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Alejandro Vélez

Alejandro Vélez

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Si alguna vez usted ha viajado saliendo de cualquiera de las centrales en la Ciudad de México, sabrá que desde hace varios años se ha implementado un doble filtro de revisión a sus pasajeros.  La primera revisión corre a cargo de personal de la Central Camionera: para empezar, sólo tienen acceso las personas con boleto comprado a la zona de autobuses: posteriormente, deben poner todas sus pertenencias en la banda de rayos x;  finalmente, se pasa por un arco detector de metal seguido de una revisión corporal ordinaria.  Mas adelante, antes de subir al camión, hay un segundo filtro que consiste en abrir la bolsa o mochila de mano, además de otra revisión corporal, pero auxiliada de un detector de metales.

Son las 12:55 del día sábado 3 de septiembre del 2016, Central del Norte de la Ciudad de México, Sala 1, entre los andenes 108 al 112, el autobús de la compañía Primera Plus anuncia su salida para las 13:00 hrs., la ruta es México Norte-San Juan de los Lagos.

Paso las dos revisiones antes mencionadas y subo al autobús, mi asiento está al final del pasillo, dejo mis cosas y vuelvo a descender para pedir al chofer que prenda el aire acondicionado mientras esperamos la salida.  Unos minutos después vuelvo a entrar al camión.  Apenas logro sentarme cuando veo que viene, directo a mi y claramente apresurada, una mujer, Policía Federal —alcanzo a leer en su uniforme— y me dice de manera enérgica: “puede bajar del autobús vamos a revisarla”.  Yo tomo mis cosas muy de prisa y sólo atino a decirle: “¿Por qué? Si ya me revisaron dos veces oficial”, ella solo responde: “No, la Policía Federal no” y me apresura.

Mientras caminamos el largo pasillo pienso: “ella vino directo a mi,  seguro están buscando droga.”Preocupada intento recordar: “¿en qué momento dejé descuidada mi mochila? ¿es posible que me hayan sembrado algo?” Temblé.  Decenas de pensamientos en sólo un par de segundos. Recordé los muchos casos en los que en autos, autobuses o aeropuertos siembran drogas a personas inocentes que luego deben pasar una larga batalla desde la cárcel para comprobar su inocencia.

Al descender del camión apenas tuve tiempo de poner mi bolsa de mano en el suelo, tenía ya frente a mi a dos oficiales hombres, uno de ellos le indica a la oficial, mujer, que me revise y sin decirme nada, ella me hace una revisión corporal exhaustiva. Luego inspecciona mi bolsa y se hace a un lado.  En ese momento soy yo la que le pregunta al oficial que veo que está a cargo: “¿disculpe cual es el motivo de la revisión?” Él me dice: “Es una alerta Amber”. “¿Alerta Amber?” pensé.

Entre el miedo y el desconcierto me detengo dos segundos para reflexionar si yo estaba loca o si éste tipo me estaba tomando por idiota.  “¡No, no estoy loca, todos sabemos lo que es una Alerta Amber!” Me recompongo y le digo:

“¿Me está mintiendo oficial?”

“No señorita”, responde. 

“¿Alerta Amber? ¿Están buscando a una persona desaparecida?”

“Si”

“¿Y para eso tienen que revisarme y tocarme de esta manera?”

“¡Pero lo hizo una mujer señorita! es por eso que pedimos el apoyo de la oficial”

“Me importa muy poco si me toca una mujer, hombre o pescado, lo que quiero saber es ¿por qué si buscan a una persona desaparecida me bajan del camión y me revisan como si fuera delincuente?”

“Ah, bueno, es que yo no puedo saber si usted trae un cuchillo”

“¿Qué? ¿Un cuchillo? ¡Pero si ya pasé DOS revisiones!”

“¡Bueeeno, luego se los esconden muy bien!”

“¿Pero si es una alerta Amber no tendría que haber primero explicado el motivo y después pedido mi IFE?”

“¡Ah, si!”, responde como si hubiera recordado algo. “Si la trae a la mano muéstremela”.

“¿A la mano? ¿Entonces lo último que le importa es mi identidad?”

“Bueno es que no tenemos el nombre de la persona desaparecida, sólo conocemos el rostro y además buscamos a una persona que viene vestida de azul, como usted.”

Le muestro mi IFE, apenas si lo ve, me lo devuelve y me dice: “ya se puede ir”.

Los otros dos oficiales agachan la cabeza y tratan de irse del lugar.  El oficial que ordenó la revisión sigue sin dar una sola explicación coherente, pues para este momento ya era insostenible la versión de la “alerta Amber”.

Él intenta irse, yo grito: “¡No oficial, usted me trató como delincuente y me toma el pelo diciendo que es una alerta Amber, le pido que me diga ¿cual es el motivo de esta revisión?!”

“Ya le dije señorita. Y ya váyase, se le va a ir el camión” (Se ríe)

“¿En el reglamento dice que usted puede revisarme sin decirme el motivo?“

“Si, búsquelo en el reglamento de la Policía Federal.”

“¿Me da su nombre?”

“Anótalo bien eh, no quiero faltas de ortografía”, se burla y ríe mientras me muestra su placa:

Kosugy Figueroa, Policía Federal.

No logro anotarlo, tengo demasiadas cosas en las manos.

El chofer del camión recoge algunas cosas que se me han caído y muy amablemente me dice: “disculpe señorita, lamento lo ocurrido, pero tenemos que partir, estamos retrasados por usted y los demás pasajeros ya están molestos”.

En ese momento vuelvo a ver a toda la gente que hay en la Central, el oficial ha aprovechado para darse la vuelta e irse.  Empleados de la Central y demás gente en el lugar me dicen: “tómale una foto, te trató como delincuente, no tienen porque hacerte eso”

Tomo mi celular y corro hacia el oficial, intento tomarle una foto, él golpea en repetidas ocasiones mi teléfono diciendo: “No, no puedes tomarme fotos”. Yo le digo que si puedo porque él es un servidor público.  Él continúa tapando la cámara y golpeando el teléfono hasta que de un golpe éste se apaga.  Logré tomar solo una fotografía borrosa de su placa. En ese momento se acerca un guardia de la Central de Autobuses para decirme que está prohibido tomar fotografías en ese lugar.  Yo tengo que tomar la decisión de irme o quedarme; el chofer no quiere esperar más y yo necesito llegar a mi lugar de destino.  Mientras recojo mis cosas le sigo pidiendo al oficial que me dé una explicación.  Él se retira del lugar sin decir nada.

Subo al camión.  Abro mi computadora y comienzo la larga búsqueda en internet del reglamento de la Policía Federal. Llamo a algunos amigos que sé que lo conocen mejor que yo. Intento encontrar alguna explicación válida.

¿Por qué ninguno de los tres oficiales se presentaron y aplicaron el reglamento en el que dice que lo primero que deben hacer es informar a la persona el motivo por el cual será revisado? ¿Es que un Policía Federal no tiene idea de qué es una Alerta Amber? ¿Un Policía Federal tiene derecho de revisarnos de manera corporal exhaustiva e inspeccionar nuestras pertenencias sin habernos “encontrado en flagrancia o bien con indicios de portar un arma o sustancia ilegal”?

Al llegar a mi lugar de destino, platico con el chofer quien me pide disculpas una y otra vez argumentando que “nada puede hacerse, así son Ellos, actúan como quieren y no es responsabilidad de nuestra empresa”.  Mi respuesta inmediata ante tales situaciones “por eso estamos como estamos en este país” me resulta ingenua.  Guardo silencio y me pregunto si es que ¿de verdad estamos destinados en este país a aceptar que Ellos son como son y no hay  nada qué hacer.

La violencia está demasiado bien repartida -leo en mi WhatsApp la respuesta de uno de mis amigos.

 

 

 

Enrique Peña Nieto se desinfló y las instituciones vagan por el desconcierto. ¿Qué sigue? ¿Qué podemos hacer desde la sociedad para enderezar el barco?

Sobran propuestas. Algunas son sensatas y viables, otras, utópicas y abundan, de hecho, las oportunistas. ¿Cómo calificar la marcha del 15 de septiembre para reclamar la renuncia del presidente? Se trata de una exigencia legal, legítima y pacífica que busca abrir la vida pública a la ciudadanía. Puede frenarse por las dificultades de convocar a un movimiento nacional, pero también puede articular un enojo real que acelere los cambios. En tanto sabemos lo que pasa me detengo en la reacción de los partidos.

Ha sido notable su indiferencia y desdén a esa u otras iniciativas que se salgan de la institucionalidad. Ellos se mueven en el fatalismo sexenal expresado en el curioso llamado de Andrés Manuel López Obrador a detener la “degradación” y el ninguneo a Enrique Peña Nieto. Nos pide que dejemos tranquilo al presidente para que entregue en “orden” el poder y el futuro gobierno pueda “iniciar una etapa nueva”. Esa defensa férrea de la institucionalidad ¿no lleva implícito el respaldo al pacto de impunidad?     

En otras palabras, mientras buena parte de la ciudadanía espera transformaciones profundas y constatables, el grueso de la clase política sólo está dispuesta a hacer cambios administrados en pequeñas porciones aprovechándose, para ello, del efecto ralentizador que provoca la vecindad con la potencia estadounidense. A menos que aparezca un movimiento nacional, lo más probable es que continuemos con lentos avances y retrocesos. Así llevamos medio siglo. Suponiendo que seguimos por este camino, ¿cómo enfrentar con mayor efectividad los grandes problemas nacionales?

Una respuesta lógica está en la revisión de aquellos casos en donde los cambios han sido más profundos y sustentables. Tomo, a manera de ejemplo, la guerra contra el crimen organizado. Llevamos una década de violencia sin que los gobiernos nos presenten una propuesta de estrategia que conceda la misma prioridad a fragmentar los cárteles que a atender a las víctimas. Hablan y gastan mucho, mientras sigue la sangría.

Ante la escasez de resultados la sociedad toma la iniciativa en diversas partes de México. Altata Segura (Navolato, Sinaloa), Hagámoslo Bien (Monterrey, Nuevo Léon) y la Mesa de Seguridad y Justicia (Ciudad Juárez, Chihuahua) se asemejan en que son proyectos con liderazgos anclados en coaliciones plurales de organismos, que armaron propuestas de programas presentados a, y adoptados por la autoridad. El resultado ha sido la reducción en las tasas de criminalidad y la contención de la delincuencia organizada.

La lección es ilustrativa. Para modificar en serio la realidad tienen que coincidir gobernantes abiertos y una sociedad organizada. Javier Corral y Francisco Javier García Cabeza de Vaca (gobernadores panistas electos) tomarán posesión en Chihuahua y Tamaulipas, respectivamente. Ambos enfrentan el lastre del crimen organizado. Si los pusiéramos a competir, Corral tiene una mejor posición, porque el tejido social de su entidad es más denso que el observable en Tamaulipas.

