México

Durante toda mi vida pensé que esta ciudad me pertenecía, o que yo, de algún modo, le pertenecía. Tal vez ello obedezca a la casualidad de que nací aquí y que casi durante 50 años he vivido en ella. He respirado su aire, dejado mis huellas sobre su polvo, escuchado sus pájaros, mirado a sus mujeres, mordido sus frutos. Este cielo azul, esas mansiones en ruinas, esa enredadera que asciende por el muro forman parte del escenario que reconozco como mi hogar. Esta fue la casa que mis padres edificaron y que habita aún el niño que fui.
Leer más ...

RECIBE NUESTRO BOLETÍN

Nombre:

Email:   

NUESTRA APARENTE RENDICION | 2010