La última vez que se le miró conducía su automóvil Volkswagen Jetta color rojo, rumbo a la Universidad Pedagógica Nacional (UPN), lugar al que nunca llegó. Ramón era periodista y combinaba esa actividad con la docencia.
Colaboró en los periódicos La Guía de Zamora, El Sol de Morelia y La Voz de Michoacán. Fue corresponsal del periódico Cambio, donde trabajó durante diez años.
Rommell David Ángeles Méndez, su hijo mayor, cuenta: “El día de su desaparición, regresábamos de Colima la mañana del 6 de abril, cuando le habló el albañil de la construcción, quien le pidió acudir urgentemente a la edificación”, ahí fue donde lo vio por última vez . Ese día regresó a su casa a las 4 de la tarde, “pero esa noche mi papá no llegó, me dijo mi mamá al otro día. Entonces hablamos al periódico Cambio, y nos enteramos que nunca llegó a la construcción. Después presentamos la denuncia en el Ministerio Público”.
No se sabe si previo a su desaparición recibió alguna amenaza, pero tres meses antes, a la redacción de Cambio pidió que no se le firmara una nota “porque había problemas en una comunidad”, informó uno de sus directivos del periódico. Se trataba de un ataque a manos de un grupo armado contra una familia indígena en los límites de los municipios de Angahu y San Juan Nuevo Parangaricutiro.
La investigación iniciada en la averiguación previa 65/2010, en la Procuraduría de Justicia del Estado de Michoacán, no ha arrojado ningún resultado igual que las investigaciones que lleva a cabo la Fiscalía Especial de Atención a Delitos Cometidos contra la Libertad de Expresión de la Procuraduría General de la República (PGR).
Las autoridades no han vuelto a establecer comunicación con la familia, no se sabe que hay de las indagatorias. “el caso ya se les olvidó, no ha pasado absolutamente nada”, lamenta el hijo mayor de Ramón.