Por su parte, en la Ciudad de México reina el absurdo. Es el territorio con más capital social y es donde las élites políticas están decididas a excluir a la sociedad organizada independiente. El Constituyente es un ente controlado por partidos, tribus, jefe de Gobierno y presidente. Coinciden en la fiereza con la cual defienden ese espacio de poder que les permite enriquecerse traficando con permisos de construcción y repartiéndose los presupuestos y los cargos con el sistema de cuotas. Su esencia antidemocrática se exhibió en la Consulta Ciudadana sobre Presupuesto Participativo 2016, realizada el 4 de septiembre. En la Ciudad de México, que ha sido la vanguardia de la transición, participó aproximadamente 11% del electorado; y una parte de ellos fueron votos comprados o coaccionados.          

México es un país de regiones y ciudades. Hasta que aparezca un movimiento nacional apartidista seguirán librándose miles de batallas simultáneas, mientras el sistema y el presidente vagarán esperanzados de que el país y sus instituciones aguanten hasta que, el 1º de diciembre de 2018. ¿Llegaremos razonablemente intactos?

 

 

 

Esta no es una historia alegre o festiva, ni tampoco de superación, mucho menos optimista, esta es una de tantas historias tristes que no me gusta contar, pero que es necesario darlas a conocer para que las personas conozcan que no todos quienes andan en negocios ilícitos son malos. Muchos son personas comunes y corrientes con penas, necesidades y sobre es importante recalcar que son mexicanos. Son mexicanos de abajo, de los que nuestro país, o mejor dicho nuestros gobiernos del  signo que estos sean, no les dejan otra salida que buscar en actividades no lícitas para alimentar y sostener a sus familias. En la mayoría de los casos sucede así, porque hay otros que lo hacen por la emoción o la ambición no por mera necesidad.

Esta historia es la de dos hermanos que buscando ganar un peso más al que pudieran ganar trabajando como jornaleros, empleados o practicando algún oficio de gente sin preparación, decidieron mejor contratarse a las ordenes del narco y servir como bestias de carga. De ahí el nombre de burreros. Ellos transportan pequeñas cantidades de droga hacia el vecino país por la frontera de Sonora por alguna de tantas rutas a través del desierto, siempre de 20 a 30 kilos, o lo que puedan soportar. Es bien sabido que entre mas kilos puedan más es al cantidad a ganar. Las cantidades oscilan entre los 1000 y 2 mil dólares por viaje cuando van como burros. Pero sus guías ganan mucho más pues además de lo que gana un burro les pagan una cantidad extra por cada uno de los que  van en su grupo y llegan hasta el final del viaje. Esta suma asciende a 50 y 100 dólares por cada carga.

Caminan casi siempre de noche: exponiéndose a las picaduras y ataques de animales ponzoñosos, quebrarse una pierna por un mal paso, ser asesinados por grupos dedicados a asaltarlos para quitarles su carga,  a ser asesinados para no pagarles, a extraviarse pese a la guía del grupo, a que sus alimentos y agua se agoten, a perder la carga y que los patrones pensando se la robaron los asesinen y muchas más situaciones que pueden darse y que pueden llevarles a la muerte.

Escribo esta historia porque creo que hay quizás hay muchos que admiran este trabajo y desean hacerlo con la finalidad de ganar dólares. Muchos de ellos piensan arriesgarse por dos o tres noches de chamba, o jale como se dice por acá en el argot de los bajos fondos, ya que comparado con los trabajos mal pagados y jornadas extenuantes en campos agrícolas —donde su futuro sería sobrevivir con una pensión raquítica y miserable cuando llegaran al final de su vida laboral— pueden ganar lo que ganarían en dos o tres meses de trabajo intenso y agotador.

No piensan, y si lo hacen les vale madres. Por necesidad, o lo que sea, evitan pensar en los cientos que antes lo han hecho o lo hacen todo el tiempo y han servido de alimento a los coyotes, sin volver a sus casas con sus familiares, expuestos sus huesos para siempre en las arenas o matorrales del desierto, cubiertos con espinas. Si no son encontrados nunca y sus familias quedan en el desamparo y más jodidos que antes o siempre jodidos mejor dicho, tampoco lo consideran

Esta es la historia no solo de esos dos hermanos, es también la historia de una madre que perdió dos vidas engendradas en su vientre, enferma y vieja, que por las noches llora por los hijos ausentes. Perdida ya la esperanza solo pide que un día pueda encontrarse con ellos en un cielo que cree que existe y es a donde van los que mueren. No ha perdido la esperanza, pero ahora le ha tocado ver como los hijos de sus hijos han decidido emprender ese mismo camino, por lo que se enfrenta a la posibilidad de perderles para siempre.

Uno de ellos, a sus apenas 18 años, está purgando ya una condena en una cárcel extranjera y ni siquiera sabe dónde esta ubicada. Ella temía lo peor, pero por información de otros —que como sus hijos se dedican a eso— le dijeron que el nieto estaba en una cárcel, y eso para ella es un alivio pues sabe que no ha corrido con la misma suerte que sus dos hijos perdidos.

La historia me fue contada por Doña Juanita, una señora que trato y veo a diario. Es una señora humilde que accedió a contarme sobre sus hijos, y a la que hace años, a petición suya, entrevisté para que me contara de la desaparición de su primer hijo perdido.

Desgraciadamente hoy se le suma otro más. Ella sabe que murió y quedó en el desierto porque él se lo dijo antes de partir: que si no volvía era por haber quedado ahí en al inmensidad del desierto de Altar. Le dijo también que no le llorara ni sufriera pues de todos modos el sabía que moriría pronto y entre sufrimientos en el cuarto de un hospital, pues padecía un cáncer terminal.

Cuento esta historia porque me gustaría, aunque sea como cosa imposible, que si esta historia es leída por alguien dedicado a lo mismo —o con deseos de hacerlo—piense primero en el dolor que puede causar a sus familias, principalmente  a sus madres. Sobre todo si fallan y no vuelven, mientras ellas esperan. Como dijo doña Juanita: una espera que crucen la puerta del hogar cuando menos se espera y volver a abrazarles antes de su muerte.

Antes de contarme esta historia vi a Doña Juanita caminar por la calle con una andadera metálica por delante. Ella es diabética y padece otras enfermedades además de la pena por su hijos. Estas le han quitado muchas fuerzas a su cuerpo antes enérgico y activo, que solía hacer quehaceres. Cuando la vi pensé en ir a visitarle para conversar con ella.

Llegué a su casa y le dije que le había visto por la mañana. Le  pregunté a dónde iba y si no tenía quien le ayudara. “Ah era usted quien iba en el carro con su hija”, me dijo. “Si”, le contesté. “Iba a la tienda don Lalo”, me dijo, pues siempre pese a ser menor que yo me trata con el respeto que los pobres y humildes tienen para otras personas. “Y que no tiene quien le haga los mandaos?”. “No don Lalo”, me dijo. “Usted no debe de hacer eso”, le dije. “Puede caerse y golpearse”, agregué. “pues si pero que le voy a hacer”, sentenció.

“¿Y como ha estado?”

 “Bien gracias a dios, ¿y usted como ha estado?”

“Bien doña juanita.”

Dejando de lado el saludo y la platica inicial, le pregunte si había tenido razón de sus hijos, que hace tiempo desaparecieron al contratarse como burreros y que quería contar la historia y pedirle permiso para grabarle y publicarlo.

Ella accedió y esto es más o menos lo que ella me contó.

¿Doña Juanita no ha tenido razón de sus hijos últimamente?

“Un día tuve razón del guacho. Una hermana de la esposa del Guacho o una amiga le conto que su esposo iba con el ese día, dice que El Guacho iba enfermo, ya habían caminado mucho y el empezó a sentirse mal, Les dijo ahí viene la migra, váyanse pa que no los agarren tiren las mochilas.

¿Y tu que? le preguntaron, yo aquí me voy a quedar ya no la armo. Ustedes váyanse yo me voy a quedar en el desierto. No, como te vas a quedar, dice  la muchacha que le dijo su esposo, yo me voy a quedar contigo. No que le dijo Rodolfo, ya vete, y que agarró por otro camino y ya no volvió a verlo.

Dice que echaba sangre por la boca, el ya iba malo. Hacia poco había tenido una operación le detectaron cáncer en el páncreas duro mucho en Hermosillo lo tenían todo entubado, cuando salió el doctor le dijo se cuidara mucho, pero no hacía caso. El le dijo que si no se cuidaba se le iba a reventar el páncreas.

¿Eso le dijo la Berta?

No, no, una hermana de ella, que está trabajando en la mina.

¿Cocinera o chofer?

Chofer. ¿No han tenido razón del compadre? porque su esposo es compadre de el. No, le dijo la Berta ya lo anduvimos buscando no hemos tenido razón ni nada. Ya lo buscamos no hemos tenido razón. Ya le dijo ella que cuando se fue iba con mi esposo, iba el también y dice que El Cahuamas ya iba mal,  que se les acabó el agua a todos y dice que ya, empezó a echar y echar sangre. Que algo se le había reventado por dentro y tenían tres días sin tomar agua. Les dijo que se fueran, que caminaran que ahí venia la migra atrás de ellos. Yo voy a correr por acá, que les dijo.

Y el le decía: No Cahuamas, espérate, te vamos a ayudar, ándale. No que ya no puedo, váyansen ustedes pa que no los agarren, tiren las mochilas a ver si las juntan.

¿Quién les dijo que ya iba la migra?

Él les dijo.

¿El guacho era guía?

Si, era guía. Él y empezó a echar sangre y sangre, mucha y ya les dijo: no ya no la voy a hacer, Entonces uno de los compañeros se quedó con él. Le dijo: no te voy a dejar tirado, yo te voy a llevar, yo me voy a ir contigo. No, no, dijo, vete, yo aquí me quedo. No te vas a quedar nada, en eso venia bajando la avioneta, no se que, que le dijo el otro pos ya viene la avioneta, la otra que le dijo, escóndanse.

Les dijo: si nos ven pa que nos lleven, que nos agarren mejor. El Cahuamas va muy malo, dijo el otro. Ya no se mas, si están en la cárcel, ni al compañero he visto. Dice la Ester que le dijo: a lo mejor.

¿No supo como le decían al compañero?

No, no supe.

¿Al Guacho, le decían Cahuamas también?

Ajá, Guacho, como quiera le decían, por su nombre nunca lo nombraban. No  he tenido razón, más. Hasta ahora la semana pasada ya pa que no me estuviera pensionando, ya no me dicen nada.

¿Quién le dijo?

