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Alejandro Vélez

Alejandro Vélez

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Antes que nosotros, alguien “tuvo un sueño” y lo logró.  La batalla mas terrible que se pelea en Siria no es la de los soldados ni la de los insurgentes; no se pelea con fusiles, armas de asalto ni bombardeos, la batalla mas difícil es la batalla por sobrevivir.

Millones de sirios se han visto obligados a abandonar sus casas, arrastrándose en la oscuridad entre las ruinas de lo que otrora fuera la cuna de la civilización. El mar se ha convertido en la tumba de muchos de ellos, y el abuso, la discriminación y la violencia en su día a día. Tras la muerte de cientos de miles de personas, entre los que se encuentran mujeres, niños, ancianos y jóvenes —la mayoría no combatientes— el país se encuentra desgarrado.

Con estas muertes, con las muertes de la juventud, con el drama del refugio, Siria y su pueblo ven desvanecerse no solo su pasado sino su presente. No solo se pierden monumentos históricos y conocimiento, no solo se apaga uno de los grandes focos culturales del Medio Oriente, con esas muertes Siria ve su futuro cancelado.

Un muro aparentemente infranqueable se eleva frente a la enorme crisis humanitaria, pues la paz no solo se alcanza cesando el combate. La paz se construye con educación, con cultura; se construye junto con los edificios, las oficinas de trabajo, las casa para sus habitantes. Debemos aprender de nuestros errores del pasado: Irak, Libia y Afganistán se saben hoy Estados fallidos pues cometimos el enorme error de confundir la paz con la ausencia de combate. Abandonamos a su juventud en la miseria de los campos de refugiados, nos olvidamos que son sujetos capaces de actuar, construir, crear, y vivir, convirtiéndolos en objetos de la limosna humanitaria.

El futuro de Siria depende de sus jóvenes, en un 100%, mientras que nosotros tenemos en nuestras manos la posibilidad de colaborar con ellos. 30 jóvenes sirios buscan la oportunidad de cursar sus estudios universitarios en México para participar activamente en la construcción de la paz en su país.

Los miedos que su llegada despierta en algunos de nuestros ciudadanos son infundados, estamos hablando de una región del mundo cuya anterior migración a México tuvo como resultado a orgullos nacionales como Jame Sabines, y personajes como Salma Hayek, Capulina, Antonio Badú o el futbolista Miguel Layún.

Por qué ayudar allá y no aquí, es simple: la lejanía o cercanía no hace mas o menos valioso a nadie. Lo hacemos también en un contexto, en el que existen decenas de planes humanitarios que desde el exterior y el interior de México ayudan a su población mas vulnerable y creyendo firmemente que la interculturalidad enriquece a las naciones. Se vuelve también importante mencionar que el Proyecto Habesha NO se lleva a cabo con recursos públicos, sino con el esfuerzo y generosidad de hombres y mujeres jóvenes que han decidido donar su tiempo y habilidades a la causa, con la ayuda de universidades que no reciben dinero público y sobre todo, con la generosidad de donantes como tú.

Recuerda, la esperanza es el origen de toda victoria, y esta victoria será tuya. #AquiHayEsperanza #EnMexicoSePuede

 

 

 

Comparando el semáforo delictivo del presente año con el del año pasado en los primeros cuatro meses es notorio que la criminalidad subió en la entidad. Los indicadores que antes estaban en verde o amarillo ahora están en rojo. Un ejemplo de esto se ve en el mes de febrero del 2015 que únicamente tenía en amarillo los indicadores de homicidio, robo de vehículos y robo de negocios, manteniendo al resto en verde y dando una sensación generalizada de seguridad. Ahora en el mismo mes de febrero, vemos un cambio radical en los indicadores porque crímenes como el homicidio, la extorción, el robo a casa, las lesiones y las violaciones se encuentran en rojo; el robo de vehículo se queda en amarillo y únicamente en verde está el secuestro y el robo a negocios.

El incremento tan notable de la actividad delictiva en Hermosillo, una ciudad que había permanecido en relativa calma, sobre todo en comparación con Nogales y Obregón, las cuales ya habían manifestado altos índices de actividad criminal desde muchos años atrás, ha comenzado a ser objeto de  cuestionamientos al actual gobierno municipal de Hermosillo, sin incomodar mucho a la gobernadora que hasta el momento sigue explotando el bono democrático para evitar las críticas.

En enero y febrero, cuando se sintió de manera más notable el incremento de la violencia, el gobierno municipal de la capital del estado comenzó a minimizar la situación como estrategia de comunicación para supuestamente evitar que la sociedad entrara en pánico. Algunos medios comenzaron a cuestionar la falta de un plan de seguridad esperando la respuesta de las autoridades, - aquí es importante ser claro y decir que esta forma de cuestionar de los medios es también parte de las estrategias comunicativas del estado para simular el trabajo de las autoridades porque nunca se ve un cuestionamiento de fondo y las preguntas que se hacen ya tienen una respuesta planeada con antelación- y una vez que se les hablo del plan “Hermosillo Seguro” se pretendió dejar zanjada la discusión hasta que de repente apareció la Sedena para levantar sospechas de lo que realmente esta atrás en el incremento de la violencia.

 

¿A poco se necesita de la Sedena para atrapar cholos?

La sociedad está dividida por la presencia de la Sedena en Hermosillo, en especial por las actividades de patrullaje que al principio anunciaron que iban a hacer. En una encuesta que se realiza en línea por parte del periódico de El Imparcial, a la fecha del 8 de mayo, 52% de los encuestados opina que la presencia de la Sedena no va a servir para hacer disminuir los índices de criminalidad, mientras que el restante 48% cree lo contrario.

