LUCIO SORIA
“Las fotografías no deben mentir”
Fotoperiodista. Ciudad Juárez, Chihuahua.
El Diario de Juárez
Por Darwin Franco Migues
El Diario de Juárez /Lucio Soria
Observar sus fotografías trastoca esa sensación de que uno “lo ha mirado todo”, pero eso que está ahí de manera doliente no es más que la realidad de Ciudad Juárez, Chihuahua. Esta ciudad fronteriza tan catalogada y referida por la violencia que ha sufrido (y aún sufre) es el espacio y lugar donde Lucio Soria decidió ser fotoperiodista de nota policiaca.
El asunto es que serlo en esta ciudad implica un riesgo mayor pero aún más si se hace como parte de El Diario de Juárez, periódico que ha tenido que padecer la pérdida de dos sus periodistas. Soria, como le conocen en la trinchera periodística, lo sabe y no se espanta porque si una cosa tiene bien clara es que como fotoperiodista está ahí para retratar la verdad aunque ésta se componga de las escenas más dantescas que uno puede imaginar.
Con 63 años, Soria optó por la fotografía policiaca hace poco más de 17 y desde ese tiempo ha vivido y sentido el espiral de la violencia de su “Súper Juárez”, como con cariño llama a su ciudad adoptiva. El nativo de Torreón, Coahuila, llegó a Ciudad Juárez desde muy pequeño y, por ello, se asume como un orgulloso juarense.
Lucio Soria, en su andar como fotoperiodista, no sólo ha visto crecer el número de cruces rosas colocadas en memoria de las mujeres asesinadas en Ciudad Juárez sino también el número de homicidios que suceden en el llamado “Paso del norte”, pues por su lente han quedado registrados más de dos mil homicidios. Sí, él los contó y fue a finales de 2011 cuando Lucio Soria alcanzó las dos mil un fotografías de asesinatos en Ciudad Juárez.
¿Qué implica ser fotoperiodista en Ciudad Juárez?
Aquí fue y sigue siendo un sitio inseguro aunque no como en 2008, 2009 y 2010… años en que la violencia se disparó mucho. Eso hizo muy difícil el trabajar; sin embargo, yo no he tenido problemas con la policía ni con algún grupo criminal… eso ha sido mi fortuna porque nunca me han amenazado de muerte y he logrado trabajar bien, pero no es fácil en Ciudad Juárez que esto ocurra; por ello, yo no me involucro demás porque sé que soy reportero gráfico no un policía y eso me ayuda a limitar lo que hago… Creo que por eso es que sigo aquí.
El Diario de Juárez /Lucio Soria
Retratar la violencia en Ciudad Juárez
La ubicación geográfica de Ciudad Juárez ha sido siempre el centro de disputa de diversos cárteles del narcotráfico, pues su conexión fronteriza resulta elemental para el trasiego de la droga entre México y los Estados Unidos. Los enfrentamientos entre El Cártel de Juárez o La Línea y El Cártel de Sinaloa dejaron asolado a este municipio entre los años 2008 y 2011, pues en esas fechas ocurrieron 8 mil 876 homicidios, tal y como lo reporta el Observatorio de Seguridad y Convivencia Ciudadanas del Municipio de Juárez.
En esos años, Lucio Soria corría de un punto a otro de Ciudad Juárez porque el número de eventos violentos era tal que un solo turno de trabajo fotografió más de 29 homicidios. “El dolor no sólo es lo que queda en la foto”, explica Soria cuando recuerda las cientos de escenas de tristeza que le ha tocado observar cuando las familias de las víctimas llegan al lugar de los hechos: “Esta violencia que me ha tocado retratar es cosa fea porque cuando llegamos al lugar hay muchas familias que están llorando y ahí es cuando se ve el sufrimiento que genera una muerte…”.
Su experiencia y el reconocimiento de las áreas de incidencia delictiva han vuelto de Soria un referente para la prensa nacional e internacional que en esos años (y ahora) decidieron adentrarse a Ciudad Juárez para entender las aristas que hacen que en un pequeño municipio de alrededor de un millón 321 habitantes sucedan hechos como “Las Muertas de Ciudad Juárez”, pues aquí han sido asesinadas poco más de 790 mujeres mientras que mil 800 más están desaparecidas, pero también Juárez ha sido escenario de masacres como la de “Villas de Salvárcar”, donde un comando armado ingresó a una fiesta dando muerte a 16 jóvenes (31/01/10).
Esto sonará extraño pero toda esta violencia a mí me ha ayudado porque he dado a conocer mi trabajo y ahora se sabe lo que está pasando en Ciudad Juárez… es duro hacer esto pero uno reconoce que es su trabajo y que tiene que estar ahí pero eso no le quita lo fuerte porque muchas veces me ha tocado retratar a conocidos; sin embargo, uno debe aguantar porque, pese al dolor, uno está ahí para informar.