Los chamacos. Y ya. Yo ya se los entregué a Dios, a los dos, ya le pedí a mi tatita Dios y la Virgen. Si el me los va a mandar, si ya están con Él ni modo. Ahora resignarme a todo, echarle ganas, salir adelante, porque tengo muchos hijos todavía, no hemos tenido una razón.

¿Y el Enrique, ya nunca volvieron a saber de él?

Ya van pa seis años ya.

Seis años sin saber de Enrique ¿Del Guacho cuanto?

Tres años.

¿En que tiempo fue del Guacho?

Como en junio por allá.

¿2013 0 2014? Pus hace tres años.

En el 2013 entonces, digo yo. Pero dice el muchacho que si los agarró la migra los avientan mas lejos,

Pues si oiga, pero también les dan chanza de llamar.

Pues dice que, porque  a la Gela le dijeron que lo habían mandado a la otra orilla, Y anduvo averiguando la Mónica.

¿Ella quien es?

Su esposa pues. Ah, Una hija de ella que ya había averiguado pa no se donde no se me pego el nombre allá no los dejan hablar ni nada, ni que salgan, nada, nada. Ella lo anduvo buscando mucho la chamaca.

¿Es su hija?

Su hija, porque allá vivía en el otro lado ella,

Órale, ¿dónde?

En Tucson por allá. Ahora vive en San Manuel, allá trabajan, porque tienen tierras, ganado, es que los echó la migra.

Ah, ¿los agarraron?

Sí porque estaban trabajando chueco pues. (Aquí doña Juanita se refiere a que trabajaban sin documentos para ello) Entraban y salían. Allí los agarraron en la mentira y ya no van.

(Por lo que me dice los detuvieron posiblemente en un cruce o garita al pasar con pasaporte de turista como hacen miles de residentes fronterizos que van a trabajar por temporadas pasando con ese documento y que al ser descubiertos se les retira el pasaporte, lo cual no hicieron en este caso según me dijo).

Doña Juanita, prosigue y me dice que hace poquito agarraron al hijo del Cahuamas, el mas grande.

¿Tambien anda de burrero?

 Ya lo agarraron, está encerrado.

¿Ni viendo lo que le pasó a su papá?

Siguen en lo mismo. Yo no sabía. Hasta que él vino después de echar una burreada y le fue bien, pero, tenía un mes que no les daban nada.

¿Cuándo los agarraron?

Hace como unos… (se queda pensando) hace poquito.

¿Como se llama el morro?

Pedro.

¿Cuantos años tiene?

18. Un chamaco casi. Cuando vino, vino Nana, ay que cansado vengo. ¿Qué hiciste pues? Estoy burreando me dijo ¿Pero cómo? Ay Pedro, que bárbaro, viendo lo que pasó a tu padre, estas muy chamaco mijo, no seas tonto. No hacen caso. Resulta que cuando se fue a burrear, ese día llego el viejo, le llegó el dinero. Y ya lo habían agarrado. Pero la mamá no sabe ni en que parte está ni nada, estamos pior ahora, que ni razón tiene de él.

¿Y que le dijo él?

Ay nana, nomas dos voy a hacer. No creo le dije, ya agarraste la maña esa. Vicio cochino de tu padre, hasta entonces. Tienes hijos, tienes dos hijos que ver y luego estas muy chamaco, ve por los hijos no… no te mueres de hambre comiendo puros frijolitos no te mueres de hambre, de hambre no se muere uno, pero no… Le entiende a la albañilería todo, muy bueno, muy listo pa trabajar.

¿También esta detenido?

Si, no te digo pues, ya va salir creo. Ya va como pa seis meses, no saben ni en que cárcel esta. Ya lo van a soltar dicen. Nomas con que no lo tiren pa llá. Me refería yo por allá a donde sacaron a Enrique, el tío.

Si pues, pa Tamaulipas. Así me dijeron dice: que al Enrique lo habían matado ya

¿Y como sabe?¿Quién le dijo? ¿Unos muchachos que vinieron de allá?

Si de allá.

¿Pero el lo vio el muchacho que vino?

Si él dijo que andaba trabajando con la gente que lo había agarrado. Anduvo con él pero el no andaba trabajando.

¿Pero el lo vio, lo vio?

Sí.

¿O supo?

Sí, lo vio.

¿Platicó con el?

No, no los dejan platicar con nadie. Nomas así, pero él lo reconoció después.

¿El, Enrique? ¿No los conoció?

Sí, pero no los tomó en cuenta pa nada, a lo contrario los andaba queriendo matar, los corretió mucho toda la noche, él y los sicarios y otro dia. Es que dice: Nosotros andábamos, Nos aventaron pa Coahuila y dice que dijeron a ver si vemos al Chivo y sí, como tocó la casualidad que ese día que los echaron se fueron a un bar.

Iban a entrar al bar cuando el Enrique iba saliendo del bar, camino así. Es el Chivo que le dijo él a sus compañeros. No, estas loco, si al chivo ya lo mataron. Porque así le decían a él. No, no sé es el Chivo, sé es. Y ya le gritaron, si volteo Enrique. Lo quisieron saludar y no.

¿No?

No, todos los de Caborca me valen aquí y allá, unas palabronas, aja. Los vamos a matar dice que les dijo, Entonces los correteé y ya no supo, toda la noche nos anduvieron correteando y otro día. Un  viejito nos brindó hospedaje y nos dijo yo los voy a ir a dejar a transportes, aquí está muy duro, los sicarios. Nomas a ver como le hacemos pa que no los reconozcan porque ahí se la llevan en transportes, Y si dice el viejito nos hizo el favor, ya nos subimos. Pero su hijo se puso muy bravo el Chivo. Ya nos quería matar. Pero no los dejan platicar con nadie ahí. Sabe.

¿Y como los correteo?

Pues con armas y todo. Dice que Enrique se fue y se metió en un callejón oscuro y que ahí estaban los otros puestos, los sicarios y carros. La suerte que nosotros brincamos una barda y no nos vieron ellos y volvimos a salir, entonces ellos estaban escondidos y nos vieron, hasta que ese señor el viejito, nos escondió.

 ¿Y como dice el que lo mataron si el se vino?

Ah pero después se supo. Dicen ellos, que cuando lo vieron y que el dijo sí es. No, pero recuérdate que ya lo mataron, que allá en Caborca se soltó el rollo. No si es, vamos veras a saludarlo y que fueron y el les dijo: a nosotros los de Caborca nos valen madre. Que estaba muy blanco y si era. Somos nosotros Chivo, ¿no nos conoces? Pero no, flaco, más que como estaba aquí. Pero ya,  ya no hemos vuelto a saber nada, razón de ellos, nada.

Aquí me la he llevado esperando, un día, yo le pido a Dios que cuando yo esté muy grave ya en cama, lleguen ellos. Con la esperanza, allá nos encontraremos, algún día.

 

Una larga pausa nos envuelve, calla ella, callo yo.

Ella habla mas despacio, más quedo casi en un susurro como para si misma y dice algo como: en su cumpleaños de Enrique, del Guacho, me acuerdo y me dicen ya no llores amá.

Una madre sufre mucho, por sus hijos.

Silencio, mas silencio.

Lo rompo.

 

Ay como está cabrón y como usted hay muchas aquí en Caborca. (No sabia yo que decir).

Ei.

Muchas, muchas, miles, no son, diez, ni cincuenta, ni 200 son miles, cada familia pobre de las orillas tiene hijos, que se van a burrear.

Aja, los matan, si pa no pagarles. Porque a muchos los han matado pa no pagarles. Aja,  está muy dura la situación, Ya no hay tanta burreada como antes agrega.

¿No?

Ya no se oye.

Pos ya ve y siempre sí anda su nieto allá. 

Pues si, pero digo que ya no como antes. Antes no era tan peligroso. No era tanto. Hasta se ayudaban, ahora no el que se queda se quedo, lo dejan tirado. Y es que Rodolfo un día antes que se fuera, vino. Había echo menudo, me vino a ver y me trajo y en la tarde: Mañana voy a venir Amá, medio, porque si me animo me voy a ir. Si vino en la mañana. Me dijo: Amá ya me voy a ir, ya me voy pa que no estés con el pendiente. Ando como hinchado me dijo, a ver como le hago. Ay Rodolfo ya no te deberías de ir, le dije. Dios guarde la hora, tu  ya estas delicado, le dije. Dios guarde la hora. Debes cuidarte, dijo el doctor. No tu no te preocupes viejita, me dijo. Pero eso si te digo, si ya no vengo es que me morí, me quedé tirado en el desierto. Pa si me llegas a esperar ya sabes, nomas me quede bien seriecito y le pides a Dios, porque yo, yo no tengo esperanzas. Lo que yo quiero es que tu no me veas ya sufrir mas. Ai me voy y me toca en el desierto allá, no estés sufriendo como sufriste, la primera vez con Enrique. No quiero estar encerrado en un hospital.

Ándale, ándale dile al patrón que no vas a ir. No amá ya, ahora me eché el compromiso, tengo que ir. Ya iba mal, le habían dicho ya en Hermosillo que tuviera mucho cuidado porque se le podía reventar, tenía cáncer en el páncreas, ya tenía rato, estuvo como tres semanas en Hermosillo, se hinchaba mucho él.

 

(Dejamos de hablar ya de eso y me platica de sus hijos los que le quedan, platicamos sobre su salud, me dice que ya esta solo que todos los hijos están casados y ya no viven con ella, veo una foto en la pared y me dice quién es cada uno de ellos y me dice que cuando la tomaron Enrique había cumplido 15 años. Me dice que su esposa estuvo hace poco aquí y le fue a visitar, esta muy bien ella ahora, me dice.)

¿Oiga y nadie esta con usted así como está? (padece presión alta y diabetes)

No, y me he puesto mala fijese, ya dos veces.

Pues no debería estar sola.

Pero si me pongo mal le hablo a Juan.

(El es su hijo y vive en una casa vecina)

Bueno doña Juanita ya me voy a ir a ver si escribo esto pronto, pues soy muy flojo

Ándele cuídese mucho.

Ijuesuchingadamadre esta chingadera no estaba grabando

Válgame

A ver si me acuerdo de lo que me dijo.

Pero si estaba apuntando.

Sí, pero no pudo anotar todo. A lo mejor si estaba grabando, no le digo le aplasto el botón y no quiere. Casi no el entiendo a esta madre. Bueno ya me voy ahora si. Ni modo de decirle que vaya a la casa si se le ofrece algo. Yo no estoy aquí, vivo en San Luis. Ahora Pavel, mi hijo, se la lleva trabajando, y yo mañana me voy otra vez.

No se preocupe, cuídese.

