Con “bombo y platillo” la Procuraduría General de la República (PGR) informó que durante el mes de septiembre realizó en Jalisco tremendas detenciones en contra de diversos líderes regionales del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), esto en el marco de la denominada Operación Jalisco, la cual está vigente en el estado desde el pasado 1 de mayo.
Los cabecillas detenidos fueron Javier Guerrero Covarrubias, líder del cártel en la Región Ciénega; Enrique Alejandro Pizano Jiménez, presunta mano derecha de Nemesio Oseguera “El Mencho” y líder en la Región Sur; además también se detuvo a Giovanni Castro Urbano, presunto jefe de plaza de la Región Valles.
Todos están siendo consignados por la violación a la Ley Federal de Armas de Fuego y Explosivos, así como por la comisión de delitos de delincuencia organizada y contra la salud. Sin embargo, en todas sus detenciones tanto la PGR como la Fiscalía General de Jalisco están olvidando adjuntar a sus investigaciones las desapariciones y muertes que estos tres capos cometieron durante los años en que cimbraron terror en diversos municipios de Jalisco.
La violencia en la Ciénega
La región de la Ciénega se compone de nueve municipios: Atotonilco el Alto, Degollado, La Barca, Poncitlán, Zapotlán del Rey, Ayotlán, Jamay, Ocotlán y Tototlán. La presencia del CJNG en la zona ha estado desde hace cinco años bajo el dominio de Víctor Manuel García Orozco y de los hermanos Javier y Adrián Alonso Guerrero Covarrubias.
A Víctor Manuel García Orozco ya se le había detenido el 30 de mayo del 2015 por parte elementos de la Secretaría de la Defensa Nacional y de la Policía Federal en el municipio de Tlajomulco de Zúñiga. García Orozco es el autor intelectual y material del secuestro y homicidio de dos elementos de la PGR en Briseñas (Michoacán), el 3 de noviembre de 2013. La desaparición de estos agentes condujo a la localización de 37 fosas clandestinas ubicadas en el municipio de La Barca, y de las cuales se exhumaron 74 cuerpos.
Tras su detención los hermanos Guerrero Covarrubias tomaron el mando y encabezaron algunos hechos trágicos como la emboscada cometida contra elementos de la Gendarmería Nacional, el 19 de marzo de 2015, y la masacre sucedida el 22 de mayo en Tanhuato, Michoacán, lugar donde la Policía Federal abatió de manera cruenta a 42 personas, de éstas 38 eran oriundas de Ocotlán, Jalisco, y buena parte de ellas formaban parte de la organización criminal de “Los Guerrero”, pues en sus coronas de flores había mensajes como: “Qué Dios los bendiga, su amigo J.G.! ¡Los vamos a extrañar, Guerreros de Ocotlán”.
Javier Guerrero Covarrubias fue detenido sin usar un solo disparo el 31 de agosto en el Fraccionamiento Las Américas en el municipio de Zapopan. Un día después, el 1 de septiembre, en conferencia de prensa dictada en el Distrito Federal, Renato Sales Heredia, Comisionado Nacional de Seguridad, informó que Javier Guerrero Covarrubias fue quien dio la orden para que elementos de la Gendarmería Nacional fueran emboscados el pasado 19 de marzo en Ocotlán, Jalisco. El saldo de esta acción provocó la muerte de cinco gendarmes, ocho civiles y dos integrantes del crimen organizado.
Además agregó que Javier Guerrero Covarrubias fue identificado como el responsable del tráfico de droga, extorsiones y secuestros en los municipios de Ocotlán, La Barca, Poncitlán, Atotonilco, Arandas, San Ignacio y Tepatitlán en Jalisco, así como Tanhuato y Yurécuaro, estos municipios de Michoacán. Sin embargo, Sales Heredia informó que su centro de operaciones no estaba en la Región de la Ciénega sino en Zapotlanejo, uno de los municipios que en el país que encabezan la ordeña ilegal de gasolina de ductos de PEMEX.
A pesar de estos antecedentes delictivos, Javier Guerrero Covarrubias no está siendo investigado por ninguna de las 133 desapariciones que existen en la Región Ciénega desde el año 2006 hasta el 31 de julio de 2015, así como tampoco se le está fincando responsabilidad alguna por las 74 personas que fueron asesinadas y enterradas en 37 fosas en el municipio de La Barca, fosas fueron localizadas en diciembre de 2013 y enero de 2014.
¿La mano derecha de El Mencho?