El Diario de Juárez /Lucio Soria
¿Cómo te ha impacto a ti la violencia que has tenido que retratar?
Afortunadamente esto no me impacta ni me afecta porque entiendo el sentido y valor de mi trabajo; al contrario, acá en El Diario con la cobertura de la violencia hemos sido el punto de entrada para muchos periodistas y medios internacionales que vienen a Ciudad Juárez a entender y cubrir la violencia que aquí existe. Sin embargo, claro que han existido eventos donde me ha pegado muy fuerte lo que veo y fotografío.
En una ocasión las madres que tenían hijas desaparecidas estaban realizando una búsqueda en Lomas de Poleo (lugar que se ha vuelto emblemático por las cruces rosas que lo han hecho de éste un territorio de memoria). Mucha gente se juntó ahí para ayudarlas pero pasaron unas horas y nada… así que todo mundo se desesperó y se fue. Yo decidí quedarme con ellas y después de unas horas se encontraron tres osamentas y eso fue algo que me impactó mucho porque días antes la Policía Federal había hecho un rastreo en la misma zona con 200 elementos y dijo que no había nada. Las madres en su desesperación sí las localizaron cinco y verlas tras el hallazgo me dejó marcado.
Hubo otro hecho que me impactó mucho y fue el asesinato de cinco estudiantes del Bachilleres Cinco, ubicado en Cuatro Siglos. Cuando yo llegué los policías no sabían qué hacer con las madres de los muchachos que se querían meter a la escena… yo tomé las fotos pero no dejaba de escuchar a las madres llorar y gritar… ese día se me salieron las lágrimas porque uno no puede ser indiferente ante tanto dolor que ve.
Lo que nosotros retratamos sí nos llega… uno no puede aguantar tanto sentimiento… uno está ahí en las escenas y en eso siempre llegan los familiares… las madres o las hijas que se quieren meter y ver eso siempre me pega.
El Diario de Juárez /Lucio Soria
Dos mil fotos, dos mil vidas
Contabilizar dos mil asesinatos, lejos de todo morbo, le ha permitido a Lucio Soria dar testimonio y registro del espiral de violencia de Ciudad Juárez. Tanto relieve ha tomado esto que muchos medios lo han catalogado como “El fotógrafo de la muerte”, pero eso es algo que él no toma tan apecho.
Un día antes de acabar mi turno, a finales de 2011, en mi cuenta personal tenía mil 998 fotografías de homicidios… pensé que me iría y eso se quedaría ahí, pero casi al salir nos llamaron para que fuéramos a cubrir el asesinato de tres personas y fue ahí que superé los dos mil homicidios que me puse un día de meta pero que nunca pensé alcanzar… Seguro se piensa que soy un sádico por hacer esto pero no es así porque esto da cuenta de lo que he ido registrando con mi trabajo… es algo que da cuenta de lo que mi “Súper Juárez” ha sufrido.
Dos mil fotografías, dos mil asesinatos, dos mil vidas, dos mil historias… eso es lo que Lucio Soria registró y ahí dejo atrás el conteo, pero no así el registro de la violencia que aún persiste en Ciudad Juárez, Chihuahua. Él cámara en mano va, corre, mira y retrata porque lo que hace, según precisa de manera franca y honesta, es la historia de Ciudad Juárez y ésta es así de cruda, así de gráfica como sus fotos. Él asume la responsabilidad porque no desea mentir con sus fotografías, no desea matizar la violencia porque eso sería decirle a la gente que las cosas marchan bien cuando él sabe, por lo que ve, que esto no es así.
Él recorre Ciudad Juárez, él escucha las señales policiacas, él se comunica con sus colegas y con las personas de los servicios funerarios y de emergencias que le avisan cuando existe un hecho que no es reportado por la policía. El continúa con su labor porque sabe que es importante seguir registrando lo que pasa en su ciudad.
El Diario de Juárez /Lucio Soria
¿Qué buscas que digan tus fotografías de lo que pasa en Ciudad Juárez?
Yo lo que quiero es que la gente esté enterada, que sepa lo que en realidad pasa en Ciudad Juárez. Yo quiero que vea que mi trabajo no es con morbo sino que mis fotos son un retrato de la realidad que vivimos. Por eso, mis fotos son crudas y retratan la realidad tal cual es…
En mi trabajo reportó para tres distintos medios PM, El Diario de Juárez (en su versión impresa y digital) y El Diario de El Paso, para cada medio se hacen distintas fotografías; por ejemplo, en el PM las fotografías son más gráficas, en los otros medios las fotografías son más cuidadosas y los cuerpos se muestran cubiertos o tapados con la gente de los servicios periciales…
¿Cómo defines, en relación a estos medios y sus políticas, la manera en que haces las fotografías?