 

Me voy a  mi casa, pensando en la tristeza y el dolor de madres como Doña Juanita cuyos hijos ya pudo volver ya sea porque fueron detenidos o porque se quedaron en el camino. Sin embargo también están los que siguen dedicándose a la burreada e hicieron de esta actividad un modo de vida, pues no están dispuestos a matarse y dejar el lomo en trabajos mal pagados en el campo o en alguna tienda departamental. Muchos de ellos no pudieron decidir, o no tuvieron las oportunidades y la educación para hacerlo. Son pocas  las opciones que se nos dan en un país como el nuestro y muchos prefieren irse de indocumentados al vecino país para rajarse el lomo y soportar humillaciones y vejaciones por ser de piel oscura. Si lo logran estarán endeudados de por vida con hipotecas o carros que luego podrán presumir a su vuelta, cuando vengan a ver a la familia. Pero luego se volverán a ir y eso es un circulo vicioso de nunca acabar.

Para finalizar esta historia comparto a ustedes la letra de un corrido que es un himno para las personas que se dedican a este peligroso trabajo y es uno de los mas cantados en cantinas y bares. Este corrido es una crónica cantada y musicalizada de la vida de un burrero y lo que les puede pasar. De eso trata mi historia, esperando crear conciencia de  esta situación en nuestro estado y en muchas partes de la frontera mexicana.

El corrido del burrero

Letra y Música/Alma Leticia Aceves

Las noticias que acontecen/No son nadita agradables/Estos versos que les canto/es tan solo una parte/se esta poniendo caliente la cosa esta pero que arde

Siguen cayendo burreros de la ciudad de Caborca/todos llegan a la Winslow/ enseñando la mazorca/unos poquitos con coca y otros poquitos con mota.

El cerro del elefante se esta poniendo caliente/ Ya cayeron dos cuadrillas/juntos llegaron a 20/los agarraron dormidos/con las manos en el vientre

Pongansen truchas paisanos/ si quieren seguir chambeando/ anda muy dura la migra/ todo te andan revisando/cuiden muy bien su trabajo/ ya no le burlen en vano.

Colombia junior le dicen/ a mi precioso Caborca/ pues el trabajo que existe/ es el de pasar la mota/ si una carga se cayó/ al rato intentan la otra.

Yo soy uno de los tantos/ que estamos aquí encerrados/ el cansancio me vencio/ la migra a mi me agarró/  esposado me llevaron y en la winslow me encerraron.

Llevo por nombre Juan Carlos/ mi apellido no les doy/ pongansen vivos mis compas/ de no caer en prisión/ porque no crean son buenas/ aunque tu tengas valor.

Y aquí tambien les dejo la liga para si les interesa lean la Historia de Enrique el primer hijo desaparecido de doña Juanita, publicada primeramente en Nuestraparenterendicion.com hace unos años.

http://nuestraaparenterendicion.com/index.php/biblioteca/cronicas-y-reportajes/item/345-enrique-est%C3%A1-perdido

 

 

 

 

 

 

 

 

Imaginen un dron volando en el atardecer del desierto sonorense en medio de sahuaros, choyas y mezquites. Desde las imágenes que toma ese insecto artificial, equipado con la más alta tecnología en sus entrañas, se ve una mujer rubia con vestido ejecutivo caminar entre las choyas, los sahuaros y los mezquites. Esa rubia es Claudia Pavlovich Arellano, mejor conocida como la Gobernadora de Sonora, y mientras camina en el paisaje desértico le habla directo al dron para presumirle que allí, en medio de la nada, se construirá el Centro de Control, Comando, Comunicación, Cómputo, Coordinación e Inteligencia (C5i).

De acuerdo con lo que la gobernadora dice en el spot donde anuncia la construcción del C5i —acompañada del dron que la vigila— este centro concentrará a todas las autoridades de seguridad, Sedena, Semar, Cisen, PGR, PGJE, así como a todas las corporaciones policiacas estatales y municipales, además de instituciones de atención de emergencias como Protección Civil y Cruz Roja, para garantizar una mayor coordinación entre todas estas dependencias. Lo que no nos dicen es que con esto, los sonorenses nos volvemos personajes de una narco novela con toques orwellianos tipo 1984, pues supuestamente el centro contará con la más alta tecnología de vigilancia y concentrará  más de tres mil cámaras de vigilancia, para saber por dónde nos movemos, y de vez en cuando tener idea de por dónde va tal cosa que siempre tiene que ir pal norte.  Todo esto se hace con el pretexto de la seguridad de los ciudadanos, que cada vez se sienten más vulnerables por la violencia que va creciendo como si no hubiera autoridades o como si el crimen organizado fuera la única autoridad.

Y es que no está para más, este verano tanto Cajeme como Hermosillo están en rojo en el semáforo delictivo. Ambas ciudades ya son parte de las 50 más violentas en el país y que más preocupan desde el nivel nacional. Esto se debe en gran medida a que se están dando divisiones internas en el Cartel del Sinaloa, lo que deja vulnerables plazas que ahora están en disputa, así como que aumenta la violencia donde ya habían disputas por la plaza.

De acuerdo a Nancy Flores de Contralínea, quien usando datos oficiales hace una cartografía de  los conflictos agudos por el control del territorio en toda la republica, los municipios en disputa por dos carteles son Nogales y Caborca, mientras que Cajeme y Navojoa son peleados por tres. En el caso de Nogales se ve que es dominado por el Cártel de Sinaloa, que lucha contra el Cártel Jalisco Nueva Generación por mantener su supremacía; del mismo modo en Caborca, el Cártel de Sinaloa pelea con los Beltrán Leyva para continuar con el control de esta importante región para el trasiego de drogas. Cajeme y Navojoa por su parte, reconocidas desde los últimos años como los dos municipios más violentos de Sonora, son una de las plazas más disputadas del país. En este caso el control lo ejercen Los Salazar y Los Memos, células del Cártel de Sinaloa, que llevan desde ya hace bastante tiempo una lucha encarnizada contra el Cártel de los Beltrán Leyva y algunas células de los Zetas que comienzan a aparecer.

El caso de Hermosillo aún no se reconoce como un territorio en disputa; sin embargo, es notorio que se ha incrementado el consumo del cristal o metanfetaminas. Esto suele vincularse oficialmente el crecimiento de los robos y los homicidios, lo cual no convence del todo a los hermosillenses que cada vez reconocen más las señales de la convivencia forzada con el crimen organizado alterado por una disputa territorial. De esta forma, poco a poco la capital sonorense se adapta a ser el escenario de una narco novela orwelliana mientras la gobernadora se toma fotos con su dron del C5i cuando cae la tarde.

La visita

La visita del grupo de trabajo sobre Empresas y Derechos Humanos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) a Hermosillo el pasado tres de septiembre fue bastante caótica. El caos se dio por una serie de malentendidos, desinformación y falta de seguimiento de los protocolos que pedía la ONU para tener condiciones de trabajo en el encuentro que sostuvieron con afectados por el derrame en el Río Sonora, la Tribu Yaqui, papás ABC, así como otros casos en los cuales alguna empresa ha violado los Derechos Humanos. En cierta forma, este incidente refleja lo desesperada que esta la sociedad que se siente vulnerable y afectada por la violación de su derecho al agua, la salud y un medio ambiente sano; además, es una señal de que debemos mejorar el movimiento ambiental en Sonora, buscando la unidad de las luchas, respetando siempre los diferentes procesos que tienen las comunidades y colectivos, así como el derecho al disenso.

No usaré este espacio para ventilar las problemáticas de los movimientos que luchan genuinamente por hacer que SEMARNAT, COFEPRIS, CONAGUA y sobre todo Grupo México, respeten los Derechos Humanos de quienes vivimos en la cuenca del Río Sonora, así como que cumplan con el resarcimiento del daño causado por el derrame de 40,000 metros cúbicos de tóxicos en los ríos Bacanuchi y Sonora; sin embargo, sí quiero mencionar que los representantes de la ONU escucharon a los afectados y tomaron nota de varios aspectos que saldrán en las recomendaciones que darán a conocer más adelante cuando terminen sus trabajos de análisis con todo lo que se llevaron.

Entre los aspectos que más les preocupan  de la forma de actuar de las empresas como Grupo México es la opacidad con la cual se manejan y la falta de transparencia de los datos que generan.  Este es el caso de los resultados de los estudios que hace la UNAM sobre la contaminación en el Río Sonora y que no se dan a conocer por la exclusividad que pide el Fideicomiso Río Sonora que maneja Grupo México y SEMARNAT. Esperemos que las recomendaciones de la ONU ayuden hacer entender, tanto a las autoridades como a la empresa, que la opacidad no ayuda a resarcir el daño y únicamente genera disrupción social en las comunidades afectadas.

Todo lo que se quema siempre vuelve arder

Escribo estas línea mientras el huracán Newton se aleja de Hermosillo y después de ver en Facebook como los padres deudos de la Guardería ABC son maltratados por policías municipales que cuidaban a un grupo de peritos que comenzaron a trabajar, de manera ilegal y sin respetar el debido proceso, en un supuesto nuevo peritaje de la Guardería ABC y de la bodega donde comenzó el siniestro. El trabajo de los peritos se comenzó hacer “de madruguete”, cuando aún llovía por el huracán Newton. Indigna ver esa actuación de las autoridades que únicamente solapan y ayudan a que la impunidad se perpetúe en un caso que aún nos duele a todos. Tomo un fragmento del muro de Julio Cesar Márquez, padre de Yeye y uno de los que enfrentó a la autoridad esta mañana lluviosa y llena de desvergüenza:

“Dice la PGR en su comunicado el día de hoy que el inicio de los trabajos del peritaje atiende una solicitud del 2014 y posteriores confirmaciones de la misma en mayo de este año. Pero no dice que hace poco más de un mes en otra reunión en instalaciones de la misma dependencia TODOS los diferentes grupos al conocer que lo que podía ofrecer el citado peritaje no daba certeza de llegar a la verdad plena, solicitaron a la Ministerio Público Laura Flores Cansino que NO se efectuara dicha diligencia.

Lo sorprendente y muy raro es que hoy en su texto la dependencia federal insinúa solamente estar dando trámite a una solicitud de las familias de las víctimas. Además, no notifica a ninguno de los afectados.

Esto tiene visos de llevar otra intención. ¿Quizás Le apura a la PGR dar carpetazo a su averiguación previa que señala responsabilidades muy claras del ex gober "Herodes" Bours y otros?

Esto dice el comunicado:

"El 19 de febrero de 2014, madres de menores víctimas del incendio en la Guardería ABC de Hermosillo, Sonora, solicitaron por escrito la prueba pericial sobre el origen causa del incendio, a realizar por la empresa internacional LWG Consulting.

El 26 de mayo de 2016, padres de familia reiteraron por escrito la realización del peritaje a cargo de la empresa LWG Consulting.