En el debate que generó la noticia de que Sedena formará parte del plan “Hermosillo Seguro” aparecieron voces como la de Guillermo Noriega de Sonora Ciudadana, y quien retomó las experiencias que se han vivido en otras ciudades del país que han tenido al ejercito realizando actividades de policías para señalar que los militares no están preparados para esa labor y que su lugar es en los cuarteles, no en las calles. En este tono, voces de académicos y de algunos actores políticos de lo que se puede llamar el ala “progresista” de Sonora comenzaron a manifestar sus inconformidades, cuestionando el verdadero motivo por el cual se necesita de la Sedena en el plan de “Hermosillo Seguro” y lo que en verdad está detrás del incremento de asesinatos y del nivel de violencia en la ciudad.

Si nos remontamos al primer hecho violento del año que llamó la atención de los titulares, la ejecución de 6 personas en el poblado Miguel Alemán, nos podremos percatar que fue debido a un cambio en el crimen organizado. Estaban cambiando a los jefes de plaza encargados del narcomenudeo. Esta versión nunca salió en los periódicos pero fue lo que se comentó en los pasillos y las calles. A partir de ese evento los homicidios comenzaron a dispararse en la ciudad y no solo de manera cuantitativa, sino también cualitativamente. El nivel de violencia ejercida sobre los cuerpos encontrados comenzó a ser mayor. Aunque nuevamente los medios de comunicación no dieron los detalles relacionados al estado con el cual se han estado encontrando los cuerpos de las víctimas, en las redes sociales han aparecido testimonios que dan muestra de cómo cualitativamente aumenta la violencia; dejando ver fotos de narcomantas colgadas en puentes de Hermosillo – algo que no se había visto en mucho tiempo- o redactando notas desde los lugares donde fue encontrado un encajuelado.

Ante estas señales de inseguridad las autoridades municipales encargadas responsables insisten en decir que tienen control de la situación y que con el Plan “Hermosillo Seguro” ciudadanos y autoridades podrán tener colonias más seguras trabajando de la mano. Nada más alejado de eso, porque por más que se ha gastado en publicidad los vecinos no confían en la policía y aseguran que son ellos los verdaderos criminales. Las redes sociales no se han cansado de señalar que los policías son los mismos que sueltan a los ladrones  cuando una patrulla vecinal logra aprender a un ladrón, por este motivo es que la confianza al cuerpo de policías es cada vez menor.

Hasta este momento siguen sin estar del todo claras las razones por las cuales la Sedena participa en el plan “Hermosillo Seguro”, sin embargo se sospecha, por declaraciones que se han hecho, de que su principal apoyo está en la organización de las policías. Por este motivo lo primero que se ve que han hecho es que han dividido en cuadrantes la ciudad y a cada uno de estos le han asignado un cuerpo en específico. Algunas voces críticas al gobierno municipal sospechan que la presencia de la Sedena obedece a que las policías se le salieron de control en la actual administración y ahora se espera que con la Sedena este control se recupere. Si esto último es el motivo por el cual los militares comienzan a tomar las calles de Hermosillo, quizás  nos debamos preguntar porque se perdió el control de las policías y que implica esto para la seguridad de las personas de a pie que al final estamos a fuego cruzado entre cuerpos policiales corruptos que andan con impunidad por las calles, un crimen organizado que trabaja coludido con las policías y la nueva presencia de la Sedena.

 

La impunidad del Chayote

 El 16 de abril el STIRT retiro la anuencia a Sergio Romano y Telemax lo despidió por hacer apología del feminicidio en una editorial que se transmitió el 13 de abril por la televisión del estado. Todo indicaba que una nueva política de comunicación comenzaría en la cual se comenzaría quitar poder a los chayotes que se han encargado de perpetuar los discursos de odio, misógina y racismo a través de los medios de comunicación estatales. Desafortunadamente esto no duro mucho y ahora nuevamente Sergio Romano vuelve a tener la anuencia de la STIRT, gracias en gran medida a Grupo Larsa, lugar donde trabaja Romano y propiedad de la familia Bours, si la familia del Señor de los pollos y de los chayotes impunes.

 

 

 

El primer acto de resistencia ante toda violencia es recuperar todo aquello que nos han querido despojar a través de la impunidad, el olvido y la injusticia. En abril, muchas fueron las ocasiones en que los jaliscienses salieron a las calles no sólo para decir #NiUnaMás sino también para recordar que el 22 de abril #NoSeOlvida y que los desaparecidos no son cifras sino cientos de nombres que hoy #NosHacenFalta. Este fue de abril en Jalisco.

Alerta Alba, la promesa de buscar a las mujeres desaparecidas

5 abril.- La Alerta de Violencia contra las Mujeres se activó en ocho municipios de Jalisco desde el 8 de febrero de 2016, desde ese día hasta el 30 de abril, se han cometido 38 homicidios en contra de mujeres y se ha denunciado la desaparición de 160. La Alerta, de acuerdo a las palabras del gobernador de Jalisco, Aristóteles Sandoval, disminuiría significativamente la violencia en contra de ellas; sin embargo, nada ha cambiado.

Una revisión de las notas rojas durante el mes de abril da cuenta de que la violencia persiste en contra de ellas y sus cuerpos. Lo mismo sucede con las desapariciones porque los mensajes sobre búsqueda de mujeres desaparecidas no han cesado, para erradicar esto la Fiscalía General de Jalisco, en el marco de la Alerta de Violencia contra las Mujeres, puso en operaciones el Alerta Alba, la cual es para este organismo: “un mecanismo de búsqueda y localización inmediata de niñas, adolescentes y mujeres denunciadas como desaparecidas, donde se coordinan autoridades federales, estatales y municipales para tener resultados inmediatos para su localización”.

A decir de la titular del Instituto Jalisciense de las Mujeres, Erika Loyo, los avances del Protocolo Alba Jalisco durante su primer mes de funcionamiento son notables, ya que de 108 casos reportados se logró localizar al 90 por ciento de las mujeres, el resto de los casos continúa bajo investigación. Sin embargo, la información, no explica qué fue lo que pasó en cada una de esas 108 desapariciones.

Existen casos como el de Ana, cuyo nombre se cambió por cuestiones de seguridad, la cual al caminar por las avenidas de Vallarta y Patria fue obligada a subir a un vehículo por unos hombres. Afortunadamente existieron testigos que dieron aviso a la autoridad, la cual después de unas horas localizó el vehículo y logró liberar a la mujer. Las autoridades dijeron que “estaba bien”, la realidad es que Ana fue severamente golpeada.

