-Namás dame un pedacito
-Consíguete otro o el tuyo
Y así estuvieron hasta que de repente llegó el papá de los dos changos y se enojó y les dijo:
-Son hermanos y se andan peleando por la comida.-
Se enojó tanto que por su mal comportamiento que los mandó a buscar comida
para todos los changos de la selva.
Y así aprendieron la lección y desde entonces son muy compartidos.