El 17 de mayo de 2016, en reunión con el Grupo de Trabajo de la Cámara de Diputados que da seguimiento a las investigaciones y recomendaciones relacionadas con el caso de la Guardería ABC de Hermosillo, Sonora, madres de menores víctimas y sus representantes legales insistieron en el desahogo de la prueba pericial señalada.

Ante tales solicitudes y por así proceder conforme a derecho, el Ministerio Público de la Federación, a cargo de la investigación, acordó favorable la vialidad e idoneidad de la prueba solicitada e informó de ello a padres y madres afectadas.

Es así que a partir del día de hoy, peritos internacionales de la empresa LWG Consulting iniciaron los trabajos periciales para determinar el origen y causa del incendio ocurrido el 5 de junio de 2009 en la bodega contigua a la Guardería ABC.

Con estas acciones, la Procuraduría General de la República ratifica con hechos su compromiso con la verdad y el esclarecimiento de tan lamentables hechos"...”


Mientras esto sucedía, en la CDMX el grupo de trabajo de la ONU, que también había visto a Julio Cesar Márquez el pasado 3 de septiembre, decía que veía que los mexicanos estamos divididos entre quienes viven en un planeta donde todo está bien como en la programación de Televisa y aquellos que  estamos en lucha por los Derechos Humanos y vemos las injusticias que el gobierno y las empresas cometen reiteradamente.  Este peritaje bien puede ser un ejemplo de este desfase del gobierno que no vive en el mismo planeta que los mexicanos que queremos un país más justo, en paz y que respete los Derechos Humanos.

 

 

 

Y el monstruo creció de entre nosotros. Creció cobijado por la estructura gubernamental pero también por sus socios comerciales que creyeron que con éste “su plaza” estaría “segura”. Sin embargo, ni el gobierno -que pactó con ellos- ni el Cártel de Sinaloa -que impulsó su crecimiento- pensaron que un buen día el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) se rebelaría secuestrando a los hijos de “El Chapo Guzmán” y, con ello, generando muchas dudas respeto de los rompiendo los pactos de no agresión que el líder del CJNG, Nemesio Oseguera “El Mencho”, prometió respetar mientras se le dejara dominar las tierras jaliscienses desde las cuales hoy exporta la mayor cantidad de metanfetaminas que se consumen en el mundo.

El CJNG, no obstante, creció y ahora tiene la fuerza necesaria para reconfigurar la división territorial de los cárteles de la droga en México. Esto fue Jalisco en agosto.

El plagio y desaparición de los hijos de “El Chapo”

Hasta el pasado 15 de agosto parecía que el Cártel de Sinaloa y el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) mantenían un pacto de colaboración; sin embargo, el plagio y desaparición de Iván Archivaldo y Jesús Alfredo Guzmán Salazar, hijos de Joaquín Guzmán Loera “El Chapo”, reconfiguró las relaciones de quienes –desde 2010- habían sido socios en la producción, distribución y venta de droga en el pacífico mexicano.

De acuerdo a las versiones oficiales, integrantes del CJNG irrumpieron la madrugada del 15 de agosto en el restaurant-bar “La Leche”, ubicado en Puerto Vallarta, para plagiar a Guzmán Salazar junto con cinco hombres más que inicialmente fueron identificados como Juan Daniel Calva Tapia; Josias Nahuali Rábago Borbolla y Víctor Galván Ureña; ese día también fueron desaparecidos dos hombres más pero las autoridades de Jalisco no se animaron a mencionar que se trataba del otro hijo de “El Chapo”: Iván Archivaldo Guzmán Salazar y su suegro, del cual se desconoce el nombre.

Iván Archivaldo Guzmán Salazar fue designado por su padre para encabezar sus negocios ilícitos en Sinaloa desde que fue aprehendido en febrero de 2014 pero sobre todo desde su última recaptura en enero del presente año. Iván Archivaldo y su hermano Jesús Alfredo, “Los Menores”, encabezaban desde ese entonces una disputa interna con otras facciones del Cártel de Sinaloa siendo su principal opositor Dámaso López Núñez, “El Licenciado”, el cual tras la detención de “El Chapo” decidió que era tiempo de asumir un rol más protagónico dentro del Cártel de Sinaloa.

Estas disputas internas no pueden pensarse ajenas a otros eventos como la liberación de Rafael Caro Quintero y el fortalecimiento de otros grupos criminales como el propio CJNG y el Cártel de Los Beltrán Leyva, el cual ya había comenzado a tener fuerte presencia en la capital de Jalisco, Guadalajara. Esta reconfiguración en la geografía del narcotráfico provocó que el Estado Mexicano asumiera con singular importancia la desaparición de los hijos de “El Chapo Guzmán”, ya que el desenlace de esta historia pudo haber significado la apertura de una guerra entre dos de los cárteles de la droga más fuertes a nivel mundial.

El gobierno temió lo peor; sin embargo, el semanario sinaloense Río Doce, uno de los más especializados en temas del narcotráfico en México, informó que las cúpulas de ambas organizaciones criminales negociaron “la liberación con vida” de los hijos de “El Chapo” y que fue la comunicación directa de Ismael “El Mayo” Zambada (Sinaloa) y Nemesio Oseguera “El Mencho” (CJNG), lo que provocó “el final feliz” en una historia que ahora parece anecdótica pero que implica una jugada que parece haber cambiado la geografía del narcotráfico en el país, ya que el CJNG, quien por años fuera una apéndice del Cártel de Sinaloa y posteriormente un socio comercial, ahora se erige como una entidad criminal capaz de desafiar no sólo al Estado Mexicano sino también a su otrora aliado.

El CJNG surgió entre los años 2010 y 2011 tras la muerte de Ignacio “Nacho” Coronel, el cual había sido el jefe de la plaza en Jalisco hasta que fue abatido por militares, el 29 de julio de 2010 en el municipio de Zapopan. Lo que en su momento se consideró una incisión del Cártel del Pacífico se convirtió en menos de seis años en uno de los cárteles más fuertes en el país, el cual –incluso- mantiene fuete presencia a nivel internacional.

Es tal la fuerza del CJNG que el gobierno federal implementó desde el 1 de mayo de 2015 la “Operación Jalisco”, acción se seguridad donde diversas fuerzas federales tienen el objetivo de abatir a los principales capos de este cártel, principalmente a su líder Nemesio Oseguera Cervantes “El Mencho”. La reacción del CJNG ante este operativo federal fue la generación de más de 30 bloqueos en tres estados del país y el derribe un helicóptero de la Secretaría de Defensa Nacional donde viajaba un grupo elite de militares que tenían como misión capturar a “El Mencho”, cuyo centro de operaciones tácticas y financieras se ubican en los municipios de Tonaya y Puerto Vallarta, ambos en el sur de Jalisco.

El crecimiento en seis años del CJNG, sin embargo, no puede pensarse sin el apoyo de las autoridades jaliscienses ni sin las maneras en que algunos de sus miembros se han logrado incrustar en las instituciones estatales de seguridad. Para muestra dos botones:

Sergio Adame Ochoa, detenido en los Estados Unidos el 17 de junio por participar en actividades ilícitas como fraude y lavado de dinero, fue titular de la Dirección del Centro de Inteligencia y Comunicaciones para la Seguridad de la Fiscalía General de Jalisco por más de tres años. Desde su puesto gubernamental facilitó las labores de trasiego de droga en el territorio jalisciense y además fungió como operador financiero para que el CJNG lavara su dinero a través de inversiones comerciales en Texas. Como si esto no fuera suficiente también fue informante de la Agencia Central de Inteligencia (CIA), la cual lo utilizó como enlace entre áreas de seguridad de los Estados Unidos e integrantes del narcotráfico; su función era ofrecer beneficios y protección a cambio de información.

El otro ejemplo es Sergio N., detenido el 18 de agosto. Éste operador del CJNG era uno de los objetivos de la Operación Jalisco, ya que se presume su participación en diversas operaciones para lavar el dinero así como también se le acusa de la desaparición del ex regidor de Puerto Vallarta, Humberto Gómez Arévalo, desaparecido desde enero de 2015.

Las preguntas que surgen tras el plagio de los hijos de “El Chapo Guzmán” y la manera “pacífica” en que terminó este suceso son las siguientes: ¿por qué el gobierno de Peña Nieto tomó esto como un “Asunto de Estado”?, ¿por qué desplegó un amplio operativo para buscar a “Los Menores”?, ¿qué cedió el Cártel de Sinaloa ante esta acción realizada por Nemesio Oseguera “El Mencho”?, ¿por qué el CJNG puede actuar con plena libertad a pesar de que Jalisco está aparentemente “blindado” por el operativo federal cuyo único objetivo es restarle fuerza a este cártel?, ¿por qué no se investiga a fondo el papel de las autoridades jaliscienses en el crecimiento del CJNG?, ¿lo ocurrido será el fin de la alianza Cártel de Sinaloa-CJNG? ¿Está el gobierno federal y el gobierno de Jalisco preparado para brindar seguridad ante un posible conflicto armado entre ambos grupos delictivos?

En Jalisco hay mucha tensión pero pocas respuestas de la autoridad local y estatal, pues ya sabemos que cuando las incisiones en los grupos del crimen organizado suceden quienes resultamos más afectados somos la ciudadanía y más la de un estado como Jalisco que lleva meses sumido en la inseguridad que ha multiplicado homicidios y desapariciones.

El operador financiero y político del CJNG

Uno de los mayores robos bancarios realizados en el país tuvo lugar en Lagos de Moreno en 1981. Un grupo de jóvenes decidió robar el Banco Internacional ubicado en pleno centro de este municipio ubicado en los Altos de Jalisco. El botín fue de 93 millones de viejos pesos y el autor intelectual del asalto fue el ya fallecido, Jesús González Márquez, hermano del ex gobernador panista de Jalisco, Emilio González Márquez (2006-2012).

En el “robo del siglo” participaron con Jesús González Márquez cinco jóvenes más Sergio Kurt Schmidt Sandoval; Eduardo Paredes Legoff; Rafael Alejandro Álvarez Espinoza, Ignacio Peña Durán y Javier Rodríguez Limón. Todos ellos, tras cometer el atraco viajaron a Guadalajara para repartirse el botín (17 millones por cabeza). El dinero fue repartido en la casa de Kurt Schmidt.

Este hombre que robó un banco con el hermano de un ex gobernador, nunca abandonó las actividades delictivas, pues a decir del titular de la Comisión Nacional de Seguridad, Renato Sales Heredia, Kurt Schmidt fungió como operador financiero del Cártel Jalisco Nueva Generación desde, al menos, hace seis años.