¿Cómo saber la situación en que fueron localizadas las 83 mujeres que encontró el Gobierno de Jalisco? ¿Cómo trabajar para que las acciones del Alerta Alba no sólo sean de búsqueda sino también de prevención? ¿Quién está buscando a las 847 mujeres que en Jalisco aún están desaparecidas desde el año 2006?

Las explosiones del 22 abril, una herida que no cierra.

22 abril.- El 22 de abril de 1992, Guadalajara vivió una de las tragedias más terribles de su historia, ya que diez explosiones en el sistema de alcantarillado producto de la presencia de gasolina y otros derivados de petróleo devastaron las calles de las colonias Analco, Atlas, San Carlos, y Las Conchas. Estas explosiones en el Colector Intermedio del Oriente destruyeron ocho kilómetros de calles, afectaron mil 142 hogares, 450 comercios, 100 centros escolares y 600 vehículos, y lo más terrible provocaron la muerte de 201 personas.

O al menos eso es lo que nos habían dicho, ya que una extraordinaria investigación de la periodista Elizabeth Rivera, del diario NTR, dio a conocer -tras la revisión de diversos  expedientes sobre el caso- que el número total de víctimas fue de 225. En este mismo trabajo, además, se confirmó el manejo institucional no sólo de las muertes sino también de los responsables, los cuales siguen sin recibir ningún tipo de sanción.

El 22 de abril de 2016, fecha en que se cumplieron 24 años de esta tragedia, el colectivo de familiares y víctimas de estos hechos recorrieron nuevamente las calles de la tragedia para recordar que el Gobierno de Jalisco sigue sin cumplir sus promesas, pues ninguno de ellos ha sido indemnizado por los daños provocados a sus viviendas y, más importante aún, a ninguno se le ha indemnizado por los daños físicos y psicológicos que aún persisten desde aquel día en que la tierra se abrió bajo sus pies.

#VivasNosQueremos

24 de abril.- Cuando las asistentes a la marcha en contra de todo tipo de violencia hacia las mujeres gritaban “no son muertas, son asesinadas”, lo que estaban señalando es la sistemática omisión institucional y social que aún persiste en Jalisco cuando una mujer es localizada sin vida. En un estado donde aparentemente se activó la alerta de género aún sigue vigente la criminalización de la mujer que ha sido asesinada: “seguro en algo andaba”, “quién la manda a estar en la calle a esas horas”, “fue ella la que provocó al marido”, “su forma de vestir genera esas reacciones en los hombres”.

En lo que va de 2016, 38 mujeres han sido asesinadas en Jalisco y miles más han sufrido de múltiples violencias, una de las más fuertes y evidentes es el llamado acoso callejero; por ello, cientos de jaliscienses salieron a las calles para decir que “están cansadas de tanta violencia”. Su acción, que se sumó a la primavera violeta, llegó hasta la Casa Jalisco, recinto oficial del gobernador Aristóteles Sandoval, para exigir que se revise a fondo la emisión de la “alerta de género”, ya que ésta no ha mermado la violencia en contra de las mujeres, al contrario, ésta ha aumentado de manera significativa.

En la marcha encabezada por cientos de mujeres fue posible ver a familiares de Imelda Virgen, asesinada por órdenes de su esposo el 29 de septiembre de 2012; de Gabriela  Ayala quien fue asesinada por negarse a tener una relación con un compañero de trabajo el 13 de junio de 2015, y de Betsabé García, quien fue asesinada por su esposo el 9 de septiembre de 2015.

Estas víctimas de feminicidio siguen sin alcanzar justicia, pues en el caso de Imelda Virgen, su agresor, Gilberto Enrique Vázquez, busca obtener su libertad alegando que fue víctima de tortura y que, por ello, confesó haber mandado a asesinar a su esposa. En relación a Betsabé y Gabriela, sus asesinos, Alberto Servín, y Luis Enrique Ruiz, siguen prófugos.

Para atender estos problemas y las demandas de la manifestación, el Gobierno de Jalisco el mismo 24 de abril implementó una mesa de diálogo y trabajo; sin embargo, lo hizo con organizaciones que no están trabajando de cerca con las víctimas de feminicidio y que hoy sólo permiten avalar los avances que el gobierno dice haber alcanzado para erradicar toda violencia en contra de las jaliscienses.

 Los árboles que resguardan la memoria de los desaparecidos

30 abril.- Con sus dos pequeñas manos sostiene un par de listones verdes, en ambos están escritos los nombres de sus padres, Dalia y Luis Ramón. Con el amor que cabe dentro de un corazón de diez años, este pequeño hombre los coloca en un árbol donde hoy penden los nombres de los más de tres mil desaparecidos de Jalisco. Dos de ellos, son sus padres.

Este memorial fue colocado por el colectivo Por Amor a Ellxs, el cual conjunta familiares de desaparecidos de Jalisco, en el andador Chapultepec y su intercepción con la calle Montenegro. Su idea era romper la inercia de pensar a los desaparecidos como algo lejano o distante; por ello, decidieron que invitarían a las personas a escribir en listones verdes el nombre y la fecha de desaparición de los más de 3 mil desaparecidos de Jalisco.

“Yo lo coloqué en este árbol con la esperanza de que al nombrarlo éste puede aparecer para encontrarse con su familia”, narró una joven que escribió el nombre de Luis Fernando Ramos Mendoza, quien desapareció el 20 de junio de 2013 en Lagos de Moreno. Otra pequeña de 10 años quien escribió el nombre de Diana Guadalupe Hernández Rosales, de tres, se sorprendió del tiempo que ha pasado sin que se sepa nada de ella. Diana desapareció en el  municipio de Tlajomulco de Zúñiga, el 12 de julio de 2010.

