A+ A A-

Las huellas de la memoria

Las huellas de la memoria Subversiones

 

 

 

¿Que festejan las madres con hijos desaparecidos?

No hay amor más grande que el de una madre, nos dicen y nos lo repiten a diario cuando se acerca este mes en un bombardeo incesante e indiscriminado, los medios de comunicación masivos para aprovechar ese sentimiento y saquear los bolsillos de hombres, mujeres, niños, jóvenes y de todas las edades.

Nos hacen creer que dar un regalo material este día es la muestra mas grande de amor por la mujer que nos dio el ser y allá vamos desde un dia antes los hombres a comprar y asegurar el carton de cerveza, la botella de tequila barato o mezcal quien no tiene pa mas; los de posibilidades compran sus botellas de guisqui, coñac o tequilas reposados y cervezas importadas acompañadas de caviar; los pobres un pozol, menudo o ya de jodidos frijol en agua y sal con chile y cebolla picado. No importa si otro día no se tenga pa las tortillas este día hay que echar la casa por la ventana, la puerta y el techo, ya Dios proveerá dirán la mayoría de fervientes religiosos católicos guadalupanos, adventistas, bautistas o evangelistas.

Sin embargo este día hay un ejército invisible de madres que no tienen nada que festejar y las manifestaciones de alegría o reagalos materiales les llenan de tristeza, ira y el dolor más grande que un corazón de madre no soporta: la pérdida de un hijo o más. Un hijo desaparecido el que siempre esperan volver a entrar por la puerta de su hogar y darle un abrazo que les haga perder al respiración y les vuelva el alma al cuerpo después de días, semanas, meses, años esperando se produzca el milagro de volverle a ver.

Son miles, no dos, tres diez o centenares, son miles  de madres a las que el estado les arrebató la dicha de ser madres completas al faltarles un pedazo de si, un hijo o hija a quien abrazar y poder decir te amo cada dia que pasa sin su presencia.

Esas madres invisibles e inexistentes para un gobierno sordo y cruel que se niega a escucharles sus pedidos de justicia y de exigencia para que sus hijos sean devueltos  sanos y salvos a casa para alegría de sus padres, hermanos, esposas, hijos, no desmayan, no se cansan, pasan los años y ellas siguen rumiando su dolor algunas en la soledad de unas frías paredes que  el calor del amor filial no calientan ya mas y otras afortunadamente, elevan sus gritos, sus puños, su voz y sus pies cansados no dejan de caminar, buscando, investigando, uniéndose a otras en igual situación para buscar y encontrar a sus hijos desaparecidos.

De esas madres me tocó ver ayer un puñado en el Museo de la Memoria Indómita en el centro histórico de la Ciudad de México, donde se inauguró con presencia de madres provenientes de todo el país una exposición. Había madres y familiares de personas desaparecidas desde los años 60 por la guerra sucia del estado contra las guerrillas que buscaban una nación mejor hasta las desparecidas actualmente producto de la guerra contra el narco y el narco mismo. Había personas que no son ni serán buscadas porque a muchos de ellos se les achaca ser delincuentes y por tanto ellos se lo buscaron, evadiendo así la responsabilidad e investigar y dar cumplimiento a su deber legal de atender las peticiones de justicia de las personas independientemente de su condición y estrato social al que pertenezcan.

Esas madres hoy aglutinadas en decenas de organizaciones en busca de personas desaparecidas acudieron al llamado de los organizadores de esta exposición ideada por el escultor Alfredo Lopez parte de la comisión que instaló el  antimonumento a los 43 estudiantes normalistas desaparecidos en Guerrero.

La exposición la conforman 85 pares de zapatos con leyendas de amor y esperanza de familiares que en su caminar y peregrinar en busca de sus hijos, padres, sobrinos, hermanos, van gastando suelas de sus zapatos y pintando su huella en suelos lodosos, secos o cubiertos de pavimento sin desmayar jamás, no perdida la esperanza de un dia poder encontrarlos.

Zapatos hay de mujer, de hombres y hasta de niños que colgados de cuerdas como ofrendas y la impresión en papel pegado al piso de sus suelas, contienen los mensajes de los padres, madres y hermanos para aquel que buscan y que desean decirle cuando lo encuentren.

Las huellas de memoria pretenden  ser una exposición itirinante llevada por todo el país en un principio y posteriormente hasta el extranjero para que el sufrimiento y lucha de estas personas sea visible y se haga eco a sus peticiones de justicia y derecho a encontrarse un dia de nuevo con sus hijos padres o hermanos perdidos.

No importan las razones de su desaparición sino el hecho de que el Estado abdica de su obligación de proporcionar justicia y mantiene miles de casos de personas desaparecidos intocados. Sabemos que solo actua con base en empujones y presiones de quienes defienden su derecho a ser escuchados y atendidos como sujetos de derecho.

La exposición se tendrá durante dos meses en el Museo Casa de la Memoria Indómita, preservada por el autor e integrantes del comité que mantiene y conserva este espacio para las ideas y el no olvido de quienes sufrieron de la injusticia y el abuso del estado o instituciones del Estado.

La dirección es calle de Regina, entre 20 de noviembre y 5 de febrero, en el centro histórico de la Ciudad de Mexico.

En ese lugar los medios masivos que nos invitan a dar amor y agradecer tener madre, no tuvieron madre y no se presentaron para difundir esta lucha que denota el mas grande amor por ser humanos y no olvidar.

 

 

 

 

Información adicional

  • Por: : Ramón Eduardo Ortiz León
  • Publicado originalmente en:: Noticias de Caborca

TESTIGOS PRESENCIALES

ESTADO DE LA REPÚBLICA

DESAPARECIDOS

PRENSA AMENAZADA

RECIBE NUESTRO BOLETÍN

Nombre:

Email:   

NUESTRA APARENTE RENDICION | 2010