Antes de que el CJNG fuese lo que hoy es, Kurt Schmidt entre 2007 y 2013 tuvo una participación muy activa en los negociones lícitos pero más en aquellos ilícitos que se desarrollaban dentro de los reclusorios del estado de Jalisco. Estos “auto-gobiernos” al interior de los penales permitieron que Sergio Kurt Schmidt comenzara a vincularse tanto con el Cártel de Sinaloa como con el recién creado CJNG. Ahí inició su carrera como operador financiero de éste último cártel.

La detención de Kurt Schmidt, el pasado 18 de agosto en el municipio de Zapopan, generó gran revuelo en la esfera política jalisciense porque integrantes de todos los partidos, aunque principalmente del PAN, PRI y Movimiento Ciudadano, mantuvieron una relación cercana a éste ya que le gustaba convivir con “sirios y troyanos”; por ello, se le veía deambular durante la presentación de informes de gobierno o eventos empresariales. Kurt Schmidt era un personaje muy conocido por el círculo rojo de la política jalisciense.

Su detención, en este sentido, cimbró a muchos de los actuales funcionarios públicos que se sabe tuvieron una relación cercana con el que la Comisión Seguridad Nacional identificó como el objetivo 101 de la Operación Jalisco. Kurt Schmidt, conocido en el mundo del crimen como “El Pistola”, a decir de las autoridades federales, utilizó sus conexiones político-empresariales para blanquear dinero del CJNG.

No obstante, todos aquellos políticos con los que se vinculó salieron rápidamente a los medios a declarar que sí lo conocían pero que no tenían con él ningún tipo de relación. Kurt Schmidt que salió en muchas fotos con la primera plana de los políticos jaliscienses ahora pasaba a ser un perfecto desconocido para ellos, ya que su detención podría dar cuenta de cómo el CJNG ha infiltrado la política local a tal punto que Kurt Schmidt no sólo blanqueaba el dinero del narcotráfico sino también creaba una red de encubrimiento político con autoridades estatales y municipales de los partidos PRI, PAN y Movimiento Ciudadano.

Hasta ahora es poco lo que se sabe sobre las declaraciones que Kurt Schmidt ha dado a las autoridades federales, sin embargo, la escena política jalisciense está muy tensa porque entre una posible ruptura del CJNG con el Cártel de Sinaloa y el descubrimiento de las redes de protección política hacía el CJNG se podría saber lo que desde hace años los jaliscienses sabemos: “las autoridades de Jalisco están infiltradas por el crimen organizado”.

Esto fue agosto de 2016 en Jalisco.

 

 

 

De acuerdo a la investigación periodística “La memoria de nuestros nombres. Migrantes queretanos desaparecidos”, realizada en el mes de abril de 2016, principalmente en la delegación Municipal Felipe Carrillo Puerto y algunas otras colonias de la ciudad de Querétaro, se enlistaron 20 casos de personas desaparecidas, de las cuales 18 son hombres y 2 son mujeres, en tanto que 6 son menores de edad y 14 mayores de 18 años.

En cuanto a los lugares en los que desaparecieron, 15 casos ocurrieron en Estados Unidos; 3 en Coahuila y 2 en Tamaulipas. Por ubicación temporal, 3 de los migrantes de la capital queretana, desaparecieron entre 1975 y 1977; 3 desaparecieron entre 1984 y 1985; 6 desaparecieron entre 1991 y 1997; 5 entre 2000 y 2009 y 3 entre 2012 y 2014.

Dos de los veinte casos de migrantes desaparecidos corresponden a personas oriundas de comunidades aledañas al municipio de Querétaro, pertenecientes al estado de Guanajuato, pero que mantienen lazos de parentesco con los queretanos. Son los casos de Evaristo Vargas N. de El Banquito y Salvador Rodríguez Pacheco, de Cañada de Santas Marías, ambos del municipio de San Miguel de Allende, Guanajuato.

Tres de las personas consignadas en este reportaje como desaparecidas no son migrantes, sus casos fueron dados a conocer durante las manifestaciones en Plaza de Armas, en el marco de la Marcha por la Paz con Justicia y Dignidad, que el poeta Javier Sicilia emprendiera por diversas entidades del país en 2011. Son los casos de Héctor Rangel Ortiz, Irene Lugo Hernández y Hugo Aguilar Torres, quienes, el 10 de noviembre de 2009, fueran detenidos por policías municipales de Monclova, Coahuila y entregados a integrantes del crimen organizado.

A partir de aquella desaparición nació la asociación civil Desaparecidos Justicia, encabezada por Brenda Rangel Ortiz quien se ha encargado de exigir a las autoridades estatales y federales la presentación de su hermano Héctor, sin que hasta el momento haya obtenido un resultado favorable.

Inmigración
El municipio de Querétaro es un lugar que ha crecido de manera incontrolada y se ha convertido en un sitio de destino por diversos factores, uno de sus ejes principales es la inmigración por motivos laborales, aunque en los últimos diez años la inmigración se ha incrementado por causas de la inseguridad que priva en otras entidades, tales como Guerrero, Michoacán, Tamaulipas, Coahuila y Veracruz, entre otros. Ante esta situación, el incremento poblacional se ve reflejado en las cifras, en 1980 los habitantes de Querétaro eran 216 mil y treinta años después, en 2010, la cifra se incrementó a 800 mil habitantes.

Los nombres
Enseguida se enlistan los nombres de las 20 personas desaparecidas del municipio de Querétaro. En la mayoría de los casos los familiares no recordaron las fechas exactas de nacimiento y desaparición de los ausentes, ante lo cual realizaron un ejercicio de aproximación de fechas y lugares. Estos son los datos generales, en los que primero figura el nombre, el lugar de procedencia, el año y el lugar en el que desaparecieron, así como la edad que tenían al momento de la desaparición y su estado civil:

  • Cayetana Ortiz Estrada, de El Nabo, Carillo Puerto. Desapareció en 1975 en Naja, California. Tenía 18 años de edad.
  • Miguel Suárez Balderas de Tlacote El Alto, Carrillo Puerto. Desapareció en 1976 en Texas, Estados Unidos. Tenía 13 años de edad.
  • Antonio Castañón Jaime, de la Colonia España. Desapareció en 1977 en Estados Unidos. Tenía 20 años de edad, una hija y era casado.
  • Cruz Mendoza Hernández, de San Isidro El Alto, Carrillo Puerto. Desapareció en 1984 en Ocochovi, Texas. Tenía 18 años de edad y era soltero.
  • Raúl Aboytes Baylón, de Tinaja de la Estancia, Carrillo Puerto. Desapareció en 1985 en Estados Unidos. Tenía 15 años de edad y era soltero.
  • José Estrada Suasti, de Tlacote El Alto, Carrillo Puerto. Desapareció en 1991 en Florida, Estados Unidos. Tenía 35 años de edad, dos hijos y era casado.
  • Francisco Rodríguez Avilés, de Tlacote El Alto, Carrillo Puerto. Desapareció en 1991 en Florida, Estados Unidos. Tenía 12 años de edad.
  • Flaudio González Parra, de El Pie, Carrillo Puerto. Desapareció en 1994 en Estados Unidos. Tenía 17 años de edad y era soltero.
  • José Luis Jiménez, de El Nabo, Carrillo Puerto. Desapareció en 1995 en Estados Unidos. Tenía 19 años de edad, era casado, con dos hijos.
  • Jerónimo Palomino Baylón, de Tinaja de la Estancia, Carrillo Puerto. Despareció en 1995 en San Antonio, Texas. Tenía 15 años de edad.
  • Carmelo Baylón Aboytes, de Tinaja de la Estancia, Carrillo Puerto. Desapareció en 2000 en Estados Unidos. Tenía 40 años de edad, dos hijos y era casado.
  • José Alfredo Palomino Aboytes, de Tinaja de la Estancia, Carrillo Puerto. Desapareció en 2002 en Florida, Estados Unidos. Tenía 14 años de edad.
  • Héctor Rangel Ortiz, de la ciudad de Querétaro. Comerciante. Desapareció el 10 de noviembre de 2009, en Monclova, Coahuila, cuando fue detenido por una patrulla de la policía municipal de aquella ciudad.
  • Hugo Aguilar Torres, de la ciudad de Querétaro. Comerciante. Desapareció el 10 de noviembre de 2009, en Monclova, Coahuila, cuando fue detenido por una patrulla de la policía municipal de aquella ciudad.
  • Irene Lugo Hernández, de la ciudad de Querétaro. Comerciante. Desapareció el 10 de noviembre de 2009, en Monclova, Coahuila, cuando fue detenido por una patrulla de la policía municipal de aquella ciudad.
  • Carlos Ramos Hernández, oriundo de El Soldado, Apaseo El Alto Guanajuato. Vivía en la colonia Lomas del Valle, de la ciudad de Querétaro. Era músico, tocaba en la Plaza Santa Cecilia y por temporadas iba a estados Unidos, lugar en el que desapareció en enero de 2012. Tenía 34 años de edad, dos hijos y era casado.
  • Rubén Ortiz Estrada, de El Nabo, Carrillo Puerto. Desapareció el 7 de abril de 2014 en Ciudad Victoria, Tamaulipas. Tenía 43 años de edad, cuatro hijos y era casado.
  • Armando Torres Ramírez, de la colonia Loma Bonita. Desapareció en diciembre de 2014 en Estados Unidos. Tenía 35 años de edad, tres hijos y era casado.
  • Desaparecidos del Estado de Guanajuato
  • Evaristo Vargas N. El Banquito, San Miguel de Allende, Guanajuato. Desapareció en 1985 en Nuevo Laredo, Tamaulipas, al parecer lo arrastró la corriente de agua del río Bravo. Tenía 22 años, 3 hijos y era casado.
  • Salvador Rodríguez Pacheco, de Cañada de Santas Marías, San Miguel de Allende, Guanajuato. Desapareció en 1997 en El Paso, Texas. Tenía 18 años de edad y era casado.


Pobreza
De acuerdo al análisis del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) con base en los datos censales de 2014, en el municipio existen 234,523 personas en pobreza, lo cual representa el 29.5% de la población. De éstas, 208,314 viven en pobreza moderada, en tanto que 26,209 personas viven en pobreza extrema, es decir, el 3.3% de la población total. El Coneval define a una persona pobre como “aquella que padece una o más carencias sociales y cuyo ingreso es insuficiente para adquirir una canasta de bienes y servicios básicos”.
En 2010, siguiendo las cifras del Coneval, Querétaro se encontraba entre los cinco municipios de la entidad con mayor desigualdad en la distribución del ingreso.

El 1 de septiembre de 2016, el presidente Enrique Peña Nieto, tuvo una encerrona con 300 novillos de cornamenta rasurada en el ruedo acondicionado en el Palacio Nacional. Los tendidos lucían como en corrida dominguera. En hora y media despachó la faena. Cosechó aplausos a granel por los pases propios de un diestro matador.