Hoy un par de árboles en la avenida Chapultepec en Guadalajara sostienen el nombre de 224 desaparecidos que recobraron su presencia porque igual número de manos volvieron a recordarlos. Entre estas manos destacan las de sus propias familias, las cuales colocaron sus nombres en listones verdes cargados de la esperanza de que algún día sean ellos, sus desaparecidos, quienes desaten sus propios nombres del árbol.

Esto fue abril de 2016 en Jalisco.

 

 

 

Cuando el ex presidente de la República Felipe Calderón Hinojosa, de manera precipitada, trazó (bucólicamente) los primeros bosquejos de la guerra del Estado contra el crimen organizado, nunca se planteó en qué momento los hombres de verde retornarían a sus cuarteles. Más tarde, se habló que su presencia era temporal. Sin embargo, diez años después la imagen de los militares está bajo la mirada del escrutinio público e insuficiente resultó la disculpa presentada por torturar a Elvira Santibáñez Margarito, detenida en Ajuchitlán del Progreso, el 4 de febrero del 2015. En todo caso deberían pedir perdón por la matanza del 2 de octubre de 1968 y los distintos eventos, que han deshonrado a la institución. No es un hecho aislado. La tortura es una práctica crónica en las Fuerzas Armadas, hay cientos de testimonios. Han recibido el repudio de ciudadanos que algunas veces son parte de la base social del narcotráfico y en otras ocasiones debido a la falta de preparación de los castrenses, y que decir de las deserciones en cascada que fortalecieron a Los Zetas.

Sin duda, traerá consecuencias en la guerra que mantiene el Estado ante el crimen organizado; la decisión que tomó un juez federal del Estado de Guerrero el pasado 19 de abril, donde giró cinco órdenes de detención (de las cuales una ya se ejecutó), en contra de tres elementos de la Policía Federal y dos militares de la Secretaría de la Defensa Nacional, por su probable participación en el delito de tortura contra Santibáñez Margarito.

Por lo pronto, la Cámara de Diputados aprobó, el dictamen que reforma el Código de Justicia Militar para adecuarlo al Sistema Penal Acusatorio y por el que se expide un nuevo Código Militar de Procedimientos Penales. Se suprimen los Consejos de Guerra y se crean juzgados militares de control y tribunales militares de juicio oral. La minuta, fue trasladada al Senado para su revisión. Bajo tales circunstancias los altos mandos castrenses presionarán para regresar a los cuarteles donde proseguirán con sus prácticas oscurantistas dignas de una Guardia Pretoriana al servicio del poder.

¿Cuál de los candidatos presidenciales en el 2018, se animará a prometer que los soldados y marinos volverán a los cuarteles? Probablemente ninguno. No obstante, quien gane lo hará en su primer año de mandato.

La tortura a Santibáñez Margarito, sirve como termómetro, algunos columnistas oficialistas, la vincularon con grupos criminales, justifican veladamente lo sucedido a la joven de 22 años que está recluida en el penal 16 de Morelos por el cargo de posesión de armas de fuego. Hay sed de venganza. Hace nueve años el "crimen institucionalizado'', desapareció a los cuatro hijos de la señora María Herrera, y la mataron en vida al impedirle velar a sus vástagos. Entonces se unió al Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad, dirigido por Javier Sicilia; luego fundó su propia organización. Ella, cree que a los criminales no se les debe respetar sus derechos humanos. Me recordó a Arturo Montiel Rojas, ex gobernador del Estado de México (1999- 2005) quien decía en sus comerciales que los derechos humanos eran para los humanos y no para las ratas, en referencia a los criminales. ¿El exterminio físico de los narcotraficantes solucionara el problema? ¿El ejército puede comportarse como a los que dice combatir?

Nuestra sociedad es producto de un sistema político totalitario, porque somos hijos del PRI-PAN: autoritarios, antidemocráticos, corruptos, etc. En todos los partidos políticos se percibe a la perfección e incluso en la vida cotidiana, lo cual nos impide visualizar otras formas de convivencia y poder construir un México diferente donde la impunidad no tenga lugar.

 

 

 

 

Donald Trump logró que amplios sectores de abstencionistas se unieran a su campaña y ahora se perfila con grandes posibilidades a la presidencia de los Estados Unidos, (a pesar de la oposición de algunos líderes republicanos). Los analistas consideran que el voto de los migrantes será decisivo para que esto suceda, el candidato republicano lo sabe y ha empezado a enviar mensajes conciliatorios a la comunidad mexicana que curiosamente suele ausentarse de las urnas. Los connacionales rechazaron la repentina buena voluntad del magnate. Han empezado a crear un nuevo discurso nacionalista que podría desconcertar a los mexicanos que radican en el territorio nacional, su contenido se ha elaborado a partir de necesidades económicas particulares y bajo otros paradigmas que se relacionan con una historia más reciente. El grito de guerra de los mexicanos que están allá se resume en el “Make America México Again” (hagamos América México de nuevo). Es el inicio de la resistencia y el símbolo es nuestra bandera, esto obligará a la próxima administración de la Casa Blanca a negociar.

Desde hace décadas nuestra nación se convirtió en un protectorado de los estadunidenses. Las autoridades mexicanas han quedado rebasadas. Centran sus miedos en la amenaza de Trump, de decomisar las remesas de los mexicanos para construir un muro fronterizo. Sin este dinero podría agudizarse la recesión, a esto debe sumarse que los gobernantes mexicanos prefirieron atesorar el dinero que nos han prestado los Estados Unidos, en vez de invertirlo para reactivar el campo, la industria, entre otros rubros. Obligando por diferentes motivos a ciertos sectores de la sociedad mexicana a emigrar buscando el sueño americano, que hoy muestra su lado oscuro: el racismo.

En teoría, la oposición debería aprovechar la situación que se ha generado, pero la derecha mexicana teme que Trump, estropee las buenas relaciones que se ha creado a base de destruir la identidad nacional y la izquierda llama a no quedarse callados. Están haciendo un papel lamentable.