Yo lo que hago siempre es ubicar primero a la persona asesinada y los detalles que componen la escena… ahí casi siempre están los familiares y muchas veces decido incluirlos a ellos. Yo trato de que la gente vea y sienta ese dolor humano… porque no sólo es la muerte que ahí sucedió sino lo que ésta genera.
Muchas veces me han reclamado por hacer estos retratos –No le vas a tomar fotos a mi papá, no te atrevas a hacerlo porque te vamos a balacear- y cuando escucho eso me retiro. Busco otro ángulo y tomo algunas fotos panorámicas… pero si ellos me dicen no tome fotografías, no lo hago.
En una ocasión fuimos a un funeral por la colonia Zaragoza, ahí estaban velando a tres cholos y en el lugar la banda rival fue y asesinó a dos jóvenes que se encontraban ahí… Cuando yo llegué estaba la policía custodiando a los cuerpos que quedaron sobre las tumbas… Los familiares de las víctimas tenían amenazados a otros compañeros de los medios porque no querían que se registrara nada. Uno de los policías del lugar me dijo: –Espérate Soria, los chicos andan armados… así que toma las fotos desde lejos- y así fue como hice el trabajo, pero eso no evitó que uno de los familiares con pistola en mano se me acercara para decirme: –A chingar a su madre de aquí, aquí no van a grabar nada… así que váyanse o la van a pasar mal-.
En eso llegó la mamá de uno de los difuntos y salió a la defensa: -¡Qué le haces a la prensa, déjalos hacer su trabajo!-. En ese momento, llegó otro colega y comenzó a grabar… de no haber estado ahí los policías hubieran matado a ese compa que llegó sin saber nada de lo que ahí pasaba. Esto es parte del riesgo que uno corre.
Escenas como estas le han tocado presenciar y vivir muchas veces a Lucio Soria, quien ha retratado los múltiples feminicidios de Ciudad Juárez, las peleas de pandillas y los asesinatos por el ajuste de cuentas entre cárteles del narcotráfico. Para él toda la violencia que se vive en Ciudad Juárez pasa por el crimen organizado o es derivada de las acciones que éste ejecuta: “Aquí toda la violencia es por el narco porque lo está de fondo es la disputa de la plaza. El ser frontera es parte del problema porque la gente que no logra pasar o es deportada termina siendo captada por el crimen organizado”.
Esto lo ha aprendido en su más de 17 años de fotoperiodista y, por ello, sabe que cuidarse es una de las acciones más importantes para ejercer su trabajo.
¿Qué medidas tomas para protegerte en esta cobertura de hechos violentos?
El riesgo ahí está ese no lo vas a evitar pero sí lo puedes prever. Yo lo que yo hago es tener mucho cuidado; por ejemplo, no circulo por las mismas calles, observó siempre el lugar a donde voy y dejo mi vehículo a una cuadra de la escena y en un sitio amplio para poder salir a gorro (rápidamente) en caso de que ocurra algo.
Nunca voy a las escenas solo… siempre busco ir en bola, así que entre más compas vayamos mejor. Al llegar al lugar siempre trato de llegar con los policías para que me ubiquen y para que ellos me orienten sobre lo que ocurrió… hago unas fotografías y espero que lleguen los periciales. Cuando se levanta el cuerpo sé que es hora de irme, siempre buscamos irnos todos juntos o nos vamos cuando ya se retira la policía. Yo me llevo bien con la policía y les dejo hacer su trabajo, y ellos me dejan hacer el mío sin problemas. Eso me facilita el estar ahí.
El Diario de Juárez /Lucio Soria
Lucio Soria arriesga todo porque la pasión que lo mueve es plasmar la verdad (la realidad) en una fotografía por más cruda que ésta pueda ser. Él sabe que su trabajo no es fácil, pero le apasiona demasiado y le gusta estar a gusto con lo que hace, aunque el confiesa que no le gusta estar siempre retratando muertos, pero asume que su trabajo es éste y desde esta convicción busca evidenciar la cruda violencia de su “Súper Juárez”, al cual mira con orgullo esperando que la violencia cese y su cámara pueda retratar verdades menos cruentas.
Como fotoperiodistas lo más importante es decir la verdad con las fotografías. La realidad es ruda pero debemos retratarla tal cual es, y esto debe quedarse en la foto. Uno debe ser humilde y no contar mentiras porque uno está para contar la verdad. La verdad y la realidad son como son.