El mexiquense se movió relajado por el escenario: administró su astucia para mantener a sus invitados atentos a las respuestas, que salían desde el fondo de la improvisación. Asumió posturas de hombre interesante, cuando le llegaban preguntas desde las redes sociales con un capotazo las mandaba hasta la zona de toriles.

En la Cámara de Diputados se hizo la reseña de cómo se veían las cosas desde las curules. El legislador Clemente Castañeda de Movimiento Ciudadano, puntualizó: "Difícilmente podemos hablar de un momento más delicado como el que hoy está viviendo nuestra República. El país está marcado por una profunda crisis social, por la más grave situación en materia de derechos humanos, por la más indignante corrupción en las altas esferas del gobierno, por una verdadera crisis institucional..."

En variaciones sobre el mismo tema, desde el ámbito cultural, el cineasta Alejandro González Iñárritu enfadado por la visita de Donald Trump a México, expresó: "Tras este acto y como ciudadano mexicano, Enrique Peña Nieto no me representa más. No puedo aceptar como representante a un gobernante que en lugar de defender y dignificar a sus compatriotas, sea él mismo quien los denigra y pone en riesgo al invitar a alguien que, como él, no es digno de representar a ningún país".

Tras este 1 de septiembre con los acontecimientos que tuvieron lugar, hubo material suficiente para organizar debates informales, entre la gente llana. Nunca falta el ciudadano radicalizado que se apunta para encabezar un comité pro la destitución y destierro de tan mal gobernante. Simpatizantes no le faltan. También participa el sensato, que aconseja a los miembros de la tertulia que es mejor aguantar un par de años más, que al fin y al cabo la desigualdad y la pobreza son endémicas desde hace siglos; la corrupción y la impunidad forman parte de la identidad de los mexicanos.

Dada la pluralidad de los contendientes en el debate de café, un alma caritativa pregunta con un dejo de angustia: ¿y de qué viviría Peña Nieto si lo bajaran de la silla presidencial? Del coro surge una voz impostada que narra lacónicamente algunos datos sobre la vida de Enrique Fernández Tellaeche, mejor conocido como Cachirulo.

En el mundo de la actuación apareció este personaje nacido en Mazatlán en 1924, que se desenvolvía como actor, director, escritor y productor. Cachirulo era la figura central de un programa infantil de televisión, teatro fantástico. El proyecto era patrocinado por una empresa que fabricaba chocolates, y Enrique Alonso (su seudónimo) con su personaje al final de cada transmisión decía a los televidentes: ¡Adiós, amigos! No olviden tomarse su chocolatote.

Ya está, dijeron los contertulios. Ese puede ser el futuro brillante de un ex presidente surgido de las entrañas de la televisión. No hay como retornar al seno familiar.

 

 

 

Mi solidaridad con Javier Sicilia, poeta y ciudadano.

El asedio a la libertad de expresión crece y se adapta a los tiempos. Desean domesticarnos, intimidarnos, silenciarnos. ¿Quiénes son, cuáles son sus métodos y qué podemos hacer?

Me inicié en el periodismo bajo el viejo régimen. Cuando escribí mi primera columna en el Guadalajara de 1971 ya sabía que Bucareli decidiría cuándo había transgredido los límites no escritos. Lo confirmé en el primer texto que publiqué en un diario capitalino donde pensé, había más libertad. En 1974 la Dirección Federal de Seguridad destruyó un suplemento cultural porque califiqué a Carlos Hank González de político enriquecido. Esa época terminó y Gobernación es un tigre artrítico y desdentado.

Empeoramos porque la fragmentación del poder multiplicó los censores. Ahora tenemos que preocuparnos por una avalancha de corruptos, ineptos y por esos “jefes de plaza” que imponen la ley del Estado paralelo. Cuando no les funcionan los halagos o los dineros vienen las intimidaciones o las ejecuciones. La semana pasada, por ejemplo, amenazaron a Álvaro Delgado y Javier Sicilia de Proceso y Julio Hernández López de La Jornada. El riesgo es tan real que Freedom House pone a México desde hace años en la categoría de “país no libre” y la Federación Internacional de Periodistas (FIP) nos da el tercer sitio entre las naciones más peligrosas para el ejercicio del periodismo.

Los censores renuevan sus instrumentos. En el segundo informe trimestral de Artículo 19 se habla de los “mecanismos judiciales o administrativos” para atacar a periodistas. En las últimas semanas MVS Radio demandó a Carmen Aristegui por “daño moral”, mientras que el expresidente del PRI Humberto Moreira me exige que le pague “al menos” 10 millones de pesos porque dañé, con lo dicho en  un texto, sus “sentimientos, afectos, creencias, decoro [y] reputación”. ¿Actúan por iniciativa individual o por encargo de algún poderoso disgustado? Ese tipo de demandas —que se hacen comunes— desgasta por los costos en energía, tiempo y dinero dedicados a responderlas.

El gremio tiene con qué defenderse. Lo ideal sería una cohesión por demás irrealizable en las condiciones actuales. Resulta más práctico pedir a los múltiples organismos que defienden en México la libertad de expresión que adopten una agenda mínima. Estoy pensando, por supuesto, en la Asociación Mexicana de Derecho a la Información, Amnistía Internacional Sección México, Artículo 19, Freedom House y  Propuesta Cívica, entre otras. Ellos pueden armar una estrategia apta a la emergencia que se vive. 

Una tarea es presionar más a las instituciones del Estado creadas para proteger periodistas amenazados. Tienen muchísimo más presupuesto que resultados. Son dependencias pesadas y burocratizadas que se distinguen por la pasividad cuando los tiempos exigen proactividad. Lo demuestro con el Mecanismo de Protección para Personas Defensoras de Derechos Humanos y Periodistas, que está dentro de la Secretaría de Gobernación, éste ha ido mejorando pero sin ir al fondo de los problemas.

Aquí el ejemplo.

Resulta natural que por la revolución tecnológica que vivimos, el periodismo digital sea el más golpeado. No sólo eso, sino que las redes sociales son utilizadas con regularidad para agredir e intimidar a periodistas por encargo de algún poderoso. Hace meses documenté ante el Mecanismo una agresión de este tipo en mi contra; había indicios de que venía del gobierno de Veracruz. No hizo nada porque está imposibilitada para investigar pero tampoco lo solicitó a la Fiscalía Especial para la Atención de Delitos cometidos contra de la Libertad de Expresión de la PGR que tampoco se interesó en el asunto. Estamos ante un patrón bastante conocido: el Estado pronuncia discursos, asigna presupuestos y crea instituciones pero la situación empeora y la comunidad sigue en la indefensión.

La ofensiva contra la independencia periodística es un hecho tan demostrable como la falta de capacidad o voluntad del Estado para proteger seriamente a la libertad de expresión. Para que la situación mejore la iniciativa debe salir de los afectados; a nosotros corresponde tejer los acuerdos mínimos y elaborar una agenda de protección que permita preservar una libertad de expresión asediada.

 

 

 

Las desapariciones en Jalisco no cesan; sin embargo, el Gobierno de Jalisco parece no estar muy preocupado porque a pesar de ser el segundo estado en el país con mayor número de desaparecidos, con 3 mil 564 desaparecidos, la Fiscalía General no se destina ni un solo peso de manera directa para su búsqueda; por ello, ni se encuentran a los ya desaparecidos ni se impide que las desapariciones sigan en aumento.

En julio de este 2016 también se cumplieron tres años ya de la desaparición y muerte de seis jóvenes y un adulto en Lagos de Moreno, esta lucha por la memoria y el no olvido de sus familiares ha impulsado a que otras familias de este municipio de los “Altos de Jalisco” se conjunten para denunciar que ahí en los últimos años han desaparecido 80 personas, principalmente jóvenes entre los 18 y 24 años. Esto fue julio de 2016 en Jalisco.

Las desapariciones que no cesan

En los primeros seis meses de 2016 se presentaron en la Fiscalía General de Jalisco mil 470 denuncias por desaparición de personas en las cuales se reportó la ausencia de 902 hombres y 751 mujeres (mil 653 desaparecidos), a través de “acciones de búsqueda” la Fiscalía dijo haber localizado a mil 051 personas (1,004 con vida y 57 sin ella); esto significa que siguen sin poder regresar a casa 602 jaliscienses, al menos así lo afirman los datos otorgados a este reportero a través de la Unidad de Transparencia de la Fiscalía General[1].

 

Pese a las acciones anunciadas para detener las desapariciones y localizar a las personas desaparecidas vitoreadas por el Fiscal General, Eduardo Almaguer -en su primer año al frente de la seguridad en el estado- este delito sigue en aumento, pues la presentación de mil 470 denuncias por desaparición en los primeros 182 días del año implica que ocho personas desaparecieron diariamente en Jalisco entre el 1 de enero y el 30 de junio de 2016. Tomando como cierta la localización de mil 051 personas de parte de la Fiscalía esto significaría que en el mismo periodo de tiempo se localizó a cinco personas por día y no se obtuvo ningún tipo de información para encontrar a las tres personas restantes.

Las 602 vidas interrumpidas por la comisión del delito de desaparición en el primer semestre de 2016 incrementó a 3 mil 564 el número de desaparecidos en Jalisco, esto sitúa al estado como la segunda entidad en el país con más desapariciones tan sólo por debajo de Tamaulipas (5 mil 583 desapariciones) y por encima del Estado de México (2 mil 830).

Ni un solo peso se destina de manera directa para buscar a los desaparecidos

Entre 2013 y 2016, la Fiscalía General de Jalisco recibió un presupuesto de 21 mil 256 millones de pesos, sin embargo, no ha existido en sus programas presupuestarios ninguna asignación directa para la búsqueda de personas desaparecidas.

 

En una investigación publicada en Tercera vía, a través de la Unidad de Transparencia de la Fiscalía de Jalisco, se preguntó: 1) ¿cuál había sido el presupuesto global asignado para la búsqueda de personas desaparecidas en los años 2013, 2014, 2015 y 2016?, 2) ¿Cuál fue el recurso asignado para las Agencias del Ministerio Público especializadas en desapariciones en estos mismos años?, 3) ¿Qué presupuesto se asignó a la Unidad de Búsqueda de Personas No Localizadas de la Comisaría de Investigación y de la Dirección de Área Búsqueda de desaparecidos?, y finalmente, 4) ¿Cuál fue el presupuesto asignado para la operación de la Alerta Ámber y la Alerta Alba, programas especializados en la búsqueda de personas?

