me acerqué a él.

—¿Cuál es esa estrategia?.

—Espere un poco, parece que ya no falta mucho.

—Pero, ¿cuál es estrategia?

—¿Dicen todos que somos radicales, no?

—Pues sí, eso se dice.

—Pues no nos ha salido todavía lo radicales que podemos ser —cortó de tajo.

Como si se tratara de una aparición anunciada, el fantasma de las armas acecha Guerrero desde hace muchos años. Y en Ayotzinapa —lo suelen decir en voz baja los funcionarios del gobierno— ese fantasma convive de manera rutinaria con la realidad.

***

Guerrero de Lucio Cabañas. 1 de diciembre de 2008.

Un aniversario más de la muerte del guerrillero campesino que fundó el Partido de los Pobres puede ser el mejor momento para que el Guerrero bronco brame por una larga lista de agravios. Cuando fui en diciembre de 2008 la lista empezaba en la comunidad de La Parota y terminaba en la Escuela Normal Rural de Ayotzinapa. En este 2011, aquella lista sigue vigente. .

Basta caminar unos días ese Guerrero, el vapuleado, el bronco, el que homenajea a Lucio Cabañas, el que anda en marchas, el que protesta, el que augura estallidos sociales incontenibles. Antes gobernado por el PAN a través del perredista ZeferinoTorre Blanca, ahora gobernado por el PRI, a través del perredista Ángel Aguirre.

Aquí algunos gritos de aquel Guerrero bronco:

En cada uno de nosotros hay una semilla del socialismo. Esa semilla no morirá, aunque el gobierno nos tache de guerrilleros y pandilleros. Este movimiento va hasta las últimas consecuencias”

(Documento de la Comisión de Orientación de la Federación de Estudiantes Campesinos Socialistas que agrupa a todas las Normales Rurales del país)

Estamos hablando de que están dadas las condiciones objetivas para un estallido social. Estaríamos hablando de que Guerrero ocupa el primer lugar en pobreza y que aquí en Guerrero hay heridas que no se han curado como la matanza de Aguas Blancas en 1995 y las ejecuciones de indígenas en El Charco. Ahora, Zeferino está generando condiciones adicionales al decepcionar a la sociedad”

(Nicolás Chávez, dirigente de la Asamblea Popular de los Pueblos de Guerrero)

La CFE parece que no sabe que en Guerrero hay ejércitos del pueblo”

(Titular de periódico Machetearte que se reparte en Guerrero, en el cual se explica que el EPR y el ERPI saldrían a defender a los comuneros de La Parota en caso de que la dependencia federal insista en construir una presa hidroeléctrica)

“Si quieres ser águila, vuela, si quieres ser gusano, arrástrate pero no te quejes cuando te aplasten”

(Brenda, estudiante de primer nivel de Escuela Normal de Ayotzinapa)

Tenemos la tarea de organizar a la gente oprimida de Guerrero. ¡Lo vamos a seguir haciendo!”

(Braulio, dirigente estudiantil de Ayotzinapa, durante  homenaje a Lucio Cabañas)

Soy más zapatista que cabañista”

(Benito Hilario, campesino en huaraches, que marcha en huaraches cargando una imagen de Lucio Cabañas, en Tixtla)

No, no hubo ninguna actividad de los grupos guerrilleros en el aniversario de Lucio Cabañas como lo habíamos estado esperando. Pero estamos al pendiente porque sabemos que en estos días están preparando algún tipo de acción. Quieren aprovecharse de la Parota y de Ayotzinapa”.

Fuente del gobierno estatal.

Ser estudiante y no ser revolucionario es una falla genética”

(Cartelón de protesta de universitarios)

A lo mejor las organizaciones sociales nos quedamos rebasadas por la indignación de la gente en el estallido que ya se viene”

(Arturo Hernández Cárdenas, dirigente de la Asamblea Popular de los Pueblos de Guerrero)

Ayotzinapa vive. Nos vemos en 2010”

(Pinta de graffiti en caseta de autopista a Acapulco)

“Nunca ha habido movimientos que caminen con la mano en la cintura. Estos problemas (entre organizaciones opositoras) se van a arreglar y van a ver los gobiernos cómo les va a ir”

(Pablo Sandoval, a sus 90 años de edad dirigente comunista en zona centro de Guerrero)

“Tienes que leer política: marxismo, a Lenin y muchos otros que hablan sobre lucha social. Cuando estás haciendo actividad deportiva se gritan consignas, por lógica, esta es una escuela también de lucha. Hay que aprender consignas como "el pueblo unido jamás será vencido; "no a la desaparición de las normales rurales; gobierno maldito reprimir es un delito’. Hay que aprender también el himno internacional y el venceremos, es muy común que las normales rurales enseñen a cantar este himno con el puño izquierdo en alto”

(Preparación adicional de estudiantes normalistas de Ayotzinapa)

Reivindicamos a la guerrilla como una trinchera más de la lucha. Los compañeros que decidieron tomar las armas lo hicieron orillados por las acciones del gobierno”

(Héctor Arroyo Rodríguez, dirigente de la Asamblea Popular de los Pueblos de Guerrero)

Si Cabañas, viviera, qué chinga les pusiera"

(Cántico de protesta durante marcha por la avenida Costera de Acapulco)

Zeferino Torreblanca es un gobernante traidor”

(Fragmento de documento firmado por 28 mil guerrerenses, después de consulta popular)

Ranulfo es un joven normalista que logró escapar de la Policía Federal Preventiva el pasado viernes. Pasó varias horas escondido, adolorido, en un arbusto del monte que hay alrededor de la caseta de cuota de La Venta. La mamá de Arnulfo, una vendedora de verduras en el mercado, marcha ahora por las calles de Tuxtla. Casi no habla. Trae una camiseta con la imagen estampada de Lucio Cabañas cargando una metralleta. Así sigue marchando. Seria.

(Del bloc de notas del reportero)

El pueblo tiene su propio criterio: Si el gobierno del estado, si el gobierno federal sigue en esa postura, el pueblo tiene derecho a levantar su voz. Nos quieren imponer proyectos que el pueblo no quiere como La Parota, Carrizalito y muchos otros, como si estuviéramos en la época de la Colonia. Pero aquí en Guerrero decimos que hay tres etapas: la independencia de 1810, la revolución de 1910 y ahora en 2010 o poquito después, pues la tercera será la vencida”

(Pedro Nava, miembro de la Asamblea Popular de los Pueblos de Guerrero)

Información adicional

NUESTRA APARENTE RENDICION | 2010

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