La falta de ideas de los políticos mexicanos será suplantada por otros actores. Coincido con el economista Javier Bonilla, quien plantea que en los estados fronterizos casi todo edificio construido, tubería puesta, jardín arreglado, cosecha pizcada, camino pavimentado, plato lavado y cuarto de hotel, recayó en manos mexicanas mayormente ilegales y son los empresarios americanos quienes los contratan. Vaya, a través de contratistas hasta los gobiernos locales contratan a ilegales por miles.

El académico Bonilla, profundiza al respecto: “A Trump alguien debería salirle al paso con la pregunta: “¿Por qué olvida usted tan convenientemente que  los empresarios norteamericanos son los que hacen las contrataciones?” De acuerdo con la lógica de Trump, seguramente Eliot Spitzer, debería regresar a su oficina en Nueva York, ya que todo fue culpa de la prostituta que se dejó contratar y llevar a la alcoba. ¿Cómo es que los mexicanos no hemos subrayado esta inconsistencia?”

Bonilla, habla en otro fragmento de su artículo de una segunda gran mentira del republicano: “¿Qué acaso se están escondiendo los ilegales? No, ¡nadie los está queriendo sacar! Consideremos esto: en lugares conocidos en casi toda ciudad (como en estacionamientos del Home Depot), mexicanos indocumentados se reúnen por decenas de millares para ser contratados por día por contratistas americanos a lo largo de todos los Estados Unidos. ¿Acaso Trump, puede alegar que todos sabemos de esto menos las autoridades migratorias?”

Estos nuevos cuestionamientos nos hacen suponer que estamos frente al surgimiento de una realidad que no hará reflexionar sobre el significado de ser mexicanos.

 

 

 

La tierra fértil para que germine masivamente este fenómeno social es la ausencia de democracia, en la medida en que la institucionalidad es sólida, la delincuencia deja de ser uno de los principales problemas nacionales.

La delincuencia no es la causa, sin embargo, la lógica de atacar el efecto es por falta de voluntad política de disminuir los índices delictivos, porque constituye negocio, la violencia se ha erigido en industria y es rentable, es saludable para la economía de los que se lucran de ella.

Los grupos económicos y elites políticas que se enriquecen con la existencia de la delincuencia, presentarán dos enfoques:

El visible
Están en contra de la delincuencia por la gran cantidad de muertos, extorciones, desapariciones, etc., asimismo están también en contra de la emigración de las víctimas hacia otros países en busca de seguridad y fuentes de trabajo; situaciones que les servirán para justificar medidas represivas y coercitivas dentro de un ordenamiento jurídico que diseñaran justo a la medida del “problema”. Se presentarán las medidas como un show de entretenimiento mediático que generará falsas expectativas y explotará el morbo público.

El invisible
Están a favor de la inseguridad ciudadana, porque les genera la venta de servicios y mercancías de seguridad en la mayor parte del proceso productivo en las esferas públicas y privadas, que va desde la siembra, cultivo, cosecha, recolección y distribución de productos y bienes, así como en los inmuebles donde se procesan, distribuyen o venden. La emigración hacia Estados Unidos o países de Europa genera el ingreso de divisas en los países expulsores de capital humano que se destinará al consumo de los servicios y mercaderías de seguridad que ofrecen las grandes empresas criollas y transnacionales, así como el sistema financiero internacional. Nos referimos a miles de millones de dólares estadounidenses.

No obstante, existe un tercer:

Resolver el problema
Si la delincuencia es estructural, se atacarán las causas que le dieron origen; por ejemplo, a través de una reforma tributaria y educativa, de la depuración de la policía, fuerzas armadas, fiscalía, sistema penitenciario y poder judicial, de la modernización de la ley de partidos políticos, códigos de trabajo, electoral y agrario, del financiar el sistema educativo nacional con el ocho por ciento del Producto Interno Bruto, del aumento del salario mínimo de acuerdo con el costo de la canasta básica, de la descentralización del Estado y desarrollo local, de la participación de la población en asuntos del Estado de forma directa a través de asambleas comunales, cabildos abiertos, referéndums, plebiscitos, iniciativas de ley ciudadana, y revocatorias del mandato de funcionarios públicos elegidos por sufragio universal, etc., el poder es del soberano.

En algunos países de América Latina, la delincuencia ha alcanzado niveles e índices elevados, a tal grado que el crimen organizado ha permeado las instituciones del Estado, y ha logrado cierto control territorial, social, cultural, económico y hasta político.

En las ciencias sociales el lumpen era considerado como la descomposición de una clase y en particular se refería al proletariado, y constituían un pequeño grupo marginal, sin embargo, en el siglo XXI en ciertos países de América Latina los lumpen: proletarios, clases medias, burguesía y oligarquía llegan incluso a constituir una tercera o dos terceras partes de la población total del país.

El crimen organizado tiene la capacidad de aplicar “impuestos” a nivel nacional a los empresarios, estudiantes, trabajadores y funcionarios. Además, ostentan el poder para determinar quién será el próximo presidente de la república, por dos vías, una mediante el financiamiento de campañas electorales, la otra, al ordenar a sus miembros y familias ir a emitir el sufragio por determinado partido político.

En este contexto, parte de la población los percibe a los principales dirigentes criminales como héroes populares y son hasta admirados, a tal grado que les componen canciones, escriben libros, producen películas y telenovelas, en donde dan a conocer las fechorías, con un enfoque de heroísmo y valentía.

El concepto Estado-nación adquiere una connotación distinta, se observa la coexistencia de dos Estados, el formal, y el informal constituido por la delincuencia.

En algunos países con gobiernos aparentemente democráticos, la población aprueba el crimen organizado como una forma popular de enfrentar a la institucionalidad estatal corrupta.

La existencia de poderes políticos de algunos países de América Latina que cogobiernan con el crimen organizado, es una situación que favorece a los países imperialistas, empresas transnacionales, organismos financieros internacionales, porque se les facilita saquear los recursos naturales y económicos de estos países en complacencia con los gobiernos de turno, mediante el soborno.

 

 

 

 

 

 

¿Que festejan las madres con hijos desaparecidos?