Mis fotografías lo que buscan es contar lo que pasa en Ciudad Juárez, yo quiero que la gente confíe en mí y en mis fotos. Yo quiero que ellos sepan la realidad… si hubo muertos hay que decirles cómo pasó: si fueron balaceados, desmembrados o degollados. Yo quiero que la gente vea lo que capturé con mi lente porque esto es el registro de la historia que nos tocó vivir en Ciudad Juárez.
Retratar a los compañeros caídos
19 de septiembre de 2010: “Señores de las diferentes organizaciones que se disputan la plaza de Ciudad Juárez: la pérdida de dos reporteros de esta casa editora en menos de dos años representa un quebranto irreparable para todos los que laboramos aquí y, en particular, para sus familias.
Hacemos de su conocimiento que somos comunicadores, no adivinos. Por tanto, como trabajadores de la información queremos que nos expliquen qué es lo que quieren de nosotros, qué es lo que pretenden que publiquemos o dejemos de publicar, para saber a qué atenernos”.
Lo anterior son los dos primeros párrafos de la editorial titulada “¿Qué quieren de nosotros?” que El Diario de Juárez publicó el 19 de septiembre del 2010, tres días después del homicidio del fotógrafo Luis Carlos Santiago, quien fue asesinado a unas cuantas cuadras del periódico por un grupo de hombres armados. En el lugar, resultó herido el también fotógrafo, Carlos Manuel Sánchez. Luis Carlos es el segundo periodista que a El Diario le asesinan; el primero, fue el reportero de nota roja José Armando Rodríguez “El Choco”, a quien asesinaron a fuera de su casa el 13 de noviembre de 2008.
A “El Choco” lo recuerda muy buen Lucio Soria porque por más de 10 años fueron la dupla que cubrían para El Diario la nota roja. Él lo recuerda como amigo y compañero.
Su muerte ocurrió un día en que no nos tocó trabajar juntos, yo me acuerdo que fui a cubrir el asesinato de un jefe de la policía en el centro de la ciudad. En eso mi jefe me marca y me dice:
-Acércate a la casa de “El Choco”.
-¡Ah cabrón, como para qué!
-Tú acércate.
Y fue todo, no me dijo nada más. Yo me fui a gorro (rápido) para su casa y cuando llegué estaba él ahí a un costado de un carro blanco, estaba ya muerto. Verlo así me dio un chorro de coraje, de impotencia, quería hacer algo, se me salieron las lágrimas y estaba muy mal por qué no sabía qué pasaba. Sentí horrible y con todo eso tomé la cámara para hacer las fotografías. Tenía que hacerlo porque esas fotos serían nuestra portada al otro día. Tomé las fotos y las mandé al periódico.
En el momento, pese a la rabia y tristeza, Soria recordó cuál era su trabajo, así que tomó las fotografías de la muerte de su amigo. El dolor había que dejarlo para otro momento. Lo mismo le sucedió con el asesinato de Luis Carlos Santiago.
Estaba en la redacción de El Diario entregando mis fotografías cuando un contacto me marca para avisarme que en el Mall de Río Grande tenían a dos reporteros heridos, uno estaba siendo atendido en la plaza y otro estaba muerto en su carro. Yo no sabía que se trataba de mis compañeros, así que me fui rápido a cubrir.
Llegamos a la plaza, ahí supe que Carlitos era el que estaba ahí adentro, casi no podía respirar. Al verlo le dije: –Échele ganas, échele valor… no le va a pasar nada bato-. Mi compañera Lucy Sosa se quedó con él y yo me fui a ver a Luis Carlos, cuando llegué lo vi con varios disparos y la identificación de El Diario llena de sangre. Yo tomé las fotos y dejé pasar el dolor.
A los días sí me pegó lo que le pasó a Luis Carlos, pues era un compa bien acelerado porque quería aprender todo; incluso, semanas antes me dijo que quería ser como yo: –Quiero ser como tú Soria. Trabajar así como tú lo haces-. Al recordar esto me dio el bajón y se me salieron las lágrimas porque estuvo muy gacho lo que les pasó a él y a Carlitos. Yo cuando eso pasó me aguante mi dolor y saqué las fotos, eso era lo que me tocaba y tenía que hacer.
Con el tiempo, Lucio Soria hace memoria y dice no tener en su resguardo fotografías de la muerte de Armando Rodríguez y Luis Carlos Santiago. Quizá algo dentro de él decidió no guardarlas más.
Lucio Soria actualmente es un apasionado fotoreportero del Diario de Juárez. La calidad de su trabajo le ha llevado a ganar en cinco ocasiones el Premio Columna de Plata que otorga la Asociación de Periodistas de Ciudad Juárez. Dice que no se acostumbrara a la muerte, pero la asume como parte de su trabajo y de la tarea de contar la verdad con sus fotografías.
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