Este proyecto fue primero una voluntad común contra el olvido y la impunidad, luego un libro y ahora esta página que guarda memoria de los periodistas y trabajadores de la información asesinados y desaparecidos en México desde el 2 de julio de 2000, cuando inició la alternancia democrática, hasta el día de hoy.

El libro, que editamos en 2012 y que guardaba las 127 hojas de vida de los periodistas y trabajadores de la información asesinados o desaparecidos durante las dos primeras legislaturas de la alternancia democrática, no está a la venta. Nunca lo estuvo. Sólo fue posible adquirirlo en la página que Goteo.org nos abrió para hacer una campaña de crowfunding que nos permitiera hacerlo. Las donaciones y la colaboración editorial y logística de la UdeG, sirvieron finalmente para hacer 1500 ejemplares que regalamos en el VIII Encuentro Internacional de Periodistas: Los otros caminos de la información, que se celebró en el marco de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara 2012, donde lo presentamos.

Aunque en este espacio virtual, aquel proyecto, lamentablemente sigue creciendo.

Siéntanse libres de difundir este trabajo para hablar de los riesgos que corren los periodistas de México y la situación que atraviesa el país. Éste es un proyecto creado con la filosofía Open Source que otorga implícitamente permiso para reproducir, distribuir y compartir el material publicado en esta web con la única condición de citar su procedencia, en atención a los autores y al conjunto del trabajo realizado. 

 

LEA EL PRÓLOGO DE LOS EDITORES AQUÍ

 

Este es un proyecto de Nuestra aparente rendición

Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.

 

#VaPorNuestrosPeriodistas

Facebook NAR  Twitter NAR

A+ A A-

JOSÉ LUIS CERDA MELÉNDEZ

El hombre que resucitó para morir

 

- Ahora sé que sirvo pa’ algo.

José Luis Cerda Meléndez, la Gata, le cuenta a una periodista que a los 10 años se empezó a drogar. De fondo, una de las colonias bravas de Monterrey: por ahí vagabundeaba, solo, malquerido. Con los niños del catecismo probó el primer cigarrillo de marihuana y tras él diecinueve años de meterse de todo. Robaba comida para los hermanos y dinero para el chute.

- Yo no imaginé nunca que iba a vivir todo lo que estoy viviendo.

Después de haber pasado un mes hospitalizado, recibió el llamado: Dios le pedía que dejara las drogas y le daba una fuerza de adentro para soportar tres meses de desintoxicación sin medicamentos. Mordiendo la almohada hasta hacerla añicos, dejó de drogarse. Tenía 30 años y no sabía que su vida estaba a punto de convertirse en una película.

Óscar Burgos, un conocido comediante de Televisa Monterrey, lidiando con su propia bestia formato litro, se purga en el mismo centro de rehabilitación con ese chavo entusiasta al que llaman la Gata.

- Yo era un amigo del diablo, pero desde hoy soy un soldado de dios -resumió Burgos su desintoxicación.

Al soldado de Dios, disfrazado del perro Guarumo, se le ocurre ayudarlo y ofrece al recién renacido un trabajo en televisión. La pareja Guarumo-Gata gusta al público y el muchacho de barrio se convierte en estrella. Su ascenso es incandescente: forma parte del equipo del Club, de Ensalada de Chistes y también de Va por ti en la radio. La gente, por la calle, le pide autógrafos.

Quién lo iba a decir.

En México, a secuestrar le llaman levantar.

La noche del 25 de marzo de 2011, Cerda salía de la televisora con su primo, Juan Gómez Meléndez y con un joven estudiante de periodismo, Luis Ruiz, que había ido a Monterrey para entrevistar a la Gata y a Óscar Burgos sobre sus adicciones a las drogas y el alcohol.

A las 20:30h una camioneta interceptó el carro: los levantaron. Al día siguiente, a las 7h de la mañana, la policía encontró al presentador y, a varios kilómetros de distancia, al primo y al periodista. Los tres, las manos envueltas en cinta adhesiva, tenían la cabeza perforada por una bala.

Cerda estaba bocabajo, de negro entero, como si se hubiera vestido para su funeral. En lugar de epitafio, un narcomensaje de parte del Cártel del Golfo supuestamente dirigido a los medios de comunicación: “Ya no sigan cooperando con los zetas atte cdg saludos arquitecto el número uno (sic)”.

Televisa transmitió la noticia, está en youtube: en el terreno baldío donde yace la Gata hay catorce de policías y también hay un periodista. De pronto la voz le tiembla.

- Nos están pidiendo que nos retiremos porque existe riesgo de que regrese algún comando y abra fuego.

Fuera de cámaras, cuentan los testigos, lo que ocurre es esto:

Los policías, nerviosos tras hablar por celular, ordenan a los periodistas que se vayan. Agentes retiran las cintas amarillas y se hacen a un lado. Tres delincuentes llegan al lugar en un Mercedes plata y levantan el cadáver de la Gata. Varios elementos de la Policía Federal y Municipal, según fuentes oficiales, fueron detenidos y suspendidos por no actuar cuando los delincuentes se llevaban al presentador asesinado.

El mismo día reaparece el cuerpo, esta vez en el asiento trasero del Mercedes plata. Los bolsillos de su pantalón están por fuera como si hubieran buscado algo y en lugar de los zapatos le han tirado encima unas botas de cowboy muy usadas.

El pasado 23 de mayo de 2012, poco más de un año desde el crimen, el periódico El Norte abría la sección Seguridad con la noticia: ‘Cae banda por crimen de La Gata’. Los detenidos, cuatro hombres y una mujer, declararon ante el Procurador Adrián de la Garza que “lo ejecutaron porque trabajaba para un grupo contrario al de ellos”.

Según El Norte, el Procurador precisó que por las confesiones de los detenidos la Gata estaba “implicado en la venta de droga”.

Óscar Burgos, el benefactor, dijo al saberlo:

- A la Gata lo alcanzó su pasado. 

 

Información adicional

  • Autor/a: Fernanda Ampuero
  • Bio autor/a: Escritora y periodista. Colabora con medios de España y Latinoamérica.

Designed by 2B BARCELONA-BOGOTA

NAR, Nuestra aparente rendición 2B BARCELONA-BOGOTA Goteo.org UDG Medios Transcend

       

© NUESTRA APARENTE RENDICIÓN 2013