No hay amor más grande que el de una madre, nos dicen y nos lo repiten a diario cuando se acerca este mes en un bombardeo incesante e indiscriminado, los medios de comunicación masivos para aprovechar ese sentimiento y saquear los bolsillos de hombres, mujeres, niños, jóvenes y de todas las edades.

Nos hacen creer que dar un regalo material este día es la muestra mas grande de amor por la mujer que nos dio el ser y allá vamos desde un dia antes los hombres a comprar y asegurar el carton de cerveza, la botella de tequila barato o mezcal quien no tiene pa mas; los de posibilidades compran sus botellas de guisqui, coñac o tequilas reposados y cervezas importadas acompañadas de caviar; los pobres un pozol, menudo o ya de jodidos frijol en agua y sal con chile y cebolla picado. No importa si otro día no se tenga pa las tortillas este día hay que echar la casa por la ventana, la puerta y el techo, ya Dios proveerá dirán la mayoría de fervientes religiosos católicos guadalupanos, adventistas, bautistas o evangelistas.

Sin embargo este día hay un ejército invisible de madres que no tienen nada que festejar y las manifestaciones de alegría o reagalos materiales les llenan de tristeza, ira y el dolor más grande que un corazón de madre no soporta: la pérdida de un hijo o más. Un hijo desaparecido el que siempre esperan volver a entrar por la puerta de su hogar y darle un abrazo que les haga perder al respiración y les vuelva el alma al cuerpo después de días, semanas, meses, años esperando se produzca el milagro de volverle a ver.

Son miles, no dos, tres diez o centenares, son miles  de madres a las que el estado les arrebató la dicha de ser madres completas al faltarles un pedazo de si, un hijo o hija a quien abrazar y poder decir te amo cada dia que pasa sin su presencia.

Esas madres invisibles e inexistentes para un gobierno sordo y cruel que se niega a escucharles sus pedidos de justicia y de exigencia para que sus hijos sean devueltos  sanos y salvos a casa para alegría de sus padres, hermanos, esposas, hijos, no desmayan, no se cansan, pasan los años y ellas siguen rumiando su dolor algunas en la soledad de unas frías paredes que  el calor del amor filial no calientan ya mas y otras afortunadamente, elevan sus gritos, sus puños, su voz y sus pies cansados no dejan de caminar, buscando, investigando, uniéndose a otras en igual situación para buscar y encontrar a sus hijos desaparecidos.

De esas madres me tocó ver ayer un puñado en el Museo de la Memoria Indómita en el centro histórico de la Ciudad de México, donde se inauguró con presencia de madres provenientes de todo el país una exposición. Había madres y familiares de personas desaparecidas desde los años 60 por la guerra sucia del estado contra las guerrillas que buscaban una nación mejor hasta las desparecidas actualmente producto de la guerra contra el narco y el narco mismo. Había personas que no son ni serán buscadas porque a muchos de ellos se les achaca ser delincuentes y por tanto ellos se lo buscaron, evadiendo así la responsabilidad e investigar y dar cumplimiento a su deber legal de atender las peticiones de justicia de las personas independientemente de su condición y estrato social al que pertenezcan.

Esas madres hoy aglutinadas en decenas de organizaciones en busca de personas desaparecidas acudieron al llamado de los organizadores de esta exposición ideada por el escultor Alfredo Lopez parte de la comisión que instaló el  antimonumento a los 43 estudiantes normalistas desaparecidos en Guerrero.

La exposición la conforman 85 pares de zapatos con leyendas de amor y esperanza de familiares que en su caminar y peregrinar en busca de sus hijos, padres, sobrinos, hermanos, van gastando suelas de sus zapatos y pintando su huella en suelos lodosos, secos o cubiertos de pavimento sin desmayar jamás, no perdida la esperanza de un dia poder encontrarlos.

Zapatos hay de mujer, de hombres y hasta de niños que colgados de cuerdas como ofrendas y la impresión en papel pegado al piso de sus suelas, contienen los mensajes de los padres, madres y hermanos para aquel que buscan y que desean decirle cuando lo encuentren.

Las huellas de memoria pretenden  ser una exposición itirinante llevada por todo el país en un principio y posteriormente hasta el extranjero para que el sufrimiento y lucha de estas personas sea visible y se haga eco a sus peticiones de justicia y derecho a encontrarse un dia de nuevo con sus hijos padres o hermanos perdidos.

No importan las razones de su desaparición sino el hecho de que el Estado abdica de su obligación de proporcionar justicia y mantiene miles de casos de personas desaparecidos intocados. Sabemos que solo actua con base en empujones y presiones de quienes defienden su derecho a ser escuchados y atendidos como sujetos de derecho.

La exposición se tendrá durante dos meses en el Museo Casa de la Memoria Indómita, preservada por el autor e integrantes del comité que mantiene y conserva este espacio para las ideas y el no olvido de quienes sufrieron de la injusticia y el abuso del estado o instituciones del Estado.

La dirección es calle de Regina, entre 20 de noviembre y 5 de febrero, en el centro histórico de la Ciudad de Mexico.

En ese lugar los medios masivos que nos invitan a dar amor y agradecer tener madre, no tuvieron madre y no se presentaron para difundir esta lucha que denota el mas grande amor por ser humanos y no olvidar.

 

 

 

 

Desde el 16 de junio de 2015 Donald Trump nos insulta y utiliza para sembrar rencores. En los once meses que han pasado desde entonces Enrique Peña Nieto y su equipo han recorrido tres etapas de titubeos.

La primera fue la indiferencia total. Se justificaban diciendo que si le respondían a Trump estarían “engordándole el caldo”, que sería un error intervenir en la elección de otro país, que la respuesta debía venir de los mexicanos en los Estados Unidos, etcétera. En marzo de 2016 reconsideraron iniciándose un breve interludio. Ese mes el presidente dio una entrevista a Pascal Beltrán del Río (Excélsior) y sin mencionar a Trump por nombre sí comparó el contexto estadunidense actual con el que permitió la llegada de Mussolini y Hitler al poder. Ese mes renovaron personal y el 5 de abril a las 10 de la mañana anunciaron el cambio de subsecretario y embajador ante Estados Unidos.