En los oficios FG/UT/2840/2016, FG/UT/3274/2016, FG/UT/3313/2016 y FG/UT/3678/2016 otorgados por dicha Unidad de Transparencia se informó que: “no existe, al día de hoy, un presupuesto en específico en la temporalidad señalada para las Agencias del Ministerio Público Especializadas en Desapariciones, ubicadas en Guadalajara y Puerto Vallarta, así como presupuesto específico para la búsqueda de personas desaparecidas”, a lo cual se aseguró que “es importante señalar que esta Fiscalía General del Estado de Jalisco cuenta con diversos programas que cuentan con presupuesto suficiente y de ahí se nutren esas agencias y/o programas de búsqueda de personas”.

Algunos de estos programas son la Alerta Ámber, especializada en la localización de menores de edad, y la Alerta Alba, focalizada en la búsqueda de mujeres desaparecidas; ambos programas que dependen de la Fiscalía de Derechos Humanos de la Fiscalía General tampoco reciben recursos de manera directa, así lo confirma la Unidad de Transparencia de dicha dependencia: “Se llevó a cabo una exhaustiva y minuciosa búsqueda en los archivos físicos, electrónicos, así como en las bases de datos y el programa denominado SIIF (Sistema Integral de Información Financiera), no localizándose información al respecto con los criterios solicitados por el Ciudadano, es decir, a la fecha de hoy no se cuenta con un presupuesto en específico para los programas Ámber y Alba, sin embargo, en aras de trasparentar la información se anexa el presupuesto de la Fiscalía de Derechos Humanos de quien dependen dichos programas, de ahí se dispersan recursos para los programas que no están presupuestados”.

En este desglose presupuestal se da a conocer que la Fiscalía de Derechos Humanos distribuye recursos a las Alertas Ámber y Alba a través de los programas denominados: “Atención integral a Víctimas del Delito, Atención a Derechos Humanos y Audiencia Ciudadana”.  En la misma sintonía, la Fiscalía General asegura que los recursos para buscar y localizar a las personas desaparecidas provienen de 27 programas de atención entre los que destacan los de “Investigación y persecución de los delitos especializados, y Procuración e impartición de justicia accesible expedita y profesional apegada a los Derechos Humanos”. Es para destacar que la Fiscalía para otros delitos especializados como homicidios, secuestro, extorsión, trata de personas, robo de bancos y vehículos sí designa presupuesto de manera directa. No, así para las desapariciones.

El colectivo de familiares de desaparecidos Por Amor A Ellxs, quienes sistemáticamente ha denunciado la falta de acciones en la búsqueda y procuración de justicia para los desaparecidos de Jalisco, precisó que la falta de presupuesto sólo viene a confirmar que: “La preocupación por los desaparecidos sólo es lo político y en las declaraciones porque con esto sólo cambian la forma pero no el fondo. El que no asignen recursos nos confirma que nuestros desaparecidos les importan muy poco a las autoridades”.

Lagos de Moreno, tres años de impunidad.

Teresa, Carmen, Armando, Lourdes y Rosario están marcados y unidos por una fecha: 7 de julio de 2013. Ese día, en Lagos de Moreno, Jalisco, sus familiares tuvieron la mala fortuna de estar en la calle cuando un grupo de hombres armados se dedicaron a desaparecer decenas de personas sin que las autoridades municipales o estatales intervinieran para impedirlo. Ese día se les dejó sembrar un terror que hoy sigue teniendo muchas secuelas.

 

Teresa es madre de Ángel de Jesús Rodríguez Hernández (19 años); Carmen lo es de José Gerardo Aguilar Martínez (18 años); Armando es padre de Daniel Armando Espinoza Hernández (22 años); Lourdes es la madre de Eduardo Isaías Ramírez Hernández (21 años) y Rosario es hermana de Rodrigo Espinoza Aguayo (38 años). Los primeros cuatro jóvenes desaparecieron juntos cuando caminaban por una de las avenidas principales de Lagos de Moreno, y Rodrigo fue privado de su libertad dentro de su propia casa.

Ese 7 de julio de 2013 también desaparecieron Marco Antonio Ramírez Cárdenas (19 años) y Cristian Fabián Ávila Cardona (18 años), éste último aún sigue en calidad de desaparecido; en cambio; José Gerardo, Ángel de Jesús, Eduardo Isaías, Daniel Armando, Marco Antonio y Rodrigo fueron localizados sin vida en un sitio conocido como “La Ley del Monte”, ubicado rumbo a la comunidad serrana de La Sauceda entre los límites de Jalisco y Guanajuato.

A tres años de esta tragedia, estas familias no dan espacio para el olvido y como cada año realizaron una procesión donde volvieron a recordarle a las autoridades y a la población de Lagos de Moreno que sus seres queridos son inocentes y que jamás hubo en ellos ningún dejo de culpabilidad como en su momento precisó el ex alcalde priísta de Lagos de Moreno, Hugo René Ruiz Esparza Hermosillo –hoy diputado local- al relacionar a estas víctimas con la delincuencia organizada. Sin embargo, también marcharon porque hasta el día de hoy no se han detenido a todos los autores intelectuales y materiales que participaron en la desaparición y muerte de sus familiares. Este multihomicidio aún sigue impune.

La lona colocada al frente de la manifestación llevaba la siguiente leyenda: “Que quienes vengan aquí sepan que ellos son nuestros hijos y son inocentes”. La lucha por demostrar esta inocencia los ha llevado a exigir los derechos a los que tienen acceso en la Ley General de Víctimas, logrando que el ex alcalde ofreciera una disculpa pública por sus declaraciones criminalizantes, el 1 de julio de 2015; así mismo, consiguieron que los nombres de sus familiares, desde el 5 de marzo de 2016, estén inscritos en el Memorial de Víctimas de la Violencia del Estado que se ubica en el Campo Marte y que ha sido reapropiado por el Comité 68 para revertir el sentido impuesto por el Gobierno Federal.

El amor, el extrañamiento, el no olvido y la exigencia de justicia se mezclaron a cada paso que se daban estas familias desde el parque de la Colonia Lomas -lugar donde los cuatro jóvenes les gustaba encontrarse en vida- hasta el Templo de El Calvario, sitio significativo para las familias porque ahí cuatro de ellas recibieron los restos de sus familiares en pequeñas cajas de madera con el logotipo del Gobierno de Jalisco. Esta acción ha sido una de las más denigrantes cometidas por la administración del priísta, Aristóteles Sandoval.

Este andar de las víctimas de Lagos de Moreno, como ocurrió hace un año, estuvo acompañado también de los pasos de decenas de familiares de desaparecidos, los cuales -como nunca antes había pasado en este municipio - decidieron romper el miedo, impuesto por las acciones violentas que llenaron de terror y muerte a Lagos de Moreno a inicios de este año, para salir a las calles a expresar que las desapariciones –como las sucedidas el 7 de julio de 2013– no han cesado y que estas familias son el vivo testimonio de que en Lagos de Moreno han desaparecido 80 personas en menos de tres años.



[1] Expedientes: LTAIPJ/FG/340/2016 (Desaparecidos enero); LTAIPJ/FG/381/2016 (Desaparecidos febrero);

LTAIPJ/FG/767/2016  (Desaparecidos marzo-abril); LTAIPJ/FG/396/2016 (Desaparecidos mayo);

LTAIPJ/FG/878/2016 (Desaparecidos enero-mayo), LTAIPJ/FG/340/2016 (Desaparecidos junio). Consultar documentos: https://www.dropbox.com/sh/ayk3ect9fl7mllr/AAA1njNVYEHrXxeYWyCM9f5za?dl=0

 

 

 

 

Oficialmente mi vida se divide en antes de NAR y después de NAR. Encontré en el proyecto de Nuestra Aparente Rendición una morada para mi deseo personal de paz para hacerle frente a la guerra. Mientras que la violencia se complejizaba en Nuevo León, durante 2009 y 2010, no encontraba dónde acomodar el miedo. El antídoto, a botepronto, solía ser portar un arma y lanzar disparos a los ‘malitos’ o ‘malandros’ como lo hizo Don Alejo. ¿Sí recuerdan al héroe tamaulipeco que murió atrincherado y defendiendo su rancho?

Conozco un poco de la historia de Don Alejo, y su heroísmo no me atrapa. Bordé un pañuelo honrándolo y reconozco el valor de sus acciones para un contexto en el que vamos de picada. Es muy difícil evaluar la voz de la impotencia en el momento en el que todos compartimos el miedo. Simultáneo a la angustia in crescendo, conocí –vía mi trabajo– el contexto policial del que emanan muchas de las violencias. NAR me dio una casa para pensar.

El marco de la ciencia de paz es muy apto para quienes, por curiosidad o por destino, vamos observando con cierto detalle a víctimas y a victimarios. Y es que en mi trabajo veía a los policías angustiados por comenzar labores de patrullaje con el ejército, narrar los esquemas de corrupción, compartir espacios con militares que los tenían sobajados. La plataforma de NAR fue importante para crecer en una dirección que respetaba los pedacitos de saberes integrándose a mi visión del mundo.

No fue suave habitar Monterrey, ni  la CDMX. Después de comenzar esta ruta que nos traza el dolor ajeno –y el propio– cambió el color de todo. Pospuse mi proyecto de vida, y construí otro. Encontré la vía de participación política que buscaba, en vez de enlistarme en las tareas de engrosamiento burocrático o activismo de salón. Obtuve una familia social muy grande y diversa. Entré a un terreno en el que tenía que estar alerta a las encrucijadas morales de elegir trabajar con referentes vivos, presentes y vulnerables, desde la mirada académica. Me reconocí vulnerable, y pues, me tuve que reconstruir.

Lo frágil está en el orden de lo que se siente y se descubre.

Eso pasa cuando ocupamos el tiempo en pensar el lugar y forma de las heridas. Claro que pensamos en las vías para sanar, pero la sustancia del daño se vuelve un desvelo.

Creo que las experiencias de varias personas que integran la familia NAR son similares. No todas comparten este apego kafkiano a la exploración del dolor, obvio. A través de ellas he aprendido a extender el saber de los libros, a integrar experiencias a ideas. Creo que comprendo un poquito mejor pensamientos iluminados y radicales –Theodor Adorno o Simone Weil.

Tengo varios textos que dan cuenta de la forma de la guerra en Monterrey. Al cabo de 5 años parece que el pasado está superado en la Sultana del Norte, entonces vuelvo a ellos. Coordiné Weary Bystanders, que buscaba difundir reflexiones en inglés, porque la prensa extranjera tenía visiones muy estereotipadas de mi país. Weary ya no es (tan) necesario, y a partir de que se redujo mi presencia virtual los valores de NAR en mi estilo de pensamiento son segunda naturaleza.

NAR ha sido mi brisa. Gracias especialmente a Lolita y también a Ale, Froy, Darwin, Hermes, Betty, Jamie. Disfruto poner un pie en el lado luminoso de la historia.

 

 

 

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