Nacemos y morimos todos los días
Él se visualizaba dentro de cinco años debajo de un árbol, en su casa, disfrutando a su familia. Un par de meses después de declarar esto, su deseo se vio truncado: Marco Aurelio Martínez Tijerina apareció asesinado la noche del sábado 10 de julio de 2010 en Montemorelos, Nuevo León.
Con catorce años de experiencia periodística, Marco Aurelio llevaba un mes de laborar en la estación de radio XEDD La Tremenda 800 AM como reportero y locutor del noticiario diario Informativo 800, que tenía dos emisiones, una en la mañana, de 6.45h a 8.30h, y otra vespertina, de 6h a 6.30h.
Había sido hasta hace poco Director de Noticieros de la emisora XERN Radio Naranjera 950 AM y locutor principal en los programas Contrapunto: un noticiero diario matutino, y Retos: un programa de opinión dominical.
A sus casi 45 años de edad tenía como experiencia profesional haber sido reportero, redactor y formador de los periódicos locales La Razón y Las Noticias, así como corresponsal de Televisión Azteca, de Grupo Multimedios y de Televisa Radio (W Radio).
Por una entrevista que le realizó una alumna de la Universidad de Montemorelos en mayo de 2010, podemos saber que a Marco Aurelio le desagradaba “la censura por cuestiones económicas”, callar “por intereses de grupo” y tener que vender la publicidad de su espacio.
“Los reporteros, comunicadores o editorialistas, que después de todo es lo que hago de manera diaria, nacemos y morimos todos los días, cada día es totalmente diferente porque la noticia es diferente”, declaró quien se consideraba a sí mismo como “vocero de la comunidad”.
Conocido por sus colegas por su estilo directo y cuestionador, trataba una variedad de temas de la llamada región citrícola de Nuevo León, incluyendo del ámbito policiaco, informaciones de las que se llegó a presumir una rapidez mayor a la de las autoridades, pero que se explica por la tardanza de estas en revelarlas.
Martínez Tijerina habría sido interceptado por un grupo de hombres armados a bordo de tres camionetas cuando circulaba por la colonia Gil de Leyva, considerada una de las más tranquilas de Montemorelos, la noche del viernes 9 de julio de 2010, y obligado a subir a uno de los vehículos, dejando abandonado el auto en el que viajaba, propiedad de su hermano.
En la mañana del 10 de julio, la familia de Marco Aurelio denunció su desaparición ante el Ministerio Público, cuando ya la noticia se divulgaba por las redes sociales. Por la noche, una llamada anónima alertó a los cuerpos de seguridad sobre un cuerpo tirado al lado de la carretera Montemorelos-Rayones, a la altura del kilómetro 15.
Según la policía ministerial, el cuerpo estaba vestido y traía puesta una corbata, además de presentar huellas de tortura y al menos un tiro de arma de fuego en la cabeza que habría recibido después de ser puesto de rodillas.
Pese a que sus familiares consideran que en general tenía una buena relación con todos los políticos, antes de morir había denunciado en su programa amenazas de parte del entonces alcalde montemorelense y ahora diputado local, Pablo Elizondo García, y su secretario de Seguridad Pública, Salvador Sepúlveda Trejo.
Una de las líneas que la Agencia Estatal de Investigaciones divulgó preliminarmente sobre su crimen fue que tenía tintes pasionales, sustentado con rumores, algunos de ellos publicados días después de su muerte, como el que se presume fue un fotomontaje en el que supuestamente aparece con una mujer del vecino municipio de Allende.
Sus compañeros del gremio periodístico consideran inverosímil el móvil pasional del asesinato. La asociación Periodistas de Nuevo León José Alvarado Santos lamentó que no haya habido avances en el caso y esté en la impunidad.
A la fecha, no ha habido algún detenido porque la Procuraduría de Justicia estatal aún mantiene abiertas todas las líneas de investigación, según lo que le ha informado a la familia Martínez Tijerina, que durante los primeros meses después del crimen acudía regularmente y dejó de ir por desánimo.
“Nunca se dio un avance verdadero”, lamenta uno de sus familiares más cercanos.