Los relevos se hicieron porque, según la secretaria Claudia Ruiz Massieu Salinas, era necesaria una “postura diplomática más firme” y como parte de la formulación de una “estrategia integral”. Poco después el nuevo embajador Carlos Sada Solana reconoció, humilde, que “nos descuidamos”, y anunció que a partir de ese momento sería diferente: no dejaremos pasar “ataques injustificados”.

El relevo coincidió de casualidad con otro agravio. A las 3 de la mañana de aquel 5 de abril, The Washington Post citaba el documento en el cual Trump daba a conocer la manera cómo obligaría a México a pagar el muro. En su primer día como presidente, dijo, promulgará una “regulación” que permitirá controlar las remesas de mexicanos en los Estados Unidos. Si México no paga, frenará el envío de los 24 mil millones de dólares anuales. También piensa subir las tarifas por las visas que tendrán muchos más controles. Así se pagará el muro que, en el mundo de Trump, es una pieza central en su plan de regresarle grandeza a los Estados Unidos (Make America Great Again).

Un mes después del reemplazo de funcionarios, Trump se quedó como único aspirante a la nominación republicana. El 4 de mayo The New York Times publicó un reportaje explicando cómo serán sus primeros cien días como presidente. Uno de sus principales confidentes y consejeros, Roger Stone, reiteró que Trump cumpliría con su promesa del muro mexicano porque lo “ha dicho mil veces”. El candidato añadió que al terminar las primeras cien jornadas “el muro con México estará diseñado”.

Mientras el candidato ha seguido zarandeando a México el gobierno mexicano regresó al punto de partida. El 5 de mayo Claudia Ruiz Massieu Salinas estuvo en Sacramento, capital de California. Ni una sola vez se refirió a Trump por nombre. A lo más que llegó fue a lanzar una frase críptica en el último párrafo de su discurso ante el Senado de aquel estado: “No nos equivoquemos ni dejemos que nadie cree confusión”. La “firmeza” y la “estrategia integral” prometidas se evaporaron junto al subsecretario José Paulo Carreño y al embajador Sada (¿alguien los ha visto?). El 9 de este mes el presidente confirmó el retroceso: México no se meterá en el proceso electoral vecino. Trump puede seguir insultándonos y alentando el odio hacia nosotros en Estados Unidos.

Se entienden las dificultades para armar una reacción adecuada a Trump. Lo grave es que ni siquiera lo han intentado en serio. Fuentes bien informadas me dicen que la burocracia se la ha pasado esperando línea de un presidente confundido y desconcertado que se dedica a pronunciar discursos en eventos acartonados y con rituales desgastados. Y si Peña Nieto titubea la burocracia se paraliza.

Espacio propicio para las ocurrencias. El gobernador Eruviel Ávila ya anunció, acompañado de todo su gabinete, el inicio de una campaña informativa para que la comunidad latina conozca el riesgo que representa Donald Trump. En ningún momento aclaró cuándo iniciarían, dónde y cuál sería el costo de dicha campaña. Vicente Fox sacó el pandero de bufón para disculparse por haber llamado a Trump “ignorante”, “loco” y “falso profeta” e invitarlo a visitar México. Aprovechó el micrófono para darnos lecciones: el “perdón es una de las grandes cualidades del ser humano”.

Pobre de México, tan cerca del racismo estadounidense y tan a merced de gobernantes mediocres que disimulan su falta de ideas y arrojo con mutismos, ocurrencias y frivolidades. El Estado carece de una estrategia para enfrentar a Trump. Tenemos una política exterior, y una presidencia, a la deriva.

 

 

 

 "Sé que te encontraré. Así sea lo último que haga en esta vida, que sin ti no es vida. Tu mamá" -Graciela Pérez a su hija Milynali Piña

 

Hace tres o cuatro años me topé en internet con tres cartas de madres a sus hijos desaparecidos. Me costó mucho leerlas, pues no dejaba de pensar en mi propia madre y en lo que pasaría si yo desapareciera, de repente, como ellos. Lloré como niño, como lloré cuando leí por primera vez sobre la tortura sexual. Lloré y en ambos casos busqué el abrazo de mi madre. Lo tuve y lo tengo.

Las tres cartas fueron recopiladas como parte de un proyecto que ahora es un documental con reconocimiento internacional: Retratos de una búsqueda, de Alicia Calderón, que relata tres casos de madres de desaparecidos. Esas punzadas que sentí al leer las volví a conocer en la historia de Milynali en Geografía del dolor, y después, cuando vi el documental de Alicia.

Y entre punzada y punzada, pienso en la guardería ABC, cuyo séptimo aniversario llega en un mes, el 9 de junio: 49 niños muertos, 106 heridos. Pienso en las siete mujeres embarazadas asesinadas en la masacre de Acteal. Pienso en las madres de desaparecidos, del 26 de septiembre, pero también de todos los días. Pienso en las madres desaparecidas, como Leticia Galarza Campos, que fue detenida, torturada y desaparecida en mayo del 78. El recuento no terminaría, y no es casualidad.

Rita Segato ha reiterado que hay una relación muy especial entre los cuerpos de las mujeres y las nuevas formas de guerra. Las madres de desaparecidos dicen que este 10 de mayo no hay nada que celebrar, mientras que las feministas señalan que el día de las madres se instauró en 1922 como respuesta reaccionaria a las luchas de las mujeres por la planificación familiar y los métodos anticonceptivos: las luchas de las mujeres a decidir por sus cuerpos. Y es que lo que se juega en la maternidad excede la mera reproducción de la fuerza de trabajo. Esto conecta con los embarazos de mujeres violadas convertidos en una tortura reproductiva, una invasión del cuerpo como territorio llevada al extremo.