Tras la muerte el 24 de marzo de 2015 de Heriberto Acevedo Cárdenas, alias "El Gringo", el que asumió las tareas de vigilancia y seguridad del líder del CJNG, Nemesio Oseguera “El Mencho”, fue presuntamente Enrique Alejandro Pizano Jiménez o, al menos así, lo aseguran las investigaciones de la Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada (SEIDO) de la Procuraduría General de la República.
De acuerdo a estos informes de inteligencia, Enrique Alejandro Pizano Jiménez, alias “Anestesia o Sacristán” ha sido identificado por ser el secretario particular de “El Mencho”, y por fungir como responsable de la seguridad del capo. Pizano Jiménez, sin embargo, fue detenido el 14 de septiembre en un operativo que elementos de la Policía Federal, adscritos a la División Antidrogas, realizaron sobre la Carretera Acatlán de Juárez-Ciudad Guzmán, con dirección hacia la ciudad de Guadalajara.
De acuerdo con la PGR, “El Anestesia” es integrante del CJNG desde hace siete años y desde ese tiempo ha encabezado las acciones delictivas de esta organización en la Región Sur y en la Región Altos Norte. En la primera se le responsabiliza de la mayoría de las 91 desapariciones de la zona, ya que éste y su gente operaban las diversas “casas de seguridad” que el CJNG tenía en los 12 municipios de la Región Sur, principalmente en Zapotlán El Grande y San Gabriel.
Pizano Jiménez junto con otros integrantes de su familia es también señalado como uno de los principales responsables de la tragedia sucedida en Lagos de Moreno, el 7 de julio del 2013. Ese día fueron desaparecidos y asesinados Eduardo Isaías Ramírez Hernández (21 años); Ángel de Jesús Rodríguez Hernández (19 años); Daniel Armando Espinoza Hernández (22 años); José Gerardo Aguilar Martínez (18 años); Marco Antonio Ramírez Cárdenas (19 años), Cristian Fabián Ávila Cardona (18 años) y Rodrigo Espinoza Aguayo (38 años). Sin embargo, en el proceso judicial que está llevando en el Centro Federal de Readaptación Social (Cefereso) número 14, ubicado en Gómez Palacio, Durango, parece que este delito no le está siendo consignado.
El miedo en la Región Valles
Las cifras oficiales marcan que en la Región Valles existen 118 personas desaparecidas; sin embargo, en cada uno de sus 12 municipios se conocen muchas historias que quedan fuera del marco institucional, el cual sólo contabiliza denuncias pero no necesariamente a todos los desaparecidos que existen en esta región, ya que aquí muchos son los jóvenes que son “levantados” por la delincuencia organizada, incluso, frente a su propia casa y ante la presencia de sus familiares. De ahí que el miedo provoque que las familias no denuncien y, en muchos, casos no busquen a su familiar para no sufrir las represalias.
En medio de este clima de miedo e inseguridad, personal del Ejército Mexicano y de la Policía Federal informaron que el 22 de septiembre tras un enfrentamiento en la población de San Antonio Matute, en municipio de Ameca, lograron capturar a Giovanni Castro Urbano, alias ''El Duende'', quien presuntamente es el jefe de plaza de la Región Valles del Cártel Jalisco Nueva Generación.
De acuerdo a las autoridades federales, Castro Urbano orquestó la emboscada en la que fallecieron cuatro militares en mayo de 2014 en el municipio de Guachinango, además se le investiga por su presunta participación en el ataque y muerte de 15 elementos de la Fuerza Única Jalisco (FUJ), grupo policíaco de elite en el estado, lo cual sucedió el 7 de abril de 2015 en el municipio de San Sebastián del Oeste.
“El Duende” de acuerdo a Renato Sales Heredia, Comisionado Nacional de Seguridad, era uno de los blancos centrales de la Operación Jalisco; sin embargo, los cargos que se le están fincando están relacionados sólo con su labor como operador del CJNG. Las familias de desaparecidos en la Región Valles exigen que se le investigue también por todas las desapariciones que existen en esta zona. Las autoridades no han relacionado estos hechos.
Estas tres detenciones atentan sin duda alguna contra la estructura del cártel liderado por “El Mencho”, el cual aún continúa prófugo; sin embargo, no habrá real justicia mientras las autoridades implicadas no investiguen a estos capos con las muertes y desapariciones en las zonas donde estos operaban. Si eso no se hace habrá detenciones pero no justicia.