Pero si, como se ha dicho, las mujeres sostienen el mundo, también es en los vientres de estas madres donde se gestan los otros mundos que podemos hacer venir: las vidas nuevas, sus formas inéditas. “Y fue tu corazón mi primer tambor de guerra”, dice una hija a su madre, y es que las madres son “guerreras, mujeres de luz, agentes de cambio”, como dice Sanjuana Martínez:

Ellas, madres sin hijos, son tantas, miles, millones. Llevan sus hijos a cuestas, en su alma, en su corazón combativo y amoroso. Las vemos en las calles, en las instituciones, en los juzgados, en las comisarías, buscando una respuesta, exigiendo justicia.

Y así como las vemos en México, las vemos también en Turquía. Son ellas, Cumartesi Anneler: las madres de los sábados. Las que se han reunido ya más de quinientas veces, las que dejaron las calles en el 99 tras un ataque de la policía, pero volvieron a ellas en el 2009 y no paran. Vemos la vena que les viene de otro sur: las madres, las abuelas de la plaza de mayo, las que se encontraron con el nieto #119 apenas el año pasado. Y es que entre todo lo que sucede, hasta los poemas buscan a sus autores desaparecidos: hasta los textos los buscan o se escriben para buscarlos, y suelen ser las palabras de nuestras madres las que comienzan a escribirnos y con las que aprendemos a hablarnos.

Sí, el primer pañuelo quizá fue un pañal: las abuelas de mayo son las madres de las bordadoras por la paz. De quienes toman este dolor y lo convierten en la potencia del pespunte, de quienes convierten las punzadas en puntadas. Tomemos la palabra cariñosa y combativa de estas madres: seamos hijos de su lucha. Tomemos con las madres la calle, los kioscos, cada espacio que podamos. Llenemos las calles de imágenes con los rostros de sus ausentes que son los nuestros, de listones verdes con sus nombres creciendo como el pasto junto a las flores en el asfalto.

Hoy descubrí que hasta el año pasado Alicia Calderón y otros seguían recopilando cartas de familiares que están expuestas en Canto a su amor desaparecido. Hoy quiero escribir a las madres de aquí y de allá lo que leo en una carta de una madre a su hijo: en lo más obscuro, te ves como una luz brillante.

 

 

 

El silencio puede hacernos perder la noción del tiempo, de atemperar nuestra alma y sumirnos en un sueño que quizás es producto del cansancio por ese largo y doloroso trayecto.

Pero sin importar cuán cansados estemos, el sueño se disipa como los rayos del sol disipan la bruma. Así se disipa la tranquilidad del silencio cuando el tan conocido sollozo se hace presente.

El tiempo pasa tan lento y tan de prisa que aquellos segundos que contaba terminaron en días, los días se convirtieron en semanas y las semanas pasaron a ser años.  

¿En qué momento siete días se transformaron en siete años? ¿En qué momento el recuerdo de su voz no fue de ayer sino de hace tantos años?

Ella sigue sentada contemplando esa vieja foto, la más reciente y quizás la última. Se le ve serena, silenciosa y con la vista perdida en el tiempo. El semblante inmutado pero debajo de su coraza está dolorido.

Sus ojos están secos; hace años, quizás minutos, dejaron de llorar. Están sombríos. Hace unos días, quizás un lustro, dejaron de brillar y de reflejar la luz de su felicidad. En su rostro, la belleza y la ternura resisten ante los surcos que se han formado.

Me siento a su lado en silencio, como un fantasma, observándola y sintiendo su dolor. Quizás es mi dolor el que siento y no reconozco. Quizás es mi dolor por verla sufrir o por verme reflejado en ella, como un reflejo gastado por el tiempo.

Se mantiene inmóvil. No ha notado mi presencia o tal vez la agradece en silencio. Es posible que ninguno tengamos palabras de consuelo, solo el silencio de la presencia.

No sé cuánto tiempo tenemos así, en silencio, en dolor. Pueden ser días o solo unos segundos pero cuando enfoco la vista las cosas han cambiado y es cuando recuerdo que en realidad han pasado años.

El sol, su testigo fiel, le recuerda que ha iniciado un nuevo día. El calendario le indica que no es cualquier día, es el día que ella festejaba con orgullo. Es el día de las madres. Su tragedia le recordará que su hija e hijo fueron desaparecidos y su ausencia le susurrará que sigue sin encontrarles.

Como cada año, en México cientos de madres, con hijas e hijos que han sido desaparecidos, salen a las calles para exigir su búsqueda, para gritar que les arrebataron el motivo que les hizo ser madres.

Otras mujeres madres, por el contrario, ya no marcharán pues el dolor, el tiempo y la ausencia les han detenido el corazón, obligándolas a cerrar los ojos y detener la marcha de sus pasos tan cansados. No es que han dejado de buscar sino que la injusta muerte les aprisionó sin antes saber de sus hijas e hijos.

Sus rostros se ven cansados pero llenos de coraje, esperanza y anhelantes de justicia. Aunque con el paso de los días, de los años, la justicia se convierte en un ser mitológico que quizás un día llegará y responderá su súplica.

Mientras ellas marchan, quizás no se encontrarán a esas personas que día a día se indignan por la situación del país. Pero ellas seguirán marchando, como cada año, ante los ojos de indiferencia de cientos, ante los ojos de rechazo de otras tantas y ante el puñado que se sumará a su lucha, esas personas que no se alegrarán de verlas de nuevo pues eso significa que su hija e hijo siguen desaparecidos.

Al final su marcha será concurrida pero no por la sociedad civil indignada sino por más madres con hijas e hijos desaparecidos, unas de hace días o meses, otras que se conocen ya como viejas amigas pues tienen años en la búsqueda.

¿Cuántas madres tienen que marchar y sufrir para provocar una indignación real?

Al final el sol se ocultará, se ausenta como las fuerzas que se van del cuerpo después de un día de lucha. Un día que al final quedará acumulado con todos aquellos que ya han pasado.

Sus ojos se cerrarán ante el silencio que nos comienza a invadir y el cansancio de la larga jornada la acunará en su habitual asiento. Cerrará los ojos y volverá a dormirse. Quizás por unos minutos o quizás por más tiempo…

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